Valentine
El carruaje sigue un camino de piedras, no puedo usar mi poder innecesariamente o ya me habría teletransportado. Victoria sonríe al verme, en su cara puedo ver qué trae buenas noticias.
-¿Y? ¿Que es?
Ella juguetea con sus manos, puedo notar un anillo de diamantes en su dedo anular.
-Las iglesias fueron quemadas, el obispo no sabe que paso dar.
-Eso no-digo observando el anillo, ella me lo muestra con una cara de alegría jamás vista.
-¡Lavier me propuso matrimonio!
-¡Felicidades!-grito de emoción como ella.
-Autor. ¡Voy a casarme! Por fin...tendré una familia. Después de esto, espero no volver a hacer trabajos sucios.
Asiento con mi cabeza.
-Gracias por decirme mal jefe.
Victoria se ríe un buen rato.
-No me refiero a ti, seré tu ayudante siempre, pero ya sabes, es un poco cansador.
-Lo entiendo, yo también quiero terminar con esto.
-Ah, también averigüé, Lavier viajó a un lugar extraño, dónde su maldición fue rota, no sé cómo lo hizo, solo lo ví escrito en su diario.
-¿Un diario?
-Si, más bien, un libro mencionando la maldición en su sangre y como la rompió después de ir a ese lugar, también sales tú, su salvador.
Acaricio mi barbilla.
-¿El leyó ese libro?
-Si, Lavier lo hizo cuando lo encontró.
Si hubiera sabido que había escrito ese libro no le habría borrado la memoria, admito que fue una mala decisión.
-Por cierto-me dice-autor. ¿Has comido? No te he visto comer desde...
Enderezo mi cuerpo.
-No lo he hecho-no le mentiré a Victoria-además, no me he sentido bien.
Rasco mi cuello nervioso.
-¿Te refieres a esas grietas negras que se extienden hacia tu cuello? ¿Que tanto has usado tu poder?
-Intento contenerme.
-Autor, tienes que alimentarte, y cuidar tu salud-ella me sonríe-quiero que seas el padrino de mi hijo.
Dejo de rascar mi cuello quedándome estático.
-¡¿Tu...?!...¡¿Ese bastardo?!
-¡No mal pienses!-se ríe-en el futuro quiero ser madre, y quiero que tú, seas su padrino.
Ya me había cabreado, Victoria aún luce como una niña, se que es una mujer adulta pero en mis ojos solo veo a una chiquilla inexperta.
-No asustes, realmente creí que...-Victoria cambia su semblante a uno serio, yo corro la cortina para mirar hacia afuera, el carruaje de ha detenido, y se que aún no hemos llegado al destino.
-Es extraño-menciono-¿Dónde está el cochero?
-¡Autor!-el grito de victoria me sorprende, ella sostiene mi brazo jalandome hacia su cuerpo, el lugar en el que estaba ha sido quemado.
-¿Que...?-apenas puedo decir una palabra antes que ambos saliéramos del carruaje a toda prisa.
En unos segundos ha comenzado a arder en llamas.
-¿Por qué esto...?-no puedo explicarlo, el carruaje se ha incendiado de la nada.
-Ahí está el cochero-apunta Victoria a un lado de un árbol, el cochero tiene sus ojos idos-Autor. ¿Alguna vez has visto una película de zombie? ¿Cómo The Walking Dead o estación zombie?
-No es hora de nombrar películas de terror Vic.
-Si..., creo que no deberíamos aumentar el miedo.
Ambos nos miramos, no entendemos porque el carruaje se incendió y porque el cochero está actuando como un zombie.
Veo a Victoria ponerse frente a mí con sus navajas. El cochero avanza hacia nosotros con lentitud.
-Esto da mala espina-susurra Vic.
-Pienso igual, es extraño.
-Autor, acabaré con el.
-No, el cochero es una buena persona, solo noquealo, y lo llevaremos con nosotros.
Ella me mira sin creer lo que digo.
-Hey, a veces puedo ser bueno.
-Me sorprendes-comenta para luego reírse.
¿Mm? El cabello de Victoria muestra unas cenizas. ¿Estará sucio?
-¿Te has bañado? Tu cabello...
-¡Oye! ¡Eso no se le dice a una dama!
-Vic, el zombie-ella corre hacia el y lo noquea con el mango de su cuchillo.
-Mira, soy tan genial-se acerca al cuerpo para hacerle burla-Cochero Zombie~
Niego con mi cabeza, Victoria no puede ser seria en los peores momentos, un aire frío pasa por mi lado, miro un polvo dorado viajar al cuerpo del tipo.
-Vic, aléjate, ese polvo...
-¿Que polvo?-me pregunta-¿Estás bien?-ella avanza hacia mí dejando a sus espaldas al cochero.
-¿No lo viste? Era un polvo dorado, viajó al cuerpo del...-¿Que? ¿Y el cuerpo?-no está.
Victoria esta por darse la vuelta antes de ser apuñalada por una espada en su pecho.
-¡Vic!
Ella toca el lugar sangrante.
-Autor...corre...
La espada desaparece junto al cuerpo del cochero convirtiéndose en un polvo dorado.
-No...no...Vic...
En mi brazos sostengo a Victoria, haciendo presión en su herida.
-Espera...yo, vamos con Flolix, el...
Victoria sostiene mis manos.
-Ha perforado...mi pecho...no me podrá salvar.
-No, Flolix es un médico de nuestro mundo, el si...
Aunque victoria está sorprendida por la está revelación, ella me dice que mire sus manos.
Están desapareciendo.
-No... Vic, tu no...no puedes, tienes que darme un sobrino, ¿No dijiste que querías ser madre? ¿Que te casarías con Lavier? ¿Lo dejaras solo? No puedes, tienes que aguantar.
¿Por qué está desapareciendo...?
Por un momento recuerdo las palabras de Asmodeo, y la advertencia de volver a mi mundo creado.
Las lágrimas caen por mis mejillas al saber que no puedo hacer nada para salvar a victoria, si le hubiese hecho caso a Asmodeo, ella no...
-Lo siento, lo siento, Vic, lo siento.
-¿Por qué...te disculpas...? Cof...
La abrazo acariciando su cabello rubio.
-Te salvaré, se que puedo hacerlo.
-No lo hagas, o tu....
Victoria desaparece dejando una mariposa volar, la atrapó antes que escapé entre mis manos, con mi poder divino creo un frasco, la luz azulada en mi ojo derecho empieza a brillar, y aunque mis extremidades queman y mi alma se a presiona no suelto el alma de Victoria hasta dejarla encerrada en el frasco de vidrio.
-Vic...-toso dejando un sangrado en mi mano, veo mi reflejo en el frasco de vidrio, las grietas negras se han extendido hasta la mitad de mi rostro.
-¿Autor?-escucho su voz antes de desmayarme.
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El plan de escape del hermano menor
FantasyOlvídalo loco. No me quedaré a ser asesinado o a intentar cambiar al protagonista masculino. Así que... Cómo dice el corazón en la maleta. ¡Y yo me voy! ¡Adiós, me fuí! ¡Y no me importa! Quedense con el cliché de porquería que creé. Prefiero irme...