Chapter 91

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Los ojos dorados sonrieron mirando el collar de cruz a su lado.

-Es bueno que mi hermano estúpido no haya querido llevar el collar que le dió ese sacerdote.

Porque si lo hubiese llevado, la magia para arruinar su futuro sería imposible.

-¿No crees que fuiste muy duro? El tenía muchas cosas que hacer, quizás por eso no vino a verte...

-¡El me abandonó!-grita Cyrus.

Kalus se quedó en silencio, a veces Cyrus tiene ataques de ira. No es bueno molestarlo.

El chico de cabellos azules oscuros cerró los ojos moviendo sus manos atadas a una silla.

-¿No vas a soltarme?

Cyrus le quedó mirando, sus mejillas se sonrojaron levemente.

-Te ves lindo.

¿En qué momento se veía lindo? Ha estado amarrado por Cyrus desde que intentó evitar el asesinato de la subordinada de Valentine.

Kalus suspiró, jamás creyó que la linda piedra, pura e inocente, lo amarraría a una silla.

-¿Que harás ahora?

-Ir por mi hermano-Cyrus abre un portal-la piedra debe haber caído y la debe haber agarrado ese demonio.

-¿Estás seguro?

-Si, mi cuñado es el único que desea a mi hermano con locura-sonríe.

Kalus guardó silencio mientras veía desaparecer a Cyrus, en su mente recordó las palabras del hermano menor de Lucifer.

'Si pierdes la piedra, iré por ella'

¿Esa advertencia también va para la otra piedra? El solo está encargado de cuidar una.

Esperemos que el Demonio la tenga.

Valentine.

Ni en mis peores pesadillas desearía esto.

Muevo mi cuerpo debajo del escritorio de Muerte, el corazón me palpita al sentir los gritos de Creación que sacude el cuerpo de Muerte.

-¡¿No sientes vergüenza?!-grita cerca del rostro del pelinegro.

-¿No vas a darme tu sangre?

-¡No dije que no!

¿Que clase de relación es esta?

-¿Entonces?-Muerte le muestra unos frascos-todo está preparado.

-Tu, bastardo desgraciado. No me ves en milenios y esto es lo primero que dices.

-Para tu información, tu no me has querido ver.

-¡Mataste a mi esposa y a tu sobrino! ¡¿Que más quieres?!

¿Oh? ¿Son hermanos? ¿Y el hizo qué?

Miro de reojo como Creación lo aparta luego de tirar la ropa de Muerte.

-Tu sangre, quiero tu sangre, necesito tres frascos.

Creación deja escapar un suspiro al restregar sus manos en su rostro.

-¿No sientes arrepentimiento?

-No-contesta Muerte-fue la mejor opción.

Una palmada cae en la mejilla del pelinegro y aunque se sorprende por esta acción no replica.

-Supongo que me lo merezco.

-Muerete luego.

-No sabes cuánto quiero morir. ¿Por qué no me matas con tu guardaña?

El plan de escape del hermano menorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora