Capítulo 10.

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"Detrás de cada mujer existe una historia que la convierte en guerrera"

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"Detrás de cada mujer existe una historia que la convierte en guerrera".~ Mary Wollstonecraft.

Leyenda. 

Cuando crees que por fin has logrado tus sueños, te das cuenta de que realmente todo lo que habías pensado no era más que una ilusión, los problemas nunca dejan de surgir pues a la vida y al destino les encanta jugar al Ping Pong haciendo que los humanos caigamos una y otra vez en sus jugarretas.

La vida me había arrebatado a mi Key, a mi pequeña florecita y a una de las luces de mi vida, sentía que todo mi corazón se había sumido en un profundo pozo de dolor, pues sin ella sentía que no podía vivir, era como si mi corazón se hubiese hecho polvo por el simple hecho de que ella se había ido de mi vida, el dolor en mi pecho era calcinante y dolía a cada instante que respiraba.

Hunter y yo habíamos tratado de sobrellevar la perdida, aunque nos dolía en el alma sabíamos que debíamos continuar, pues ella odiaba que el mundo se detuviera por su culpa, mi pequeña florecita siempre pensaba en los demás antes que ella, siempre quería mantener a salvo a quienes amaba y eso me hacía sentir orgullosa, sin embargo, su muerte había sido algo completamente inesperado.

No había noche en la que no le rezará a Dios por ella, de alguna forma rogaba que mi pequeña siguiera con vida y que volviera a iluminarnos, pues desde su muerte me había sentido completamente perdida, no había noche en la que no llorará o despertará en medio de pesadillas donde ella me suplicaba ayuda, pero yo no podía ayudarle o tenderle mi mano. Hunter había estado a mi lado, abrazándome y haciéndome sentir bien, a pesar de que él sintiera el mismo dolor que yo, tratábamos de seguir sosteniendo nuestra mano para continuar.

Hunter seguía siendo mi pilar, ambos teníamos que estar fuertes para poder sostener al otro, pues seguía siendo como cuando nos conocimos, en donde si uno de los dos caía, el otro también lo hacía, así que debíamos permanecer unidos y buscar la forma de no separar nuestras manos. Claro que sentíamos un profundo dolor en nuestros corazones, pero ambos sabíamos que sin importar nada, debíamos seguir de pie.

Por primera vez en años, ambos debíamos separarnos para cumplir diferentes tareas, yo debía reunirme con CPI (Consejo de la Paz Internacional) y él debía continuar con el viaje por las bases en búsqueda de nuevos reclutas para la base alpha.

Desde la muerte de Key, la dinámica habia cambiado, los aspirantes no acudían a hacer un examen, nosotros los seleccionábamos y les rendíamos las pruebas necesarias, la prueba Keylani —Como la habíamos bautizado en su honor— era la final, quienes aprobaban automáticamente tenían un puesto en el ejército Alpha, quienes no, debían esperar a volver ser seleccionados

Era algo realmente difícil encontrar reclutas que cumplieran con las características necesarias para el ingreso al ejército, pero muchos merecían incluso graduarse con honores. Keyli seguramente estaría celebrando en grande, ella siempre había deseado que su ejército fuera aún más exclusivo y donde solo estuviese la élite de élites.

Sólo tú. Mi dulce tormento.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora