Capítulo 75

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El bosque estaba envuelto en un silencio profundo, roto solo por el crujido de la nieve bajo las patas de Jared. Su forma lobuna se movía con agilidad a través del paisaje helado, su nariz hundida en la nieve en busca del aroma familiar de Mavis. A pesar de la fría brisa, el calor de su preocupación mantenía su cuerpo en constante movimiento.

Zorah, en su forma de zorro, se deslizaba detrás de él con una velocidad sorprendente. Sus pasos eran ligeros y casi silenciosos, pero sus ojos estaban fijos en Jared, preocupada por su creciente ansiedad.

«Jared, cálmate. Tu preocupación está nublando tu olfato. Vamos a encontrarla si mantienes la calma.»

«Lo siento, Zorah. Estoy demasiado preocupado. No puedo entender por qué no vuelve. Mavis es muy responsable... y no sé qué podría estar ocurriendo.»

«Estamos cerca. Su aroma se está volviendo más fuerte. No estamos lejos. Confía en mí.»advirtió Zorah.

«¿Confíar en ti? Decídete, mujer! Estoy en una forma en la que solo puedo percibir las cosas a través del instinto y no del raciocinio. ¡Me está volviendo loco pensar que puede estar en peligro!»se queja Jared.

«Escúchame, Jared. Es normal sentirse ansioso, pero debemos usar nuestra cabeza también. Si no la encontramos pronto, tendremos que reevaluar nuestra búsqueda. Permanece alerta, pero no dejes que el pánico te nuble.»

El lobo color marron oscuro de casi dos metros, levantó su hocico, oliendo el aire con más concentración. El aroma de Mavis se hacía más fuerte, pero su búsqueda estaba llevándolos en círculos. La presencia de Zorah a su lado le daba un poco de calma.

«¿Cómo sabes que no estamos siguiendo una trampa o que Mavis no está en peligro? ¿Cómo puedes mantenerte tan serena?»expresa agobiado Jared.

«He pasado mucho tiempo ayudando a Cleo y a Mavis. Conozco sus formas y patrones. Ella debe estar en algún lugar cercano. No hay trampa. A veces, el instinto puede llevarnos en direcciones equivocadas. Debemos confiar en nuestra experiencia.»explica despreocupada Zorah.

«Tienes razón. Me estoy dejando llevar por mis emociones. Voy a intentar usar mi mente en lugar de solo mis sentidos. Pero, por favor, no te alejes.»claudica Jared avergonzado.

«No me alejaré. Juntos encontraremos a Mavis. Ahora, sigamos adelante. Estoy segura de que está más cerca de lo que creemos.»dijo Zorah conmovida.

Jared y Zorah continuaron su búsqueda, siguiendo el rastro que se hacía cada vez más claro. Sin darse cuenta, Mavis estaba descansando en la cima de un alto pino, observando con curiosidad y una sonrisa juguetona mientras sus amigos luchaban por encontrarla. La vista desde lo alto le daba un ángulo perfecto para ver cómo Jared y Zorah se movían frenéticamente a través del bosque.

Finalmente, Zorah alzó su cabeza, notando la figura de Mavis en la cima del árbol, y le comunicó a Jared con una mezcla de alivio y frustración.

«¡La hemos encontrado! Mavis está en la cima de ese pino, justo allí. ¡Vaya, ha estado observándonos todo el tiempo!»Zorah, en su forma de zorro, soltó un suave y alegre chirrido. Su cola esponjosa se movía de un lado a otro con entusiasmo, mientras sus orejas se mantenían erguidas y atentas. Saltó sobre sus patas delanteras, mostrando una energía vivaz. Sus ojos brillaban con un destello juguetón, reflejando su felicidad en cada movimiento.

«¡No puedo creerlo! Me alegra saber que está a salvo, pero me siento un poco tonto. Gracias por tu paciencia, Zorah.»el lobo marrón oscuro, dejó escapar un suave gruñido de satisfacción. Su cola tupida se movía de un lado a otro lentamente, reflejando su alegría. Saltó ligeramente sobre sus patas delanteras, mostrando una energía contenida. Sus ojos brillaban con un destello juguetón, capturando la esencia de su felicidad.

