Chapter 4

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Cuando el beso termina, el se sonroja cómo cuando era un adolescente. Me río, se ve lindo. Tartamudea sin saber que decir, estiro mi mano hacia su mejilla.

¿Creé algo tan bello?

Estoy contento.

-No te pongas nervioso Nikolay.

El toca mi mano con delicadeza, sus ojos se ven embriagados al mirarme.

Nadie me había mirando así alguna vez.

Solían patearme y decirme gordo. Me afectaba tanto que deje la comida adelaganzando hasta el punto de parecer un cadáver.

Aún me cuesta comer, pero estoy avanzando.

Y la forma en la que me mira...

Dios, quiero llorar.

-Te esperé tanto tiempo...

¿Me esperaste?

Wow.

-¿Te volteé más rápido que a una moneda?

El no parece entender, yo me río de su reacción.

Al menos no es tan malo.

Tengo al protagonista principal solo para mí.

La mano en su mejilla la guía hacia sus labios. Besándola cómo un noble, el mira mis ojos luego de esto.

-Me gustas.

A mi también me gustas, ¿Cómo no podría gustarme mi creación?

Le doy un pequeño beso en sus labios.

-¿Volvamos?

Imagino que tiene cosas que hacer, y por mi lado, estoy en las mismas. No soy un jefe abusador, se que mi pequeño asistente necesita ayuda.

Regresamos al palacio en caballo, le dije que podía transportarnos, pero me pidió que no gastará energía. Al entrar, nos bajamos del caballo, el me agarra evitando mi posible caída.

Un dolor viene a mi cabeza, miro hacia la entrada pero no hay nada.

-¿Valentine?

-Estoy bien, sigamos.

Nikolay sostiene mi mano, ayudándome a caminar, aunque el dolor se vuelve insoportable cada vez que avanzo.

El me toma en brazos.

-Llevame a una habitación-le pido.

Me duele mucho la cabeza.

Algo extraño tiene este palacio. Nikolay me mira preocupado.

Pero, ¿Por qué siento esos ojos tan peligrosos?

Cuando el me deja en la cama, apoyo mi cabeza en la almohada. El pinchazo no me deja estar bien. Nikolay me acaricia la frente.

-Buscaré a un médico.

Le agradezco.

-Puedes quedarte hasta que te recuperes. Estás muy débil como para salir.

Sus palabras me dejan pensando aún cuando se va cerrando el dormitorio.

Me río.

Maldito loco bastardo.

¿Que pusiste en este palacio?

Mis párpados se cierran, espero que al despertar no duela tanto.

...

No sé cuántos días he estado aquí, pero el dolor está disminuyendo. Nikolay me ha obligado comer las tres comidas al día, supongo que se ha estado aprovechando ya que estoy enfermo. No solo eso, el doctor dijo que estoy bien, solo que el salir me afectó.

El plan de escape del hermano menorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora