Jaja, bromeas....
¿Que ocurre con este mundo?
Un dragón negro se dirige hacia nosotros, más bien hacia a mí a una gran velocidad.
Doy un paso hacia atrás.
Edward se coloca frente a mí, con sus manos brillantes de color blanco. De ellas saca una delgada espada, ¿No era un Mago?
-Yo le protegeré Maestro de la torre.
-¿Edward esa espada....?
-Soy un Espadachín mágico, ¿Podría guardar el secreto?
-Lo haré si tú no le avisas a mi Maestro que estos días no comeré bien.
El gruñe.
Voy a comer, 5 veces a la semana, de esa forma no comeré el dolor o las vidas de los humanos, ¿Verdad?
El dragón se nos acerca, Edward se dirige hacia el.
¿Debería pararlos?
Edward se ve feliz al usar su espada y el dragón....está molesto.
Además es mucho más grande que Edward.
Derrepente el dragón se transforma en humano, cómo un ser de cabellos negros, largos como los de mi Maestro, y unos ojos azules iguales a esta noche.
-¿Te atreves a interponerte?-pregunta fríamente.
Edward sonríe.
-Largarto, no te metas con mi Maestro.
Sin que el dragón se de cuenta, Edward logra arañarle el brazo. Sus ojos azules observan el color dorado de mi asistente.
Edward, sal de ahí o me quedaré sin ayudante.
-Un reptil fácil de atacar...
El rubio vuelve a atacar, esta vez el dragón retrocede evitando su espada. La mano del dragón toma el cuello de Edward presionando a mi asistente en un árbol.
-Sucio humano...
Lo siento, pero voy a meterme, no deseo otro asistente.
Golpeo el entrepierna de Lenox, el cae al piso soltando a Edward, quién, respira apresuradamente.
-Emm...¿Señor Lenox?
-Ah...tu..mocoso...
-Jaja mira tu cara, cof cof...
-Podría no intentar matar a mi ayudante, el hace un buen trabajo, aunque no lo crea es bueno usando sus manos y lengua.
El papeleo es el mejor y sus palabras son únicas.
¿Dónde encontraré otro igual?
Lenox me mira por un momento, hasta fijar su mirada en Edward.
-¿Es así?
Mi asistente se sonroja.
-¡No es lo que crees!
¿Mm?
Me demoro hasta captar mis palabras en doble sentido.
-No me refería a esa parte, aunque no se si es bueno en eso...quizás si lo es, Edward es tan talentoso y...
-¡Pare por favor!-grita, su rostro está rojo como un tomate.
Lenox se ríe.
-Supongo que tendré que probarlo-los ojos azules miran a mi asistente, que en respuesta levanta su espada apuntando al dragón.
ESTÁS LEYENDO
El plan de escape del hermano menor
FantasyOlvídalo loco. No me quedaré a ser asesinado o a intentar cambiar al protagonista masculino. Así que... Cómo dice el corazón en la maleta. ¡Y yo me voy! ¡Adiós, me fuí! ¡Y no me importa! Quedense con el cliché de porquería que creé. Prefiero irme...