¿Un aborto?
Me cruzo de brazos frunciendo mi seño.
Yo estoy aquí.
Es imposible que haya sido abortado.
-La princesa no quiso ver a Alois quien paso días afuera del castillo.
¿Mi maestro?
La imagen de el siendo tan lamentable me es imposible de imaginarla.
-Y por eso...la gente afirmó que el rumor era real...
Victoria me mira de abajo para arriba.
-¿Te abortaron?
Le lanzó una almohada.
-¿Te crees graciosa?
-Era una pregunta sin burla.
Claro.
Blake se lame las patas.
-Quizás estuviste a punto de morir, y Julia robó el artefacto más precioso de la iglesia para tí.
-¿Sabes algo sobre ese artefacto?
-Una mísera daga, lo importante es la piedra en su interior.
Es la piedra que busca el Demonio, si la encuentro antes que el llegue...¿Podré ver a Nikolay pronto?
-La iglesia la obtuvo en mis años, ¿Cómo se la quitaron a la gran bruja? Ni idea. Pero luego de su posesión se hicieron más fuertes gracias a un sacerdote en especial.
-¿El que murió hace unos años? -pregunta Lavier.
Parpadeo varias veces.
¿Muerto? ¿No acaban de decir que era especial?
Blake bosteza.
-Ese tipo es como una cucaracha, no esta muerto, el que estemos aquí es la prueba viva.
Ladeamos la cabeza sin entender, y por un segundo por mi mente pasa ese sacerdote raro con el collar.
Me cago en la puta.
-¡Maldito gato! ¿Por qué no me dijiste antes?
-¿Que pasa con ese comportamiento? ¿Quieres que te arañe hasta lo que no tienes?
-Paren-dice Victoria-entonces...el que casi asesina al autor...¿Es el sacerdote de este mundo? ¿Y como llegó allá?
-No me iba a asesinar-contradigo.
-Bueno, perdona, pero te veías tan débil y balbuceabas quien sabe que cosas...
-No estaba...
-Tu padre tiene que ver en esto-dice Blake-el tuvo que haberlo traído.
El gato negro mira al rubio con sus ojos azules.
-Imagino que debes saber algo más.
Lavier intenta hablar pero con los nervios termina con las palabras enredadas en su boca.
-No me asustes al pequeño-bloqueo los penetrantes ojos del gato negro-ahora sí, habla.
El se rasca el cuello.
-La princesa Julia fue a buscarlo, no saben de qué hablaron, pero después de unos días, Julia robó el artefacto divino y el sacerdote fue asesinado en el proceso.
El gato se sube a mi hombro.
-¿Ves? Te dije que no estaba muerto, nadie mata a esa cosa rara.
-Empiezo a pensar que lo odias.
-Por supuesto que lo odio, la primera vez que nos conocimos me dijo que era malvado y que me iba a exorcisar, ¿Puedes imaginar lo molesto y furioso que estaba en ese momento?
Me río.
-¿Por qué no lo dejaste?
El saca sus garras.
-¿Quieres probarlas? Son filosas.
Ya me rasguñó una vez, con eso fue suficiente.
-Jaja... bájate pulgoso.
...
Al final terminé con unos rasguños en mi mejilla.
El pulgoso no fue recibido bien para el, intenté curarme, pero sus ataques son peligrosos, si se decide a matarme, estoy seguro que lo logra.
Victoria me curó la gran parte con gasa y algunas hierbas. Ella decía que era un bebé.
¿Y que quiere que haga? Hace mucho tiempo que no era curado sin magia.
Aunque esto me sirvió para aprender a no molestarlo otra vez, me siento resentido, tuve que haberle jalado la cola.
Lavier nos llevó a su Imperio en carroza, como no conozco bien este mundo ni sus coordenadas, el viaje me ayudó a aprender.
Al llegar al palacio Imperial, nos entró por la puerta trasera, diciendo que somos sus amigos a los pocos sirvientes que pasaban.
Estoy seguro que esto llegará a oídos del emperador.
Y este lugar...
No me gusta.
Me siento asfixiado.
¿Tendrá algún dispositivo que prohíba la magia?
Recordé la sensación que tuve con el Demonio cuando intentó dejarme encerrado.
Es igual a lo enfermo que me sentí ese día.
-¿Estás bien autor?
-Lo estoy, solo quiero dormir un rato.
Lavier nos dirige a su habitación.
Solo diré que es grande con unos grabados medios raros en la pared.
No me interesa, mi cabeza duele.
Los palacios no son lo mío.
-Hablaré con mi padre sobre mis salvadores, no le diré nada de lo que escuché, lo prometo.
-Más te vale, o corto tu lengua-susurro antes de caer a la cama.
El gato se sube a mi espalda después que el niño se va.
-¿Y con que cara me dices que no le de miedo si tú eres peor?
Cierro mis ojos.
-El no dirá nada...
-¿Vas a dormir?
-Estoy cansado-gruño dándome vuelta, el toma distancia conmigo.
-Casi me aplastas.
Me siento en la cómoda cama sonriendo.
-Buenas noches.
-Estamos de día-menciona Vic.
Mi cabeza toca la almohada durmiendome de inmediato.
Quien sabe cuánto dormí, pero al despertar, ni el gato, ni Victoria estaba a mi lado, al salir al balcón, ningún alma se veía pasar.
¿Que mierda...?
Cuando me giro un joven con una cinta en sus ojos permanece parado frente a mí.
Retrocedo un poco.
El me asustó.
-¿Quien...?
-Debes ser el hijo de Julia.
¿Eh? ¿Y este como lo sabe?
-Me presento, soy Ludwing, el que ayudó a tu madre a qué nacieras.
¿Ludwing? ¿No era ese nombre el que mencioné en frente del sacerdote?
-Y soy el ser...que estaba encerrado en la piedra.
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El plan de escape del hermano menor
FantasyOlvídalo loco. No me quedaré a ser asesinado o a intentar cambiar al protagonista masculino. Así que... Cómo dice el corazón en la maleta. ¡Y yo me voy! ¡Adiós, me fuí! ¡Y no me importa! Quedense con el cliché de porquería que creé. Prefiero irme...