«No hay de qué. Ahora vamos a recuperar a Mavis y regresar al templo. No olvides, la comunicación es clave, incluso en formas de metamorfo. No siempre necesitamos estar en una manada para hacerlo.»pensó Zorah.

«Lo recordaré. Gracias por estar aquí, Zorah. No podría haberlo hecho sin ti.»agradeció Jared.

Mavis, al percatarse de que Jared y Zorah se acercaron a la base del pino, extendió sus alas de murciélago y descendió suavemente hasta el suelo. Mientras bajaba, se transformaba lentamente de murciélago a humana, aterrizando con gracia en el suelo a pocos centímetros de la base del árbol. Con una leve sacudida de su cabello, se dirigió hacia sus amigos.

Jared y Zorah se acercaron rápidamente, y Jared, aún en su forma lobuna, mostró una profunda preocupación mientras Zorah ya había retomado su forma humana, con una expresión de alivio mezclada con preocupación.

—Lo siento, lo siento mucho. No me di cuenta de cuánto tiempo había pasado. Estaba aquí por casualidad, y antes de darme cuenta, me encontré observando la ceremonia de la boda desde aquí.—se disculpa Mavis avergonzada, picando su mejilla derecha sutilmente.

Mavis solo escucha quejidos, gruñidos y los gestos estresados en el lobo. Como si le estuviera diciendo algo.

—Espera cachorro... Yo no entiendo idioma lobo. Eso solo ocurre con Sam.

Por ende, Jared mira a Zorah y esta le pasa un par de mudas de short al hocico, yendo así detrás del tronco mas grande para transmutar a humano y ponerse ropa, para poder charlar con la pareja de su Alfa.

—¡Mavis, no sabes cuánto me has asustado! Si algo te hubiera pasado, Sam me habría destrozado. ¡Tu seguridad es crucial para mí! No me di cuenta de que estaba poniendo en peligro mi existencia en la manada solo por no protegerte adecuadamente.—exclama Jared revolviendose el poco cabello, exasperado exagerando.

—Lo sé, y lamento profundamente haber causado tanta preocupación. Quería evitar la ceremonia de la boda y asegurarme de que Cleo y Jacob cuidaran bien de Jessica y Angela, pero no llegaron hasta horas después de la ceremonia.— vuelve a disculparse está vez nerviosa, rascandose la nuca.

Zorah se cruzó de brazos, manteniendo su compostura mientras observaba la intensa preocupación de Jared.

—Jared, mantén la calma. Mavis está aquí, y ella está bien. Lo importante es que se puede resolver.

—¡No puedo simplemente calmarme! Sam es implacable. Si no te cuido como es debido, él podría castigarme severamente o incluso...—Jared no puede terminar la frase, su angustia evidente en su expresión.

—Jared, no dejaría que papá lobo, te castigara así por mi culpa. Además, me preocupé tanto por la seguridad de Jessica y Angela que perdí la noción del tiempo. Me disculpo por todo esto. No me di cuenta de que ya era casi medianoche. —lo interrumpe Mavis.

—Lo principal ahora es que Mavis está a salvo. Regresemos al templo y asegurémonos de que todo esté bien. No podemos permitir que este incidente se agrave más. —interviene Zorah, a modo de finalizar el tema.

—Lo siento, Mavis. Estoy completamente angustiado. Prometo que lo haré mejor. Solo... no vuelvas a hacerme pasar por esto. Sam... Sam no perdonaría otro error así. —dijo Jared avergonzado ante la calma que imponía su impronta entre ellos.

—Entiendo, Jared. Aprecio tu preocupación y siento mucho el estrés que causé. Vamos de regreso al templo, y me aseguraré de que todo esté en orden para evitar más problemas. —dijo y propuso Mavis, agradeciendo el gesto a su amiga Kitsune con una sonrisa suave.

Jared y Zorah, aliviados al ver que Mavis estaba a salvo, se prepararon para regresar al templo. La tensión y la preocupación de Jared se mantenían, pero al menos Mavis estaba bien, y eso proporcionaba un respiro a su angustia.

Una Impronta diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora