Bajo la lámpara, florece la estratagema, donde mi pluma se enreda y desenreda, y al mismo tiempo, exhala la escasa estabilidad, para dar unos pasos fuera de la realidad intransigente.
Dime, ¿qué me queda para descender al abismo, y elevarme ocasionalmente sin ilusiones frescas?
Ante mis problemas, cuestiones y dolores, y la anemia mental que me agobia frecuentemente.