Capítulo 25

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Sam Uley se encontraba reunido en la cabaña Ateara, lugar donde se hacían comúnmente las reuniones serias. Por lo que, tras pasar noche y madrugada hasta que su impronta quedara dormida, seguro de que todo estaba bien entre ellos... Partió hacia su tribu, directamente hacia el senior Quil Ateara, debía hacer rápido los permisos para cuando Mavis dictara el día, ya solo debiera armar las maletas, comprar pasaje y listo.

El senior Quil Ateara, lo observaba bastante impresionado por la forma tan necesitada que buscó charlar con él. Ya que ni bien, fue las ocho de la mañana. El alfa de la manada Quileute, se encontraba frente a él con una necesidad ansiosa de hablar con él.

Por lo que, entendió. El viejo de melena larga y complexión delgada, llamó a Billy y Harry, sobre las nueve y media de la mañana, todo los necesarios miembros del concejo se encontraban listos para la urgencia de Sam.

-Ya estamos listos, muchacho. Cuando desees, puedes comenzar a hablar.-expresó el senior Quil.

Sam sentado frente a ellos con la piernas abiertas, curvado hacia adelante y con las manos reventando sus dedos por nerviosismo. Inhaló aire y exhaló, para luego ponerse recto y enfrentar esta decidida elección.

-Como sabrán, he encontrado a mi impronta. Y es una extranjera de Rumania, la misma vecina de Charlie. Mavis Drac. -reiteró lo que había avisado con anterioridad Sam, para así ser capaz de ir hacia ella cuando se sintiera débil. Osea todas las noches que pudiera.

-Si, estamos al tanto también de que es una fría. Pero tiene ojos celestes. No parece ser bebedora de sangre humana. Mi esposa la percibió agradable y simpática, en ningún momento se sintió embelesada o atraída por lo que es diferente a los Cullen. -comentó Harry Clearwater tras convivir un momento con ella, días antes.

-Ella es una impronta diferente. Siento en mi pecho y mi lobo ahuya la fertilización segura. Ella no es el enemigo, señores. -defendió Sam, seriamente a su cielo.

Billy tras esa seguridad. Pone en duda, sabiendo la naturaleza de la jovencita.

-Esta conexión es bastante antinatural y realmente es un hecho experimental para todos nosotros. -expresó Billy no tan cómodo con la situación- Como es tu impronta, deberías exigirle que venga a vivir contigo. Nuestro alfa no debe enfermar ni debilitarse, los cachorros te necesitan sano y en excelentes condiciones, Sam.

-Lo sé, pero ella ha luchado por su vida independiente. No quiero arrebatarle su esfuerzo. -contradice Sam un poco la orden, pero ante la mueca de desagrado en Billy, se apresuró a decir:- Sin embargo, le ofrecí mi casa, ya que me comentó que sus intenciones es ofrecer su ayuda auxiliar a maestros en la escuela de la reserva. Aunque...

-¿Qué pasa, muchacho?-pregunta el senior Quil Ateara.

-Ustedes me dejaron en claro una condición incondicional en las improntas. Que los lobos imprimados debían hacer todo lo que la impronta deseara o necesitara en el momento. Sería lo que ella quisiera que fuera, porque es mi vida, ¿Verdad?-pregunta reiterando la redundancia de dicho conocimiento. No sabiendo muy bien decir la noticia sin ocasionar el rechazo en su gente, tras la impulsividad.

-Así mismo. La imprimación es la ley más importante en nuestra tribu. ¿Ella necesita algo de carácter muy relevante, acaso?-pregunta Billy Black.

-Si. Me expresó con mucha ilusión y necesidad una propuesta para que ella pudiera aceptar mi sugerencia, el de venir a vivir conmigo. -comentó Sam.

-Ha de ser drástico, por tu forma tan cautela de ir directo al asunto. Dinos de una vez de qué se trata, si es para que tu salud sea óptima, aceptaremos lo que se deba hacer para obtenerlo. -sentenció serio el senior Quil Ateara.

Una Impronta diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora