Chapter 56

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Ignoró sus palabras fingiendo que no lo veo, el se cruza de brazos poniéndose frente a mí, mirándome fijamente.

-¿Y bien? ¿Planeas hacerte el idiota?

Suspiro.

No cambia, da igual si su apariencia es lo más bello que hay, su personalidad sigue siendo una mierda.

-¿Por qué maldices con esa boca tan linda?-pregunto.

El se queda sin comentarios.

Su mano se dirige de manera inconsciente hacia sus comisuras.

¿Ya dije que me encanta que haga eso?

-Oye, Demonio, ¿Puedo besarte?

Observó como retrocede nerviosamente.

-¿Que le pasa a este humano...?

Carraspeó aliviando mi vergüenza.

No tuve que haber hablado en voz alta, el no me conoce.

Además está mi apariencia...

-No importa, te lo pediré una vez que vuelva.

Estoy seguro que el Asmodeo de mi tiempo si me lo dará.

Pero...

-Humano, es normal que al ver mi maravilloso rostro sientas tentación pero...-agarro sus ropas, me pongo en puntillas y le doy un piquito en los labios rosas.

-Perdón, necesitaba eso-susurro aún cerca de el.

Lamo mis labios riéndome en voz baja.

Su expresión desconcertada es divertida, por supuesto no dura mucho porque Asmodeo me apresiona contra el árbol y me besa abriendo mi boca con solo su lengua, mis manos buscan su cuerpo encontrando sus glúteos que son más firmes que los de Nikolay.

Obviamente los toco hasta llegar a su espalda ancha y arañar su ropa.

Lo sabía, es perfecto.

-Mm...As...

Joder, hasta el Asmodeo antiguo tiene la manía de asfixiarme.

Intento cortar el beso por al menos unos segundos.

El se da cuenta y corta el beso para luego seguir por mi oreja, sus mordidas produce una sensación extraña en mi cuerpo.

-No... ahí...ah...si...

Su cabeza se aleja y los ojos azulados me miran extrañado, es una pena que haya cortado tan de repente nuestro contacto.

¿Cuando volvería a tener una oportunidad con la verdadera apariencia de Asmodeo?

-Humano, eres raro.

-Lo sé, tu solo sigue, no me escuches por favor, en estos momentos hablo idioteces.

El termina de darme un pequeño beso como el que le dí antes.

-Es extraño, después de besarte me hace querer más, eres un peligro, humano.

Acomodo sus lentes besando el lugar de su lunar, el cierra el ojo cuando lo hago, y su color marino brilla al mirarme.

Tan intensamente...

-Es un alivio que no tenga está vista todos los días.

Me volvería loco.

-Adios, Demonio.

Su mirada sorprendida, y las manos vacías intentan sujetarme.

Pero de alguna forma, sabía que sería así, cuando la escena cambia, ningún poder sirve para detener el poder del diario.

El plan de escape del hermano menorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora