Chapter 93

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Abro mi boca saboreando el dulce sabor de la torta de manjar, pido más cuando termino de comer.

-Dí, Ah...~-dice Asmodeo.

-Ah...~-abro mi boca dejando entrar la cuchara en ella.

¡Extrañaba su comida!

-Espera que salga de este lugar, quiero probar otro tipo de postre-suelto sin vergüenza.

-Uno...¿Con carne? Ya sabes. ¿Grueso, grande y largo?-Asmodeo me sigue el juego con su voz sexy.

Muerte nos mira con una expresión extraña, nos deja de mirar cuando empezamos a soltar estupideces, sus dedos pálidos se concentran en arreglar su espada.

-Eres tan sexy...-sonrío cerca de su boca.

-¿Podrían intentar guardarse las ganas? Estamos en mi lugar de trabajo, no en un hotel.

Asmodeo sonríe ante su regaño.

-¿Nunca has tenido sexo en un escritorio?-pregunta el desvergonzado.

Muerte deja caer su herramienta y la espada chilla unos segundos. Los ojos grises lo regañan con la mirada.

No lo hagas enojar, o me quedaré sin amante.

-Voy a echarte-amenaza.

-Lo siento, mi pregunta fue inadecuada.

Golpean la puerta y Muerte abre con sus sombras, un sujeto de cabellos oscuros y ojos grises claros se presenta ante Muerte.

-Cuarto anciano-dice Muerte sin mirarlo-¿Que buscas?

El cuarto anciano me sonríe, Asmodeo se pone de frente, le golpeó a un lado diciendo que me deje mirar.

-¿No puedo visitar a la persona que me gusta?

Asmodeo y yo nos miramos.

-¿Están saliendo?-pregunto en un susurro.

-¿Que se yo? No escuché nada sobre esto-contesta de la misma forma.

Muerte se quita los lentes con los que solía ver la espada, deja su herramienta a un lado.

-¿Tienes el documento?

-Siempre tendré todo para tí.

La mano pálida se extiende.

-¿Y? Dámelo.

El cuarto anciano sonríe, dejando el documento en las manos de Muerte. Me siento mal por el cuarto anciano, se ve miserable en estos momentos.

-¿Que dice aquí?-pregunta Muerte, una sonrisa astuta permanece en los labios del cuarto anciano.

-¿Dónde?-se acerca a un lado de Muerte, tan cerca, que me causa intriga por lo que hará después.

-Aquí, está borroso-Muerte gira su rostro, aunque nota la cercanía no se pone nervioso-¿No ves lo difícil que es mirar?

Olvídalo, si está nervioso, sus palabras no tienen coherencia. 

-¿Lo difícil que es mirar?¿Que es difícil?-los dientes blancos del cuarto anciano son notorios, su sonrisa se intensifica al ver lo nervioso que está muerte.

Asmodeo me ofrece unas palomitas.

Abro mi boca y el me da de a poco, sigo mirando al zorro astuto sin hacer ruido.

-Digo...leer.

-¿Es difícil para tí leer? ¿O el concéntrarte?

Muerte evita mirarlo.

El plan de escape del hermano menorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora