A este idiota le gusta lanzar la bomba de la nada.
-¡Cabron!-sujeto su ropas-¿Cómo puedes...?
Su mano tapa mi boca pidiendo silencio.
-No grites, todavía hay demonios por nuestro alrededor.
Normalizo mi postura alejando mis manos de el.
No puedo creer que sea perseguido por alguien desconocido, pero al menos se a quien atrapar primero.
El sonido de una hoja de papel llama mi atención. ¿Que está haciendo?
-Demonio, ¿Que haces?
-Escribo una carta.
¿Una carta? Sonrío forzadamente.
-Claro, estás aprovechando el tiempo y lugar para enviarle una carta a unos de tus pretendientes...
-Te equivocas, se la estoy enviando a Nikolay, diciéndole que le dé la carta a mi contacto y así, evitar tener problemas contigo o con mi jefe.
Ah...
Carraspeo.
-¿De verdad? Creí te irías.
-¿Me dejarías ir? Te pusiste como un bebé llorón alegando sobre tu seguridad.
-No soy un bebé llorón.
-Lo eres, y uno muy irritante.
Este imbécil...
¿Mm? Acabo de escuchar un gruñido.
Observo las luces verdes lejanas, son tres, y un bajo gruñido se escucha de ellas tres.
-Demonio.
-¿Sabes? Nunca he escuchado que digas mi nombre.
-Oye.
-Siempre me llamas de forma irrespetuosa.
-¿Que significa las almas verdes?
-Que no son ni buenas ni malas.
Trago seco acercándome más a su lado.
-¿Y si aparecen tres juntas?
-¿Tres? Mm...ah...puede que sea Cerbero...¿Cerbero?
El Demonio maldice tomando mi mano rápidamente, ambos corremos, yo lo sigo a ciegas. Un olor a quemado llena mis fosas nasales.
-¿Te estás quemando?
-Es la carta, ya fue enviada... joder no creí que el perro de Lucifer aparecería tan rápido.
Pasamos cerca de unas almas rojas y al mirar hacia atrás sigo viendo las almas verdes. De pronto nos detenemos, Asmodeo me mueve de lugar, y un golpe junto con un chillido suena en mis oídos. ¿Que fue lo que hizo?
-Vamos-el vuelve a agarrar mi mano-No me sueltes Valentine.
-Jamás lo haría.
Moriría si lo hago.
Ambos corremos un buen rato, las almas ya no son visibles en mis ojos, y la curiosidad del chillido llena mi mente, hasta que le pregunto.
-¿Que fue lo que sonó hace un momento?
-Ah...fue la cabeza de Cerbero.
-¿Que?
-Se golpeó con la pared invisible que creé.
¿Golpeó al perro de Lucifer? ¿Está Loco?
-Espero que no te moleste.
Asmodeo toma mi cuerpo como a una señorita que necesita ser rescatada. Y en una posición un poco vergonzosa. Agradezco estar ciego, me costaría mirarlo a la cara y tomarme enserio mi papel.
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El plan de escape del hermano menor
FantasyOlvídalo loco. No me quedaré a ser asesinado o a intentar cambiar al protagonista masculino. Así que... Cómo dice el corazón en la maleta. ¡Y yo me voy! ¡Adiós, me fuí! ¡Y no me importa! Quedense con el cliché de porquería que creé. Prefiero irme...