Chapter 97

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Asmodeo me dejó caer accidentalmente mientras se llevaba a un Ludwing desmayado en brazos. Quedé atrapado bajo los escombros un buen tiempo, con la espera pensaba en que Asmodeo volvería por mí.

Digo, ya salvó a Ludwing.

O quizás lo debe estar cuidando y por eso se olvidó de mi existencia.

No, muevo mi cabeza, recuerda que Asmodeo dijo que se lo llevaron al infierno y al faltar el respeto a un mayor se quedó abajo aprisionado.

Pero...este sentimiento desgarrador inunda mi corazón día tras día, lamentaba lo inútil que era.

Si tan solo, Asmodeo luchará por mí en ese entonces...tal como ahora...

Soy un egoísta.

-¿Una piedra divina?-las palabras de un hombre se escucharon a mi lado.

Los cabellos largos y dorados de este hombre jamás los olvidaría, es el mismo que me había dado el collar maldito.

Sus manos me tomaron y me guardaron en su abrigo, el sacerdote dejó incrustada la piedra en una daga, y se la llevó a la iglesia diciendo que era un arma divina. Rindieron cultos, celebraciones para mí y el tiempo pasó.

Hasta que una joven muchacha de cabellos negros me robó con la ayuda del sacerdote.

El resto, es una historia que sé, mezclé mi alma con Ludwing, y el recipiente del feto muerto volvió mío, la poca memoria del feto, terminó dentro de mi cabeza y corazón.

Las expresiones y actuares del feto se convirtieron en míos, imagino, que por eso, me parezco tanto a mi maestro.

Creación llegó para ayudar a dar a luz a Julia y a crear mi cuerpo por uno más sano, el me llevo en brazos con una expresión complicada en su rostro, y dejó al bebé en la puerta de un orfanato de otro mundo.

Al abrir mis ojos, veo la cabellera negra del sujeto molestoso, en mis manos notó una tela delicada y preciosa.

-¿Te gusta?-pregunta toscamente, mostrándome su manga-tuve que cortar mi manga.

Ignoro sus comentarios buscando a Muerte, no logro verlo por ningún lado.

-Mi hermano no está, fue a una reunión.

¿Hay reuniones en este lugar?

Golpean la puerta, Destino suelta un bufido.

-¿Otra vez? ¿No sé cansa? ¿Que le diste de comer? Nunca he visto a un tipo tan resistente.

-¿Es... Asmodeo?

-Quiere hablar contigo, ahora que despertaste le dejaré entrar.

No alcanzo a negarme antes de ver las sombras abrirle. Un Asmodeo asustado entra para acercarse a mí.

-Vete-la palabra sale de mi boca sin pensarlo.

Quiero que se vaya, no puedo pensar en este momento, acabo de recuperar mis memorias donde ví a Asmodeo ser un Demonio real.

Las palabras de Amelie antes de morir siguen sonando en mi cabeza.

-Largo-el no avanza, desde la primera palabra que solté paró su caminata, Destino frunce el ceño.

-¿No es tu amante?-pregunta.

No quiero contestar.

-¿Tine? ¿Que ocurre? ¿Estás en tus días?

-Demonio. ¿Soy un muñeco para ti?

Asmodeo palidece.

-No. ¿Dónde escuchaste...?

El plan de escape del hermano menorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora