Dejo al bebé en la cama de una de las habitaciones, a Ludwing se le olvidó completamente que su corazón lo tiene una quimera criada por la iglesia.
Por mi lado estoy tranquilo, el cuerpo de Ludwing me sirve con o sin su corazón, puesto que la piedra cubre esos estándares. Solo que me demoraré un poco más.
Es una pena.
Al menos quería recuperar lo que era suyo, no creí que terminaría gustandondole el enemigo.
Cuando ese demonio sea mayor...
No quiero ni imaginarlo.
-Papá, di pa...pa...
Dejo el frasco con Victoria en la mesilla.
-Vic, yo, necesito que vueles hacia mi pendiente colgante-le hablo esperando que me entienda, recuerdo haber escuchado su voz antes de desmayarme.
-Autor, no puedo, algo me lleva para volar lejos.
Debe ser la muerte.
-Te ayudaré con eso, solo vuela hacía mi.
Ella aletea, yo abro el frasco, la mariposa lucha por no seguir a la muerte y vuela hacía mí, yo provoco una corriente de aire que la guíe.
Cuando ella llega, el pendiente brilla de un color azul dejando entrar a victoria.
Mi corazón palpita con fuerza, y vuelvo a toser sangre, Ludwing se me acerca preocupado.
En el reflejo del frasco la apariencia del obispo se ha ido, y las líneas negras se han extendido hasta mi ojo izquierdo.
-Estoy bien-miento intentando calmarlo.
-Pero la sangre y...
Las palabras de victoria lo interrumpen.
-Autor. ¿Tienes algún plan?
Me tiró al sillón con pereza.
-Vic. ¿Quieres poseer el cuerpo de un hombre? Solo será hasta que consiga uno para tí y...
-Mi pregunta no era sobre eso pero...¿Es guapo?
-¿Solo te interesa la apariencia?
-Si-contesta de inmediato.
-Lo es-digo cerrando los ojos-el es el hermano de Julia, su cuerpo ha sido reparado por completo.
-¿Seré tu tío?-escucho su voz burlesca en mi oído.
Me río, Ludwing niega con su cabeza al vernos actuar con normalidad. El vuelve donde el bebé quimera para hacerle gracia.
-¿Que ocurre con el alma de ese cuerpo?-me pregunta Vic.
-Se suicidó.
-¿No quedaré atrapada?
-Lo dudo, porque tú alma está en el pendiente, mientras el cuerpo lleve el pendiente podrás poseerlo.
Es una posesión no una transmigración, creeré en las palabras de esa anciana ya que es capaz de preveer el futuro.
Además victoria no me ha podido poseer porque mi alma es demasiada fuerte, o ya estaría bajo su mandato.
-Bien, hagamos lo que dices.
Me levanto, dejando caer un artefacto redondo al sillón, yo miro la bomba mágica sin expresión.
Desde que entre a la iglesia la repartí por varias habitaciones, definitivamente, quemaré este lugar está noche.
Voy donde está la quimera, tomándolo en mis brazos, el nene se ríe mientras toca mis mechones largos.
Desde que llegué a este mundo jamás me he cortado el cabello, no soy de los que lo usan largo, creo que es tiempo de cortarlo.
Imagino que mis palabras se irán en mi contra, gritar el nombre de Asmodeo por su regreso y cortarme este cabello...
Suspiro.
-Vamos.
Hago un portal a pesar de las palabras de Ludwing, se que le importa mi salud, pero llegando a este punto, en si, ya es tarde.
Aparezco en la habitación de Julia, ella apaga el cigarro al ver al bebé.
-¿No podías avisar con anticipación?-su mirada queda en mí-¿Valentine?
No está sorprendida por mi rostro.
-¿No estás preocupada?
Sus ojos rojizos acaban en el bebé en mis brazos.
-Tuve una predicción después de mucho tiempo.
-¿Me viste?
-Si, te ví en un peor estado.
¿Significa que estás líneas se expandiran más?
-¿Has comido?-me pregunta.
-Lo he hecho.
-¿Hace cuánto?
Bajo mis ojos esperando que no vea mis mentiras.
-Unos días atrás comí un estofado.
No he comido desde que Asmodeo se fue, se que no debería hacer esto, pero cualquier comida de otra persona me resulta asquerosa.
-¿Que quieres que haga con ese bebé?-pregunta cambiando el tema de conversación.
-Críe a este bebé, madre.
Ella suelta una risa.
-Es raro que me llames de esa forma, se nota que me necesitas para eso.
No respondo a sus comentarios.
-¿Que más?-vuelve a preguntar.
-Yo...he perdido a alguien importante, su alma la tengo en este pendiente, necesito que me prestes, el cuerpo del tío Henry.
Julia se dedica a mirar el pendiente con la gema azulada.
-Tienes mi permiso.
-Gracias...-me interrumpe.
-¿Dónde conseguiste ese pendiente?
¿El pendiente?
-Solía vivir con los mercenarios, uno de ellos lo encontró y el jefe del grupo decidió dármelo.
Ella se queda pensando mientras yo duermo al bebé y lo dejo en la cama arropado, quito el pendiente dejándolo en las manos de Julia.
-Nos vemos, Vic.
-Hasta pronto, autor.
Dejo una sonrisa en mis labios al escuchar sus palabras aún cuando no está tan cerca de mí.
-Debes colocarlo en su oreja-le digo a Julia.
-¿Que harás ahora?
-Ire a quemar la iglesia-respondo con seguridad.
Noto su sonrisa siniestra aparecer.
-Asegúrate de no dejar rastro.
-Si, madre-sonrío de la misma manera.
-Ambos se ven igual-menciona Ludwing.
Vuelvo a hacer un portal, escucho las palabras de Julia antes de cruzarlo.
-¡Hey!¿Y el nombre de mi nieto?
¿Desde cuándo adopte a la quimera como mi hijo?
-El nombre...será Ludwing.
Cruzo el portal dejando a un Ludwing atónito a mi lado.
-¿Le pusiste mi nombre? ¿Por qué?
-Es lindo.
Ludwing carraspea frunciendo el ceño.
-No estamos en la iglesia-dice.
-Tengo...que hablar con Lavier.
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El plan de escape del hermano menor
FantasyOlvídalo loco. No me quedaré a ser asesinado o a intentar cambiar al protagonista masculino. Así que... Cómo dice el corazón en la maleta. ¡Y yo me voy! ¡Adiós, me fuí! ¡Y no me importa! Quedense con el cliché de porquería que creé. Prefiero irme...