Asmodeo acerca su rostro al mío dejando un beso silencioso en mis labios. El voltea su rostro y camina hacía la salida, y aunque quiero perseguirlo me siento un poco débil.
Lo observo mientras huye, antes de que pasara por la puerta para su huida, noté sus mejillas sonrojadas, sus ojos embriagados y un leve tropezón al salir.
-¿Estará bien?-me pregunto a mi mismo, jamás lo había visto verse como un borracho.
Toco mi cuello adolorido, realmente duele mucho, hasta creo que me dejará una marca.
-Ese estúpido...-susurro.
Tengo sueño, quiero cerrar mis ojos y dormir un buen rato.
Levanto el cuchillo y el tenedor, contando la carne en pequeños trozos, dormiré luego de comer.
Asmodeo.
En el camino me encontré a demonios, súcubos, y animales infernales, todos ellos me miraban con curiosidad, pues claro, estaba caminando a pasos lentos y apoyado en la pared.
Mi cuerpo no para de arder, creo que voy a quemarme a este paso.
Cómo puedo, llego a mi mansión dejándome caer en la cama de mi dormitorio, quito la corbata desabrochando los botones de la ajustada camisa. El calor inunda mi cuerpo y llega a nublar mi mente, la respiración se vuelve anormal de acordé pasa las horas.
-¡Valentine!-gruño el nombre de la persona que acabo de marcar.
Debo haberme vuelto loco.
Se lo que provocaría en mi cuerpo si llegara a marcar a una persona, por lo que evite caer en ese sentimiento llamado amor.
Además, Valentine no sabe los efectos secundarios, o de lo que tendrá que hacerse cargo.
Temo que no pueda soportarlo.
Entierro mis uñas en mi frazada gris, por un lado quiero entender porqué son tan fuertes los efectos. Por el otro, quiero quitarlos.
Es doloroso, asfixiante, y un poco agobiante.
Ahora que he escogido a mi pareja eterna, solo puedo quitar estos efectos con Valentine.
No sé me permite tocar a alguien más que no sea él.
Necesito con urgencia a Valentine.
...
Ya he pasado tres días con esta lujuria desenfrenada, mi parte íntima ha roto el pantalón varias veces, la dureza sigue estando aún cuando me he ocupado de ella estos días encerrado.
Las alucinaciones del peli blanco desnudo se han hecho cada vez más reales, sus labios rojos dicen, gimen, y gritan mi nombre.
Y cuando me acerco a tocarlo, desaparece como humo.
Demente, es la palabra que me describe en estos momentos.
Creo, que es hora de ir a buscarlo.
...
-¿Y este perro en celo?-pregunta el sujeto con olor a Muerte, el parche en su ojo derecho me recuerda a los piratas villanos de cuentos infantiles.
Sus brazos cruzados, y el único ojo gris oscuro me mira desde arriba, mientras yo estoy en el suelo arrodillado.
Un olor familiar llena mis fosas nasales, y algo despierta en mí, un deseo más fuerte de poseer.
-¿Y Valentine? ¿Dónde lo tienes?
-Se fue.
¿Eh? ¿Valentine se fue? ¿O escapó?
Conozco a Valentine, aunque se aburra de estar encerrado, para el es mejor así, ya que no tiene que trabajar ni moverse por mucho tiempo.
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El plan de escape del hermano menor
FantasyOlvídalo loco. No me quedaré a ser asesinado o a intentar cambiar al protagonista masculino. Así que... Cómo dice el corazón en la maleta. ¡Y yo me voy! ¡Adiós, me fuí! ¡Y no me importa! Quedense con el cliché de porquería que creé. Prefiero irme...