Estoy solo en las calles, cantándole a mi dama, sin pentagrama, a capela, dejando fluir mis ganas.
¿Me amas o no me amas? ¿Me amas o no me amas? Esta cursilería no me llama, prefiero no saberlo, guardarte en mi mente y así conversar cuando quiera, donde quiera, en mi cuaderno.
Estoy solo en las calles, enfrentando el rechazo de mi dama, el silencio me aclama, pero prefiero cantar.