Resumen de la historia de este pequeño escritor.
Desaparecí usando la magia de Valentine, sin saber dónde llegaría, me lancé a la piscina sin flotador.
Y me hundí.
Casi muero aplastado por un oso gigante.
Si no fuera por esos mercenarios que me ayudaron amablemente habría sido mi fin.
Los hombres corpulentos tienen un buen corazón, me adoptaron como un hijo, me dieron de comer y me enseñaron técnicas de escapes.
Al principio pensé que me iban a robar o matar.
Solía vivir en latinoamérica, el temer por tu vida era el pan de cada día.
Pero sorprendentemente estos tipos me ayudaron sin pedir nada a cambio.
Me quedé unos años viviendo con ellos mientras leía y aprendía de magia. Un día un viejo estaba siendo acorralado por un noble y yo fui a su rescate como un héroe sin capa.
Era el maestro de la torre.
Me sostuvo de mi ropas y me acogió diciendo que tengo talento y otras cosas más que olvidé.
La despedida con mis amigos mercenarios fue triste pero juramos volver a hablar.
Les di un dispositivo de comunicación en caso de que necesitaran ayuda. Mientras el viejo me enseñaba con furor yo aprendía rápidamente de el.
Ese viejo estaba más loco que yo.
Luego me di cuenta que esto fue parte de su plan. El quería que yo me hiciera cargo de la torre cuando terminara de aprender, para que simplemente el se vaya de vacaciones.
Ahora soy el Maestro de la Torre.
Creí que sería el vice-maestro pero el viejo loco me dió todo.
Me lo entregó sin más.
¿Debería considerarme afortunado?
¡Para nada!
Todo es trabajo, trabajo, y más trabajo.
Me volveré loco.
Al menos no me han encontrado y no he vuelto a aparecer en el imperio por 10 años.
Eso es un logro.
Nikolay ya se debe haber casado. A sus 15 me asesina, en sus 18 mata a la víbora y a sus 20 se casa.
5 años con la protagonista principal.
Me siento orgulloso, mis bebés crecen tan rápido.
Sonrío.
Debe creer que soy un loco que le gustan los hombres.
Me río.
-¡A mí me gusta todo! ¡Hombres blancos, o de chocolate, mujeres, morenazas, lo que caiga en la olla!
Mi asistente me mira como si estuviera loco.
El niega con su cabeza.
-¿Y a ti que te gusta Edward?
-La tranquilidad.
¿Que intentas decir con eso?
-¿Está seguro que no es el hijo del anterior Maestro de la torre?
¡No lo soy!
-¿Quien quisiera ser el hijo de ese viejo?
-Son iguales.
Suelto una carcajada fingida mientras cierro la puerta saliendo hacía el pasillo, me estiró y llamo a mis amigos mercenarios.
Quiero comer con ellos.
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El plan de escape del hermano menor
FantasyOlvídalo loco. No me quedaré a ser asesinado o a intentar cambiar al protagonista masculino. Así que... Cómo dice el corazón en la maleta. ¡Y yo me voy! ¡Adiós, me fuí! ¡Y no me importa! Quedense con el cliché de porquería que creé. Prefiero irme...