Sonrió felizmente.
-Cierto que lo es-mis ojos se enfrían-tanto que fue capaz de apuñalar a un dragón.
Lenox suspira.
-Eres igual a tu padre.
Me acerco a mi asistente.
-Perdón Edward, creí que estarías bien.
Tuve que haberme venido como sea.
-Estuvo bien, hasta lo disfrutó.
-¡Voy a arrancarte tus herederos maldito reptil!
-No los necesito, dudo que me des uno.
Mi asistente se pone rojo tomando su espada.
-Mejor empiezo por tu lengua.
Lenox se ríe mientras se cura, después se lame los labios.
-¿Seguro? Soy bueno usando la lengua, ¿No lo sentiste hace un momento?
Puedo ver cómo se le sale la vena del cuello a mi asistente.
Le quitó el arma a Edward pidiendo que la guarde, también regaño al dragón diciéndole que se cure. Mi asistente esta a punto de explotar en rabia.
Jamás lo había visto tan enojado, siempre es un chico tranquilo que evita meterse en problemas.
¿Que rayos le hizo?
Por lo que veo, solo tuvo que haberle dado unos chupones, y quizás un beso...
Su ropa está desordenada, como si se la hubiesen intentado quitar.
-Dragón.
Lenox me mira.
-Si quieres tener a Edward debe ser con su consentimiento.
El sonríe maliciosamente.
-Si no...supongo que tendré que conseguirme uno nuevo.
Su sonrisa se rompe al ver que apunto con la espada a Edward en el cuello, mi asistente se sorprende por esta acción.
¿No se te olvida Lenox?
Soy el autor.
Es mi decisión si los personajes tienen su final feliz. ¿No?
Lenox llega rápidamente sosteniendo el filo de la espada.
-Perdón, no volverá a suceder.
Miro esos ojos azules desgarrados.
-Todo será con el consentimiento de Edward, se lo prometo.
Lenox saca una medalla mostrando el grabado.
"Una promesa de por vida"
-Suelta la espada-le ordeno.
El no me hace caso. ¿Temes que lo asesine? Que lindo.
-No mataré a mi asistente, es una buena persona.
La indicada para hacer varios trabajos.
Lenox la suelta y yo le entrego la espada a Edward.
-Lamento haberte asustado.
Edward está temblando, evita mirarme a los ojos.
Pero desde el principio no iba a matarlo, solo quería darle una lección al dragón.
-Edward-me agacho para mirarlo.
Sus ojos están humedecidos.
¿Lo hice llorar?
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El plan de escape del hermano menor
FantasyOlvídalo loco. No me quedaré a ser asesinado o a intentar cambiar al protagonista masculino. Así que... Cómo dice el corazón en la maleta. ¡Y yo me voy! ¡Adiós, me fuí! ¡Y no me importa! Quedense con el cliché de porquería que creé. Prefiero irme...