Chapter 85

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Camino hacia el cuerpo del dragón, quitando el colgante con la llave de su cuello. Flolix ha entrado al palacio para hacer una videollamada con el Obispo. Veo la silueta de Ludwing aparecer, el se tapa la boca viendo el cuerpo del dragón.

-Tu...¿Tan rápido?

-Fue fácil agarrarlo con la guardia baja-le miro-confío demasiado rápido.

Quizás, le recordé mucho a ese tal Yucheng.

Enfrió mis ojos al escuchar ese nombre de carácter chino. ¿Habrán más personas de mi otro mundo en este?

-¿Te dijo algo sobre la maldición de Lavier?

-Es hereditario.

-Lo sabía, mi pobre hermano fue manipulados por ellos.

Mis palabras se quedan en mi garganta, Ulises es un traidor, puede que haya amado a su hermano mayor, pero no tanto como amar el trono. Y como no tenía la fuerza para matarlo se involucró con la iglesia, de esa forma su lamento no sería tan grande. Pero gracias a su ambición toda su línea de sangre quedó maldita.

Tampoco sé si hay una forma de romperla.

Espero que con la muerte del Cardenal no siga está maldición vigente.

-Ludwing, ¿Cuánto darías por tu hermano menor?

-Mi vida, mi existencia.

Mierda...

-Esta bien, mientras estemos vinculados, protegeré a Ulises.

Porque una vez que te vayas, lo mataré con mis propias manos. El sufrimiento de Ludwing, se ha quedado marcado en mi pecho tan profundo que me es imposible soltarlo.

Realmente, no soy una persona bondadosa.

-¿Cómo va lo que ordené?

-Bien, las iglesias más lejanas han sido quemadas, solo queda la de la capital.

-¿Y victoria?

-Esta en camino, desea hablar contigo.

Cómo el dragón verde está muerto Victoria ya está lejos de peligro, al fin puedo soltar un suspiro.

Asmodeo.

Esto se ha hecho eterno, siento que no terminaré nunca. Creí que el limbo sería algo en la nada por lo que tendría que caminar buscando almas para redimirlas, no hacer atención al público.

Soy el gran Asmodeo, el Demonio de la lujuria, no puedo creer que caí tan bajo.

-¿Nombre?-pregunto por milésima vez.

-Roger.

-¿Pecado?

-Me cogí a un caballo, bueno, más bien, el me...

-¡Basta! Puerta 16.

Golpeo mi cabeza con el escritorio.

-Ya no quiero más...

Tin tin, suena la campana que me dice que hay otra persona, de mala gana pregunto sin mirar.

-¿Nombre?

-Azael.

¿Mm?

Me parece conocido ese nombre.

-¿Pecado?

-Vivir.

¿Eh?

Le miro, cuando lo hago mi alma se congela.

-¡Dios!-grito pegando un salto.

-No lo llames idiota.

El apunta con su dedo índice hacia una puerta negra, sin números, y sin manilla. No pregunto y le sigo con obediencia. La puerta se abre automáticamente y yo tomo asiento después de el.

Observo el escritorio limpio y ordenado, a mi alrededor solo me acompañan estantes con cientos de libros.

-¿Este es...?

-Si, mi lugar de trabajo.

Carraspeo.

-Yo estaba haciendo lo que me pediste, solo que la anterior alma...

-No me interesa-dice mirando un sobre-necesito que entregues está carta.

Lo veo poner su firma en el, cuando leo el nombre del destinatario me niego con todas mis fuerzas.

-¡¿Estás loco?! ¡Me matará si le entrego tu carta! ¡Seré Demonio muerto!

-No es gratis.

-Mira, se que me dejaste que le escribiera a Valentine, y que tú fueras su mensajero, y te lo agradezco, pero, lo que me pides es imposible. ¡El te quiere muerto! ¡Te odia! No quiero morir en tu lugar.

-Solo tienes que encontrarlo y dejarle está carta, después de eso puedes ir por Valentine.

-No, no lo haré, yo esperaré los 3.000 años en este infierno. Quiero que Valentine me vea vivo y hermoso.

No golpeado y al borde de la muerte.

-Se los problemas familiares que tienes, pero te pido, te imploro que no me arrastres contigo.

Este tipo asesinó a su cuñada y a su sobrino, su hermano no es capaz de perdonarlo.

¿Y me quiere enviar para entregarle la carta? Cuando vea el nombre y la firma del remitente querrá matar al mensajero.

-Valentine no puede esperarte esos 3.000 años.

La sala se hace silenciosa derrepente, un sudor frío llena mi cuerpo.

-¿Cuánto...cuánto tiempo...?

Diablos, no puedo hablar.

-¿Valentine morirá?-pregunto con miedo.

El no responde a mi pregunta.

-Solo entrega la carta, y apresúrate a verlo.

Le arrebato la carta de las manos, me acerco a la puerta, está se abre y antes de irme le pido un favor.

-No lo dejes morir mientras estoy fuera.

-Te dejaré despedirte.

Maldición Valentine, tu mala suerte te persigue incluso hasta la muerte.

La puerta me guía a un pasillo y en mi camino me encuentro a un niño de ojos diferentes, el lame una paleta moviendo sus pies. En su mano trae una esfera jugueteando con ella.

-Niño. ¿Estás perdido?

El sonríe de forma espeluznante.

-No. ¿Que hay de tí?

-Un poco-respondo rascando mi comisura.

El pequeño mira detrás de mí.

-¿Es mi turno de entrar?-pregunta.

Me doy la vuelta para ver qué Muerte está en la puerta, el niño de ojos diferentes lo mira con desagrado y quizás, un odio profundo.

-Hermano menor-llama-tenemos que hablar.

¿Hermano menor? Doy un paso hacia atrás mirando entre Muerte y el niño. Si el niño le llama hermano menor eso quiere decir...¿Que es Destino?

Porque a Creación yo tengo que buscarlo y entregarle el sobre.

-Entra-ordena Muerte-y que sea rápido.

-Creí que los asesinos tenían todo el tiempo del mundo-menciona con burla antes de avanzar hacia Muerte.

Yo me hago el ciego, el sordo y el mudo,  sigo mi camino sin mirar atrás, tengo que encontrar lo más rápido posible a Creación, para salvar a Valentine.

Tine, yo te protegeré.

El plan de escape del hermano menorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora