Chapter 94

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Aunque me dan unas enormes ganas de golpearlo, le acepto el ramo y los dulces.

Solo estoy siendo cortés.

Asmodeo se sienta a mi lado, mostrándome un pie de limón, el corta un pedazo preguntándole a Muerte si desea comer, el cual rechaza diciendo que no es feliz como para comer dulce.

-¿Te gusta lo amargo?-mi demonio pregunta, el joven muestra una pequeña sonrisa-hablo de los alimentos.

-No estoy pensando en nada más, si entendí tu pregunta. Y si, me gusta lo amargo.

Abro mi boca esperando que el trozo de pie llegue volando hacia ella, Asmodeo parte un trozo pequeño y lo deja en mi lengua. Apenas lo trago acerco mis labios a los de el, nuestro beso se profundiza cuando me jala de ambos brazos hacia su cuerpo, la lengua con sabor a cereza choca con lo ácido del limón provocando que mi boca deseé más tacto.

Empujo el cuerpo de Asmodeo al sillón olvidando completamente que no estamos solos.

Mis manos viajan de su pecho hasta el cierre de su pantalón. El bulto se hace más grande al sentir mi tacto.

Un Asmodeo excitado deja de besarme apuntando al joven de cabellos negros, su mirada penetrante y sonrisa siniestra apunta la puerta.

-Fuera.

Una palabra es suficiente para que Asmodeo se separe de mí despidiéndose de un beso.

-Nos vemos Tine.

Sigo sus pasos hasta que atraviesa la puerta, me pongo triste al ver que no estará conmigo quien sabe cuántos días.

Tuve que aguantar las ganas.

Veo las sombras abrir, y mi rostro se ilumina, quizás, quizás olvidó algo o tiene una forma de convencer a Muerte.

Pero contrario a lo que pensaba mi sonrisa se destruye al ver a un sujeto de cabellos negros y ojos diferentes.

Uno rojo y el otro verde.

-¿Quien...?-pregunto hasta que el sujeto pasa por al lado mío, sin siquiera saludar.

-Hola, asesino-llama a Muerte.

-Destino.

-¿Cómo va lo que te pedí?

Giro mi cuerpo mirándolos a ambos.

Muerte le muestra el frasco y la esfera agrietada. El sujeto desconocido toma la esfera mirando a través de la luz. Sonríe falsamente y se la lanza a Muerte, quien la atrapa evitando que caiga.

-No la lanzes, está muy débil y...

-¿Y que? Sigue lo que te pedí sin comentarios inútiles, asesino.

Muerte deja la esfera sin responderle al sujeto molestoso, yo camino hasta el sillón comiendo las delicias.

-¿Quien es ese?-pregunta por mí.

-No te metas-responde con frialdad.

-Vaya, así que sabes responder de esa manera, hermanito menor.

¿Son hermanos? No sé parecen en nada.

-La alma está a punto de desaparecer. ¿Quieres que la cure con mi poder o...?

-No-destino le muestra su brazo desnudo-hazlo con el 50% de mi poder, no quiero que esté emparejado con un asesino.

Muerte ignora las últimas palabras.

-¿Con el 50%? ¿No crees que es mucho? ¿Es tan importante está alma humana?

-Si no quieres que haga preguntas por el mocoso que está sentado, entonces no hagas preguntas por está alma.

Mientras el poder de Destino es extraido, entran en un dilema de como hacer renacer el alma. Hasta que se me quedan mirando.

Me apunto a mi mismo.

-¿Yo?

Muerte me dice que venga con una seña en su mano, camino hacia ellos obedientemente. Al quedar frente a Muerte el me ordena revivir el alma.

Por alguna razón estoy incómodo.

Digo, ellos tienen altas expectativas, y yo no sé cómo revivir un alma, solo tengo mis recuerdos de cuando fuí humano.

-No se cómo hacerlo-menciono.

Destino mira a Muerte en busca de respuestas.

-¿Por qué el sabría?-pregunta.

-Es la piedra de la reencarnación-contesta mirando al molestoso de su hermano.

-Si es así. ¿Por qué no sabes?

-No tengo mis recuerdos de cuando era una piedra.

Por ende no se hacerlo, además, tampoco quiero ayudar a este tipo.

Muerte parece pensar en algo, me dice que me acerque, yo lo hago y el toca con su dedo mi frente, sintiendo una corriente caigo al piso desmayado.

Lector omnisciente.

Ambos seres existenciales se quedan mirando al joven desmayado, Destino se apresura a ver su condición. Mientras el otro se pregunta sí fue muy duro.

-¿Que le hiciste?-carga al muchacho hasta el sillón-¿Por qué se desmayó derrepente?

-Sus recuerdos tienen que volver.

-¿Volverá como el mismo?

-Puede ser.

Destino le lanza una mirada fría, a veces su hermano suele actuar sin pensar en como se sentirá la otra persona.

Un jalón en su manga le hace sobresaltar, el niño le está sujetando con fuerza, es probable que los recuerdos no sean de todo bueno.

Mirando el cabello blanco del joven frente a el le hace recordar a su hermano mayor.

-¿Por qué se parece a Vilius?

-El ayudo en parte de su creación humana.

Destino intentó que la mano del mocoso dejara de sujetarlo, pero el amarre se hacía más fuerte.

-No me quiere soltar, ayúdame.

Mientras Muerte salía de su escritorio para acercarse, las palabras de Valentine les hizo sentir un escalofrío.

-Papá les ayudará...

El plan de escape del hermano menorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora