Chapter 53

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Realmente no puedo creer que me haya gustado lo que estaba haciéndole a Valentine, y el que me dijera que me detuviera solo hizo qué algo en mi se encendiera con fiereza.

Debo estar loco.

Lo único que deseo ahora mismo es hacerlo mío.

Golpeo mi cabeza con el tronco a mi lado.

-Demonio idiota. ¿En qué estás pensando?

No importa cuanto intenté hacer una línea invisible entre el y yo, al final termina rompiéndose, y ambos nos sucumbimos a la tentación.

Su manera de ser única me deja loco.

También en la forma que me besa o me toca, sin decir lo desvergonzado que a veces se muestra, esas expresiones suyas...

-Quiero estar con el.

Sin nadie que nos interrumpa, Valentine y yo, solos.

-Debo tener cuidado.

Si empiezo a sentir algo más por el que no sea deseo...

Será el momento en que huya.

Escucho el sonido de las ramas moverse y un Wendigo que conozco sale corriendo sin verme hacia un lugar.

¿Que...?

Ya me había olvidado de ese cobarde.

Sigo sus pasos tranquilamente, pasamos por el bosque, luego por el camino árido y desértico dirigiendonos a la montaña llorona, lo tomó por el cuello antes que de un paso más.

-Solang. ¿Hacia donde vas?

-Yo... yo...¿Quien...?

-Asmodeo-le doy la vuelta obligandolo a mirarme y sujetándolo de sus prendas.

-Esto...yo...eh...

No me gusta este imbécil.

-Habla.

-Voy a...pedir que...me lleven...

-¿A dónde?-le repito con molestia.

-Al..Inframundo...

-¿El Inframundo? Pero si no se puede volver a menos que seas un Demonio o alguien que tenga un gran poder en el infierno-le miro-y tu no eres ninguno de los dos.

Solang baja la cabeza con su aspecto desfigurado y horroso.

Lo odio, por su culpa Valentine casi muere quemado.

-Hay una persona...capaz de... llevarnos...

-Nombre.

Esa persona debe ser la que está abriendo las puertas del Inframundo, y quizás quien sabe lo que planea hacer. Dudo que las haya abierto solo por ayudar a otros Demonios a volver a su hogar.

Eso es ridículo.

-Lebroin Machistter.

¿Eh?

¿Lebroin?

Siento una presencia cerca y me oculto de inmediato, el Wendigo le hace una reverencia a una persona encapuchada pidiendo volver al Inframundo.

Logro ver unas cicatrices en sus brazos vendados. Y al mirarme su rostro familiar me recuerda al pasado.

Lele, acabaste siendo miserable.

¿No es así como lo solía llamar Flolix?

Sus ojos celestes claros ahora son fríos e indiferentes, y el cabello blanco bajo esa capucha se ve opaco.

Nunca tuve una interacción muy profunda con el, pero fui la única persona que lo salvó de las garras de Muerte.

¿No era este ángel al que golpeaba en mi territorio?

¿Y por el qué yo fuí golpeado?

-Lele-el cierra sus ojos-lo siento.

Por no haberte reconocido al principio, cuando Muerte apareció con un ángel ensangrentado y tirado en mis tierras, el angel era lo menos que me importaba. Le pedí que se lo llevará a otro lugar, y por entrometerme terminé coviertiendome en su saco de papas, lo raro, es que después de golpearme, se fue sin llevarse o mirar al ángel.

Mis sirvientes le dieron tratamiento médico, pero cuando ya había sido tratado, el desapareció.

Ahora, me acabo de dar cuenta, que Lele era aquel ángel maltratado. Y que si está de pie, es por venganza.

No sé a quien, quizás también odie a Muerte, pero el matarlo, ni siquiera yo puedo hacer eso.

-Lele. ¿Tu odio es hacia esa persona?

El niega con su cabeza.

-El no me golpeó.

¿No?

-Tengo que devolverle, lo que perdí a ese mucho tiempo.

-¿Hablas de la piedra?

-A el solo, le importa esa piedra.

-Yo también tengo que entregársela a alguien.

Lele sonríe con dificultad.

-Esta bien, da igual quien lo encuentre primero, llegará a las mismas manos.

Suspiro.

Imaginaba que mi jefe quería la piedra para su hermano menor.

-Lele, no te diré que lo que haces está mal.

Porque una vez que Flolix llegué a su paradero, será quien le haga abrir sus ojos de sus acciones. Mientras tanto...que haga lo que quiera.

-Pero ten cuidado Lele, Dios todo observa.

El asiente y yo desaparezco de su lado, cuando regreso al palacio Imperial, busco a Valentine para contarle lo que acabo de descubrir.

Detengo mis pasos al verlo hablar con un hombre de cabellos morados oscuros, tiene la misma edad que Valentine, y los mismos ojos.

La mirada fría de Valentine ha vuelto a su rostro como antes.

¿No era la misma mirada que me dió cuando me llamó Demonio por primera vez?

Estoy celoso.

¿Por lo mira así a él?

El sujeto se ríe fuertemente sin gracia para luego golpear la pared a un lado de Valentine. Su rostro se le acerca a unos de sus oídos y Valentine...¿Cierra sus ojos?

Hey, alto ahí, solo puede cerrarlos conmigo.

¿Que mierda con esa cercanía estúpida?

¡Valentine! Alejate o voy a alejarlo yo.

Pero, ¿Y si es una información importante? ¿No la estaría cagando si me entrometo?

El bastardo de cabeza de cebolla morada sonríe al ver a Valentine nervioso, y cuando lo veo acercarse a otra parte de su rostro le agarro el cabello tirándolo al suelo.

Valentine abre sus ojos sorprendidos al ver al cabeza de cebolla en el piso, el niño me grita desde atrás con arrogancia, le ignoro mientras tomo la mano de Valentine y lo alejo del pulgoso.

-As...mm...Demonio, ¿Por qué luces enojado?

Aprieto mis dientes fuertemente.

El calor que siento en mi corazón me está matando por dentro.

-¿Te gusta esa cabeza de cebolla?-le miro cuando ya estamos solos.

El sonríe besando mis manos.

-Solo me gustas tu.

Joder, no se cómo responder a esto.

-¿Me creerías si te dijera que el es el supuesto heredero al trono?

-¿Hijo de Julia?

Valentine niega con su cabeza.

-Hijo de Flolix.

El plan de escape del hermano menorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora