Capítulo 89.

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De un corazón dañado.

"Cuando estás operando en teorías no investigadas de lo que está pasando y ni siquiera eres consciente de ello, estás en lo que yo llamo «el sueño». a veces incluso se convierte en una pesadilla". Byron Katie

Norte de Croacia.

19 de Diciembre. 20:30 hrs.

*Notita: Croacia tiene una hora de diferencia con Londres.

Muchas veces dicen que cuando creces con un corazón dañado, es imposible que puedas volver a amar, cuando las situaciones de tu infancia te sobrepasaron y tu entorno fue realmente horrible, es imposible que como ser humano aprendas a vivir de una forma diferente a la que fuiste educado.

Vigotsky, afirma que el contexto en un niño suele ser un factor detonador para la construcción de su aprendizaje y también para la creación de su propia personalidad, que más tarde dará a conocer en su entorno social. Con ello podemos definir que realmente si un niño vive una infancia horrible, eso lo ayudará a construir su aprendizaje y no será un aprendizaje bueno, crecerá con el dolor de una infancia agotadora y le será completamente imposible poder tomar las riendas de su vida al crecer.

Siempre creí que todos los niños habían nacido en una cuna de oro como yo, que habían tenido una infancia feliz en la que sus padres los abrazaban todos los días y los hacían sentir las personas más afortunadas de toda la Tierra. Es algo normal de creer pues, no solo yo había recibido todo el amor del mundo por parte de mis padres, sino cada niño que yo había conocido en mi infancia, sin embargo, al crecer me di cuenta de que en realidad, el amor de un padre no parece ser una obligación.

Los corazones dañados son aquellos que siempre van a dañar a los demás, como siempre lo había dicho mi madre, las personas heridas hieren para tratar de sanar sus propias cortadas del corazón, no les importa hacer daño en las personas que los rodean, porque ellos creen que esa es parte de su naturaleza y que no importa si lo hacen o no. Porque crecieron con la mentalidad de qué para amar hay que dañar.

La primera vez que me di cuenta de que no todos los padres aman a sus hijos como mis padres me amaban a mí, realmente sentí como si mi corazón se partiera al saber esa noticia, era imposible para mí poder concebir que no todos tenían una madre tan amorosa que horneaba galletas todos los días o un padre tan maravilloso que los enseñase a cabalgar o que los acompañara a mirar películas durante horas, tampoco podía imaginar que no todos los niños tenían la suerte de tener a cientos de tíos que estaban dispuestos a matar por ellos y menos que existían personas tan dañadas que no les importaba herir a sus propios hijos, a la sangre de su sangre.

Sin embargo cuando me di cuenta de ello supe que si yo llegaba a tener la oportunidad de ser madre, les daría todo lo que mis padres me habían dado, les entregaría todo mi corazón y les enseñaría a amar como mi madre me había enseñado a mí. Les enseñaría la misma frase que mi madre me había dicho cientos de veces "Tienes una galaxia entera en ti, no dejes que nadie te la quite, está bien apagarse por unos días, así cuando vuelvas a encenderte tu brillo será mil veces más intenso", les enseñaría que tener miedo estaba bien siempre y cuando siguieran avanzando sin detenerse; me había hecho esa promesa porque realmente la ilusión de ser madre siempre había estado en mi corazón y no quería que ningún niño sufriera el abandono de sus padres,

Sólo tú. Mi dulce tormento.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora