Capítulo 56.

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Feliz cumpleaños, Keyli

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Feliz cumpleaños, Keyli.

"El principio es la mitad del todo". ~Pitágoras de Samos


La vida muchas veces nos pone pruebas que realmente van a hacernos sufrir, pruebas que creemos que no podremos superar y en las que perderemos a personas que realmente amamos, pero eso es algo natural en la vida, si todo realmente fuera fácil o como lo planeamos sería realmente monótono y no tendríamos la emoción de la sorpresa.

Siempre me había gustado leer sobre teólogos de la psicología, quizás no me gustaba mucho el tema pero realmente había autores que me interesaban, aunque Freud había sido un cocainómano, realmente era un hombre inteligente, siempre había hablado sobre la psicosis en el de enamoramiento, en realidad lo describía como una psicosis temporal, algo que realmente pasaría en cualquier momento y jamás lo había comprendido. Solo un loco entiende cosas de locos ¿No?, por eso lo entendía en ese momento.

Yo no habia estado enamorada de Arniel, me habia enamorado de la faceta que me habia mostrado, había tenido una psicosis temporal que habia jodido todo a mi alrededor, realmente estaba dañada y él me había dañado como nunca nadie lo había hecho, pero realmente había sido algo necesario para demostrarme que yo era fuerte en realidad, me habia demostrado que podía continuar la vida sin una persona que no habia hecho más que pisotear mis sentimientos sin importarle que realmente me dañará en el proceso.

Había decidido olvidarme de habían pasado justamente 9 semanas desde la muerte del señor Vallarelli, si su hijo lo habia superado para revolcarse con otra mujer ¿Por qué yo debía seguir pensando en él y el dolor que me causaba? Realmente era un egoísta, mientras nosotros pensábamos que lo habíamos abandonado en el momento más difícil, él había aprovechado para acostarse con una mujer que nisiquiera conocía, una mujer que nisiquiera sabíamos quién era, pero había decidido no indagar sobre ella, si él quería tener una vida nueva con esa mujer tenía toda la libertad de hacerlo, nosotros también continuaríamos con nuestra vida.

Aunque me había costado la primera semana, había logrado dejar de pensarlo a cada instante, Conall me había ayudado con eso, pues ambos habíamos determinado que no podíamos seguirnos atascando en su recuerdo. Sí, no iba a negar que lo extrañaba como la jodida, pero sí el habia decidido hacerse el loco como si nunca me hubiera amado, yo había decidido hacer lo mismo. Había sido doloroso dejar la casa donde ellos habían vivido durante toda mi ausencia, pero Conall y yo habíamos pensado que realmente no era una buena idea seguir ahí, considerando que sentiríamos que su fantasma estaba con nosotros, no había muerto, pero Para él parecía que nosotros lo habíamos hecho.

Nos habíamos mudado cerca de la ciudad, habíamos comprado una bonita casa cerca del mar, era hermosa, con grandes ventanales y un jardín enorme, para llegar a la playa sólo era necesario atravesar unos cuantos metros, era hermoso, porque todas las mañanas podríamos despertarnos con el sonido del mar chocando contra la costa. También lo habíamos hecho debido a que queríamos que Niall pudiera dormir en una habitación comoda, no en la base, por lo que mientras lo aceptaban de tiempo completo, habíamos decidido permanecer cerca.

Sólo tú. Mi dulce tormento.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora