Sus ojos fríos e indiferentes miran detrás de mí, yo volteo pensando que Valentine había salido de la habitación, aunque es imposible porque fué dormido y encerrado por mi.
-La piedra, está en un cuerpo humano.
Mi temor se hace presente.
-¿Que deseas? Si quieres mi poder, mi gobierno o mi alma estoy dispuesto a dártelo...
Su expresión de desagrado es visible.
-Todo lo relacionado a ti no me interesa.
Mierda...
Atrapará a Valentine.
-¿Quieres que derroté a alguien? Escuché que estás teniendo problemas con esa serpiente, puedo ir en tu lugar...
-¿Crees que Leviatán es un chiste? Te matará con tu pobre poder.
Vamos...¿Cómo convenceré a este tipo?
-¡Puedo hacer lo que quieras! Solo...no toques a Valentine...
Muerte se cruza de brazos.
-¿Y ese?-su mirada fría me guía al lado mío.
Ludwing...
Carajo, no, Ludwing...
-¡Ludwing vete!
-Cierra el pico Asmodeo-Ludwing presenta sus respetos hacia Muerte y procede a decir-no puedes llevártelo.
-Oh...¿No puedo?-pregunta Muerte con un tono burlesco.
-Tu piedra, se fusionó con el alma del hijo de tu discípulo.
-¿Alois?
-Si, por lo que ambos están conectados, y si quiere desaparecer el alma de la piedra, tendrá que destruir el alma del hijo de su discípulo.
Muerte se queda en silencio un buen rato.
-Tch, mocoso inteligente.
-¿Mm? ¿Entonces...no te lo llevarás?-pregunto con una pizca de felicidad.
-No.
Suspiro de alivio.
-Pero a ti sí.
Soy envuelto en sombras espeluznantes, Ludwing me grita que no me demoré o Valentine estará en peligro antes de desaparecer de su lado. Las palabras de Ludwing me preocupa y Muerte sigue su camino, le sigo y le pregunto por la seguridad de Valentine.
-No ví a tu amante, no sé cuánta vida le queda.
Camino a su lado, y está vez le pregunto por Ludwing.
-Si su alma no estuviera conectada también a la piedra ya me lo hubiese llevado.
-¿Hay alguna salvación para el? Fue alabado como un santo antes de su muerte, pero el quiere venganza...
-Mientras más tiempo pasé con la piedra, más perderá su alma.
-¿Y en caso de que pueda separarse?
Muerte deja de caminar sacando un libro de la nada, el libro grotesco y de caras lloronas me dan náuseas.
-Reencarnara, y si no lo logra, su alma desaparecerá.
-¿Sacaste el libro para responderme esa pregunta?
Sus ojos azabaches me miran como si fuera un idiota.
-¿Crees que soy estúpido?-pregunta ofendido-este libro es para condenar tu castigo.
Retrocedo.
-Puedes llevarme con Lucifer.
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El plan de escape del hermano menor
FantasyOlvídalo loco. No me quedaré a ser asesinado o a intentar cambiar al protagonista masculino. Así que... Cómo dice el corazón en la maleta. ¡Y yo me voy! ¡Adiós, me fuí! ¡Y no me importa! Quedense con el cliché de porquería que creé. Prefiero irme...