Estoy en disputa y vamos a discernir, querido folio.
Hay amor y odio en nuestra relación, como en cualquier relación, claramente. Pero tengo en mente que lo nuestro va más allá de estos sentimientos tan palpables en las muecas.
Existe una conexión profunda entre mi pluma y tus renglones de manteca, aunque no lo tomes a mal, desde mi perspectiva es un halago. Permites el desliz de este existir dialéctico que considero tan enriquecedor y amargo. Me avasallo ante la vida, pero a la vez desgarro un par de heridas ya cubiertas con pizcas de tiempo. Supongo que así surge nuestra vanidad, la tuya por serme útil y viceversa, ¿verdad?