Mi miedo.
"No es la muerte lo que un hombre debe temer. Debe temer que nunca empiece a vivir."~ Marco Aurelio.
A veces la vida nos concede momentos de tranquilidad que nos hacen saber que posiblemente sean los últimos que podamos disfrutar con plenitud, es un sentimiento que tenemos en lo más profundo de nuestro ser, sabemos de alguna u otra forma que debemos disfrutar ese momento porque puede ser el último y aunque eso es algo que pasa en la vida cotidiana, hay ciertas excepciones en las que el sentimiento es incluso más fuerte; ¿Es doloroso? Sí, porque no tienes idea de si es sólo un sentimiento o una advertencia de nuestro corazón.
Puede ser que realmente se trate de una advertencia, una simple jugarreta de nuestro sentimientos para hacernos ver que los momentos pueden acabarse así como llegan, sin embargo también puede que se trate de una verdadera advertencia hacia al futuro, algo que nos esté preparando para que en los momentos de mayor dolor los recordemos con plena gratitud.
Mi madre siempre me había dicho que debía disfrutar los pequeños momentos de felicidad por más joviales que parecieran, y con el tiempo yo misma había aprendido a seguir ese consejo, pues al estar tantas veces en la puerta de la muerte te das cuenta de que realmente los momentos podían acabar en cualquier instante y sería imposible recuperarlos y todo quedaría como un simple recuerdo. Eso era lo más doloroso de la vida, saber que disfrutabas momentos de real plenitud en donde sentías que tu vida estaba completa, para momentos más tarde darte cuenta de que fueron los últimos y que debías continuar con el recuerdo de ellos porque jamás regresarían.
Nunca había imaginado una vida en donde fuese una ama de casa, no desprestigiaba el trabajo de ellas porque incluso yo que hacía muy pocas cosas en mi hogar era un trabajo realmente agotador, pero simplemente no me veía encerrada en un lugar todo el tiempo. Tampoco me había visto jamás como la mujer de uno de los magnates empresarios que rondaban el círculo de mis padres, ser la esposa trofeo que se quedara en casa y sus únicas preocupaciones eran salir de shopping o a tomar un café con sus amigas. No, eso no era mío y estaba segura de que lo que sería si hubiese tomado algún camino de esos.
Mi madre, siempre me había dicho que yo era la más independiente de los trillizos, yo siempre quería hacer mi voluntad y no dejaba que nadie me mangoneara o me dijera qué era lo que debía hacer, no hablando en el ámbito académico o de entrenamiento militar, ahí yo sabía seguir órdenes y las cumplía al pie de la letra, sin embargo, fuera de allí yo siempre habia sido libre y no me gustaba que tomaran por nulas mis decisiones, eso me castraba completamente.
Además que en toda mi formación tanto académica como militar, siempre me habían dicho que yo era una líder nata, no necesitaba convencer a los demás de hacer lo que yo pensaba correcto, era como si todos me siguieran e incluso recordaba que en secundaria, uno de mis maestros habia dicho "Tú no eres rebaño, tú eres pastor", Refiriéndose a que no importaba si todo mundo seguía un camino, si yo consideraba que ese camino no era el correcto, tomaba la siguiente vereda y todos me seguían al darse cuenta de que mi intuición era más grande que la suya.
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Sólo tú. Mi dulce tormento.©
ActionLa mujer salvaje se levanta como un fénix de las cenizas de su vida, para convertirse en la heroína de su propia leyenda - Shikoba . . . Un año y nueve meses desde el último adiós a Keylani, la mujer que se convirtió en leyenda, pero que por azares...