Capítulo 44.

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Feliz noche de bodas, amor

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Feliz noche de bodas, amor.

"También es mi primera vez, siente como tiemblo, ya ves tuve sexo mil veces pero nunca hice el amor."~RICARDO ARJONA


Cuando me da la vida nos enseña que lo que estamos viviendo realmente un sueño, porque es todo aquello que estábamos imaginando pero que no sabíamos que podíamos tener, al ser humano le encanta sentir que toda su vida está en paz, que las estrellas se han alineado a su favor y que por fin podrán tener felicidad; el destino de vez en cuando le gusta cumplir los caprichos de los seres humanos, le gusta que lo vean como un héroe y que realmente piensen que él puso todo lo malo en su camino para que pudieran disfrutar lo bueno al final.

Realmente durante toda mi vida creí que el destino jamás me pondría al frente de alguien que me amara completamente, que siempre habría una barrera que impediría que yo pudiera ser feliz y quizás se debía a todo lo que me habían dicho a lo largo de mi vida después de lo ocurrido con Stefan, realmente creí que tendría que morir sola y que nadie se preocuparía por mí además de mis padres, que si ellos en algún momento llegaban a faltarme yo no tendría a nadie más que estuviera a mi lado y por supuesto que no deseaba estar sin mis padres, pero si al destino se le antojaba jugar, sabía que en algún momento podía arrebatármelos, pero en ese momento sabía que no me quedaría completamente sola, pues ya tenía a alguien o álguienes que me amarían.

Extrañamente siempre creí que cuando llegara el amor a mi vida llegaría a montando un caballo, quizás era porque me encantaba la lectura y siempre había amado los cuentos clásicos, me encantaba ver los finales felices porque me imaginaba que en algún momento yo podría tener mi final feliz, no un final en donde se resolvieran mis problemas mágicamente, por qué sabía que en la vida real nada se resolvía con magia, pero un final feliz para mí era tener a alguien que me amara sobre todas las cosas y estuviera dispuesto a quemar el mundo por mí, tanto como yo estaba dispuesta a hacerlo por quienes amaba.

Claro que lo único de la literatura que odiaba era Romeo Y Julieta, no podía sacrificarse todo por un amor, aunque en mi ausencia había logrado identificarme con ellos, entendí por qué se habían sacrificado al creer que el otro estaba muerto, realmente era toda una tortura no poder vivir al lado de quien amas.

Cuando planeé dejar de buscarlo porque de alguna forma realmente me sentía dañada y no merecedora de amor, fue cuando ellos llegaron a derrumbar todas mis creencias y barreras que había puesto para no salir lastimada, las barreras que yo misma había construido para no sentir que mi alma se rompía cada que alguien pisoteaba mi corazón, yo sabía que había un motivo por el que jamás había podido entregarme completamente a John aunque hubiese sido un bastardo como amante, en sus pequeños momentos de romanticismo me demostraba que podía ser un hombre realmente bueno, pero jamás pude entregarme completamente.

Cuando ellos reaparecieron en mi vida, mi corazón los reconoció a pesar de que yo no tenía idea de que ellos eran los hombres que me habían quitado la virginidad hermosamente, mi corazón supo que eran ellos e inmediatamente se aferró a quererlos en mi vida, porque solo con ellos podíamos ser felices.

Sólo tú. Mi dulce tormento.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora