Chapter 63

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Valentine

Sigo sentado en el sillón, intenté comunicarme con Victoria o con Lenox, lamentablemente me dice que no hay cobertura.

Ni que fuera una telefonía móvil.

La Demonia solo se ha dedicado a sonreírme de manera extraña, se que ella sabe algo, aunque no quiera decirmelo.

Asmodeo brilla por su ausencia.

Otra vez.

-Mierda...-murmuro.

-¿Quieres hacer un contrato conmigo?

-No.

Su sonrisa falsa se quiebra al escuchar mi respuesta.

-¿Estás seguro? Si hacemos un contrato, podrías tener muchos beneficios chico.

La ignoro cerrando los ojos.

Dormiré un rato, de todas formas lo que me habla es innecesario.

-El demonio te dejará.

Los abro, dándole una mirada fría.

-Tal como lo hizo en el pasado.

-Sigues diciendo estupideces...

-No lo son, ¿Por qué no le cuentas Ludwing? Por tí también sintió algo.

A mi lado Ludwing se muestra indefenso, hundiendo su rostro en sus rodillas.

-No quiero hablar...

-Fue capaz de abandonarme por este mocoso.

-¡Intentaste matarme!-grita al mirarla.

-No tuve que haberlo hecho, al fin y al cabo, tu gente cercana se encargó de eso jajajaja.

Los dientes de Ludwing se aprietan con fuerza.

-Calma-le toco su cabello azabache, el se quita la venda de sus ojos galácticos.

-Mira mis ojos, recuerdalos porfavor, porque alguien me los robó.

-¿Que?

-Alguien profanó mi cuerpo y robo mis ojos. Valentine, ayúdame a encontrarlos, eres...con el único que puedo contar.

Oh...

-¿No quieres nada más?

-¿Eh?

Joder, se me salió.

-Dejalo, yo los encontraré por ti.

-¿Que planeas Ludwing? ¿Para que necesitas tu cuerpo?

Los ojos galácticos viajan entre la Demonia y yo.

-Quiero salvar a alguien-me mira profundamente-cuando esa persona muera, quiero dejarle un escapé...

Es un buen chico.

¿Quien será esa persona?

-¡Autor! ¡Adivina lo que encontré...! ¿Eh? ¿Y ese niño tan guapo?-Victoria mira a Ludwing y luego los papeles en su mano-¿Es el hijo del principe Ludwing? Se parecen...pero el no tuvo hijos...-ella da un paso hacia atrás-¡Un fantasma! ¡Cuidado su alteza!

Me río mientras Ludwing coloca su venda en sus ojos.

-Adiós Valentine.

-¡No te vayas encontré algo tuyo!-grita victoria-quítate la venda, encontré unas joyas como el color de tus ojos en la habitación del Obispo.

El plan de escape del hermano menorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora