*Advertencia: Capítulo con contenido delicado.
"Cada vida tiene una medida de dolor. Y a veces esto es lo que nos despierta." ~ Steven Tyler.
Dolor.
1 año y nueve meses atrás.
31 de Julio. Moscú, Rusia.
Hay veces que en la vida debes saber tomar decisiones acertadas, veces que por más que te duela debes aceptar que solo tienes una oportunidad para triunfar y que no puedes hacer nada para obtenerlo todo. Las decisiones necesitan de sacrificios, algunas veces son pequeños sacrificios que no tienen relevancia, pero hay otras veces en que la vida te obliga a sacrificar incluso tu felicidad.
No podía decir que había tenido una mala vida, en realidad era una mujer con tanta suerte que había tenido a los mejores padres del mundo, unos padres que me habían dado amor me habían demostrado cariño y que todo el tiempo procuraban mi bienestar, mis padres lo eran todo para mí eran esos que sin importar nada siempre estarían a mi lado y se asegurarían de que no cayera en un pozo profundo.
Mi madre con su energía tan vivaz, siempre me sacaba una sonrisa que me hacía ver al mundo de color de rosa, a ella no le importaba lo que ocurriera en mi vida siempre estaría para mí y me daría los mejores consejos que no cualquier madre puede darle a su hija. Mi madre había estado en mi primera raspadura, cuando me caí jugando con mis hermanos, también había estado en mi primer corazón roto, cuando una de mis bandas favoritas se separó cuando era una niña y me conocía también, que había sido la primera en darse cuenta de la relación que yo tenía con Conall y Arniel, mi madre lo era todo para mí.
Mi padre, aunque quizás nunca demostraba lo que sentía, siempre que yo acudí a él para pedirle un consejo o para solicitarle su ayuda, él me recibía con los brazos abiertos y una gran sonrisa en el rostro, él siempre me había visto como su pequeña niña, como su princesita como solía llamarme de cariño. De él había heredado la tenacidad y la fiereza de proteger a mi familia, me había mostrado que si quería ser fuerte debía plantar los pies en la Tierra y levantarme con triunfo a demostrar de lo que yo era capaz, levantarme como un ave Fénix, resurgir de las cenizas y atacar con toda mi fuerza a los enemigos.
No tenía falta de amor, mis padres siempre me habían llenado de todo el cariño que había en sus corazones al igual que a mis hermanos, mis padres siempre habían estado a mi lado y me habían apoyado en mis triunfos y derrotas, a pesar de que eran los ministros con mayor poder en la IISMFCMO nunca fueron unos padres ausentes, a veces aunque llegaban agotados de su trabajo siempre tenían tiempo para jugar con nosotros o escuchar nuestras historias fantásticas que inventábamos en el colegio, admiraba a mis padres y yo los amaba tanto como para entregar mi vida.
Aunque nunca tuve falta de amor, cuando conocí a mis hombres supe que también se podía experimentar una nueva forma de amar, ellos me mostraron que la vida tiene cientos de colores y que te puede hacer que ames a las personas indicadas, con ellos fue precisamente así; los amé desde el primer momento que los vi, y no de cuando los conocí en el ejército, sino de aquella noche que compartimos, porque aunque me había negado cientos de veces a que eran ellos, después de tenerlos la primera vez juntos supe que eran los hombres con los que había estado la noche en que perdí mi virginidad, mi corazón los había anhelado desde ese entonces, porque me habían enamorado con detalles y amor en tan pocas horas.
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Sólo tú. Mi dulce tormento.©
AksiLa mujer salvaje se levanta como un fénix de las cenizas de su vida, para convertirse en la heroína de su propia leyenda - Shikoba . . . Un año y nueve meses desde el último adiós a Keylani, la mujer que se convirtió en leyenda, pero que por azares...