Percibo mis latidos, lenguaje del alma, que entrelazados en armonía se recita.
Siento su eco fatigando mi ser, cuando impotencia y desasosiego me siegan.Cada paso, un acercamiento al precipicio, provocando un sismo en mi pecho audaz.
Dos metros, quizás, en el vacío suspendidos, me pregunto, ¿cuánto tiempo tardaré en caer?¿Un milagro, acaso, aparecerá en mi ultima oportunidad? Aunque escéptico ante ellos suelo estar, siempre ansío su llegada, como un suspiro, pues en momentos de desdicha, son bienvenidos.
Envuelto en melodías cardiacas, me adentro en el precipicio con pasos inciertos.
Aguardando en el vértigo un giro del destino, donde el corazón encuentre su alivio más cierto o se impacte mi mortalidad.