Valentine deja de pensar en estupideces, ¿Como una piedra podría tener recuerdos?
Es ridículo.
Aunque más ridículo soy yo tratando de no ver más allá e intentado fingir ignorancia.
¡¿Como una piedra puede tener recuerdos?!
¿Y por qué ese hombre da tanto miedo?
Le veo sacudir a la piedra como si fuese un espécimen, la respuesta de la pobre piedra es solo temblar.
¿Cómo salgo de este lugar?
No puedo abrir los ojos.
Y mi corazón se siente inquieto.
Susurro algunas palabras que se que no escuchará.
-Demonio, si no me ayudas, no obtendrás lo que quieres.
Sonrío forzadamente.
¿Por no aparece maldita sea?
Ya no quiero estar aquí.
-Piedra inútil, si ella o el bebé mueren, estás acabado-el muestra una sonrisa celestial que se ve aterradora en sus labios.
La piedra vuelve a temblar haciendo que el chico frunza el seño.
-No tiembles maldita sea, eso guardalo para después.
Que miedo.
Me quiero ir.
-¡Asmodeo!
Una mano toca mi mejilla y el escenario cambia al ver el rostro de Nikolay.
-Gritaste.
-¿Que? ¿Cuando lo hice?
Evito sus ojos, pero el me obliga a mirarlo sosteniendo mi barbilla.
-Mi nombre, lo gritaste.
Al ver su rostro tan cerca, y con una expresión preocupada hace que me sienta nervioso.
-Si me dejas hacer equitación gritaría mucho más tu nombre...
Dios, llévame por favor, ahora mismo mi boca me traiciona.
-Eres un idiota-suspira-pero podría acostumbrarme.
¿Mm?
Asmodeo se me acerca como un animal salvaje observando a su víctima, yo retrocedo llegando al cabecero. Y el se lanza hacia mí, tapo mi rostro esperando sentir su cuerpo, al no tener nada encima mío saco mis manos para verle.
Está a mi lado muerto de la risa.
Resoplo acomodándome en la cama.
-Te odio.
-¿Acaso antes me amabas?
Frunzo el seño enojado.
-Tine ¿Que sientes por mí?
Su pregunta me toma desprevenido.
-Yo...-dejo de mirarlo-no se, realmente no se que siento hacía tí.
A veces quiero matarlo y a veces lo extraño.
Es confuso.
Asmodeo evita mirarme, el silencio entre nosotros no se rompe y siento que dije algo incorrecto.
No negare que quizás le tengo una pizca de cariño a este Demonio, pero no es porqué sienta algo fuerte por el.
Quiero creer que sea así.
Últimamente me he estado comportando extraño, ¿Será su presencia demoníaca?
Si, esa debe ser la razón.
No puede ser que le haya agarrado otro tipo de cariño. ¿Cierto?
Me acuesto a su lado y el hace lo mismo agarrarando mi mano y acariciando mis dedos.
No me mira, pero su calor y olor se graban en mí.
-Tine, ahora mismo yo...
-Ignora lo que dije, mi boca habla por si sola. ¿Crees que sentiría algo por tí? Vamos...somos socios...
Los ojos rubíes se abren por un momento, y al siguiente se cierran con una expresión lastimera.
Joder, creo que la cagué.
Sujeto sus mejillas obligandolo a mirarme.
Necesito salir de esta incomodidad.
-Demonio, quiero preguntarte algo, y contestame con solo la verdad.
Y nada más que la verdad.
¿Quien decía esa frase? Recuerdo haberla escuchado en algun programa de televisión.
-¿Deseas hablar del repentino cambio de tema, o sobre como caiste a un vacío hace unos minutos?
Se podría decir que ambas, pero lo que necesito preguntarle es otra cosa.
Sujeto sus manos nerviosamente.
No me mientas por favor.
-Escuché tu conversación con mi maestro.
El color rubí de sus ojos se concentran en mis manos.
-¿Que escuchaste exactamente?
Mi corazón palpita.
-Sobre tu suposición, y el como es mi alma físicamente.
-No eres Ludwing-su voz fría pero firme paran lo que deseo decir-no eres el.
Pero el dijo...
Ahg, esto no me gusta.
-Escucho su voz y el como llama a Ulises de manera...
-Tu eres Valentine-el me mira-no compartes nada con Ludwing.
Aprieto mis dientes, soltando sus manos. El se sienta en la cama cuando me ve tomar un abrigo.
-¿A donde vas?
-Demonio, imagino que tú y Ludwing, no eran unos simples conocidos.
Intento sonreír.
-Tienes razón, no me parezco en nada a él.
Siento una presión en mi corazón, y un cierre en mi garganta.
Estoy molesto, el escuchar su seguridad y frialdad al decirme que no comparto nada con Ludwing me hizo entender que lo aprecia mucho.
Pero no entiendo, ¿No era el, quién tanto decía que Ludwing y yo compartíamos almas?
-No te irás Valentine.
Hace un momento me llamaba de forma tan suave y linda que me hizo caer en una ilusión.
-No dejaré que te escapes.
El se levanta poniéndose en frente de mí.
-No puedes huir de mí.
Le miro sosteniendo su rostro.
-Para, ese actuar me recuerda a la verdadera personalidad de Nikolay.
Asmodeo no es así.
El acaricia mis manos apoyando su mejilla en una de ellas.
-Yo también estoy confundido Tine, dame...tiempo.
-Ludwing y yo...
-No eres el, o habría sentido lo mismo que siento por ti hace años.
¿Eh?
-Hace lo que tienes que hacer, yo reuniré información.
¿Que está...?
Asmodeo le da un beso a mi mano.
-Tine, nos vemos.
Su silueta desaparece dejándome lleno de dudas.
Retrocedo tocando mi corazón, cálmate un rato...
Una bolita cae a mi lado, miro la dirección por la que vino y una cabellera negra se presenta.
Es Ludwing.
-El no es malo-su mirada se dirige hacia donde desapareció-quizás...cuando recuperes tus recuerdos me odies...el te perdió por mí.
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El plan de escape del hermano menor
FantasyOlvídalo loco. No me quedaré a ser asesinado o a intentar cambiar al protagonista masculino. Así que... Cómo dice el corazón en la maleta. ¡Y yo me voy! ¡Adiós, me fuí! ¡Y no me importa! Quedense con el cliché de porquería que creé. Prefiero irme...