Chapter 58

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Asmodeo frunce el ceño.

-No se parecen.

¿Verdad? Ahora puedo decir que no era el único loco.

Le invito al Demonio a entrar a una habitación y a sentarse conmigo en el sofá de cuero.

-Fuí a un santuario de libros a través de la habitación de Flolix y encontré un diario que me mostró su pasado-muerdo uno de mis labios-no creí que tendrías una relación de contratista con el.

Entiendo si no quería decírmelo, de todas formas no era un asunto muy importante y tampoco tendría porque que yo saber.

Aunque me hubiese gustado haberlo sabido antes, podría no haber echo el ridículo y haber mantenido mi boca cerrada.

Flolix debe saber que no soy de este mundo.

Quizás por eso me eligió como heredero.

Pero sinceramente, como están las cosas, sigo sin entender el porqué de elegirme. Porque yo, si vengo de otro mundo como el, no me habría elegido ni cagando, ¿Cómo puedes confiar en una persona de tu mismo mundo? Es más. ¿Se puede confiar?

No es por ser descortés pero tengo una muy mala visión sobre los estafadores, ladrones y asesinos que existen en mi anterior hogar.

Asmodeo se disculpa.

-No tienes porque...

-Valentine, es mi culpa, si te lo hubiera dicho no habrías llamado la atención de Flolix y no tendrías que estar en esta situación.

¿No fue el, quien dijo que era mejor hacerse pasar por el heredero gracias a la información y otros elementos más?

Se contradice solo.

-No es tan malo-menciono.

Cruzo mis brazos.

-¿Cómo te fue?-pregunto con desinterés.

Aunque si me interesa en el fondo.

Asmodeo abre y cierra su boca varias veces. Los ojos rojizos observan la ventana y luego mis ojos.

-Debo estar loco-susurra.

-Si no quieres hablarme de tu cita está bien, de todas formas no me importa.

-No fue una cita autor tonto, más bien, una reunión inesperada.

"Autor tonto" ¿Quien se cree que es?

-Encontré a un viejo conocido haciendo algo que no debería y...no se que pensar al respecto.

Sujeto sus manos.

-Demonio-entrecierro mis ojos-¿Solo era un conocido?

El se ríe mostrando las margaritas de Nikolay.

-Nadie puede compararse a tí-sonríe y mi corazón late por un momento-porque nadie es tan fastidioso y torpe como tú-lo suelto.

Es un estúpido.

-Idiota-murmuro.

-¿Y tú moreno?-lo veo sonreír forzadamente-¿Acaso llegará tarde en la noche?

Mm...

Sonrío.

-Puede ser, quizás si me encuentra solo en esta habitación termine durmiendo conmigo-lamo mis labios-en mi cama.

Asmodeo cruza sus brazos, su rostro enojado es tan visible que me escapó con la excusa de tener sueño.

Me gusta molestarlo, pero a veces siento que realmente se enoja de verdad, y ya eso deja de ser divertido.

El plan de escape del hermano menorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora