Capítulo 46

779 127 0
                                    

Junio, 2005

La semana pasó volando. La temporada de examenes estaba dando resultados con creces en la escuela de la Reserva Quileute, y con ello, Mavis iba de aquí para allá, ayudando a sus alumnos en sus materias débiles y a reforzarlos. Y aunque faltaba unos pocos días para el baile de Forks, sus amigas no la habían desinvitado, entendieron que las prácticas universitarias en tierras de los nativos podían absorberla de una manera contundente.

Sin embargo, todo cayó como pieza de tetris a la pieza faltante de sus propias dudas, cuando su ex-compañera se había mudado a la reserva, y tenía pareja oficial. Un moreno sexy, maduro y serio, que parecía tratarla como toda una Reina.

Mavis se despidió con un beso de película, y fuerte abrazo, como si prometieran encontrarse lo más pronto posible.

—¡Mavs! Sé la copiloto de Angie, yo voy a sentarme detrás tuyo. —propuso Jessica.

—Gracias Jess. ¡Cuánto he extrañado escuchar vuestras voces, chicas!—exclamó con un tono feliz y nostálgico, mientras saludó con un beso en la mejilla a Angie, y luego mandaba un beso a Jess. Contagiando su ánimo a todas en el auto.

—Ni tanto que nos extrañaste. ¡uff, con ese morenazo! ¿dónde te los encuentras? Yo también quiero un guapo a mi servicio —bromea Jessica.

Mavis sonríe sin poder evitarlo. Su amiga humana siempre tan ocurrente.

—¿Quieres saber cómo conseguirlo?

—¡Claro! No siempre me deberé conformar con Mike, lo sabes —contesta Jess, peinandose un poco su cabello suelto con sus dedos.

—Bien, es sencillo así que, no te compliques la vida buscandole una explicación a la pista que te daré —aclara con una sonrisa picarona.

Jess y Angie ríen inmediatamente. Atentas a lo que pudiera decir su ex-compañera del Instituto.

—Dilo de una veeez, que tanto misterio nos corroe el sentido común —pide impaciente la pelirroja.

—Bien, bien. Lo que se necesita para conseguirse, un hombre como tu dices: "El morenazo", pues son tres cosas: primeramente deberían conseguir Ir a la Reserva o la Playa Push; como segundo punto, mirar a los ojos a alguno de los chicos fortachones del círculo de mi pareja y como último punto, esperar a que surta la magica mirada de amor a primera vista, sé paciente y si no ocurre es porque tu destino no era ser la mujer de uno de esos chicos guapos —comenta Mavis como si estuviera revelando un chiste y un trucazo para existir en el romance.

—Lo dices como si el amor estuviera hecho dentro de un cuento de hadas, Mavs, seamos realistas. Ningún chico se enamora así de una, eso solo pasa en los sueños —protesta Angie.

—Eso solo pasa si tu ya no lo crees.

Mavis le guiña el ojo, mientras mueve las puntas de los dedos sus manos como si estuviera tirando brillitos de magia.

—Si crees haberlo conseguido así, lo probaré a la vuelta. ¡todo sea por un bendito hombre guapo como el tuyo! —gime Jessica totalmente ilusionada.

Angie niega y sigue el camino del asfalto hasta llegar al pueblo, y luego estacionar frente a una casa.

—Bueno, ahora toca que conozcas a Bella. Espero todo vaya bien —dice mientras teclea un mensaje al celular.

—Pues si es agradable, seré social. Pero si es borde o antipática, nada de expectativas a mi actuar, que seré indiferente —Mavis aclara c/ sencillez.

—Bueno, creo que es lo mas obvio. Nadie te va a obligar a que la aceptes, ndah—expresa con obviedad Jess.

—Supongo que sería lo más común y propio de ti. Esperemos que sea por la primera opción —comenta optimista Angie al ver como la puerta del Hogar de los Swan se abre.

Mavis nota que de la casa sale una chica de cabello color marrón, ojos del mismo color, piel bastante pálida y... La ropa muy sport.

—Y si, en definitiva les urge ir de compras, por la pinta... —comentó a murmullos Mavis, al notar de reojo la mueca de Jessica ante el look de Bella Swan, la hija de Charlie.

Prontamente se acerca al auto. Mavis se apresura a bajar la ventanilla para poder hablar con la nueva.

—Hey! No nos conocemos pero te recomiendo que subas del lado de Angie, Jess no se moverá de lugar—advierte con una sonrisa amistosa.

La hija del Sheriff asiente tímida, y le sonríe sin mostrar dientes.

—Si... Gracias.

Enseguida las tres, la ven rodear el auto. Al entrar el ambiente cambia, las tres saben que la salida será larga.

—Bella, ella es Mavis, nuestra amiga graduada y universitaria. Vive en la Reserva, por eso nunca la has visto por el pueblo —cuenta como toda chismosa, Jessica a la nueva.

—Hola...

—Espero no te sea agotador ir de compras con nosotras, somos compulsivas con las compras. Ya estás advertida —dice Mavis con una sonrisa jocosa, tratando de aliviar el incómodo ambiente que sea crea ante su presencia.

—Daré... Mi mejor esfuerzo. Uhm, un placer conocerte Mavis. —sonríe tímida Bella mientras se pasa un mechon de su cabello detras de su oreja izquierda. Curvada, taciturna.

«Tal como Charlie. Espero que siga agradable como él o la tacharé de molesta como la Cullen»pensó.

Angie y Jess cruzaron miradas por el retrovisor, esperando que las cosas fueran a mejor.

—Pongamos algo de música hasta llegar a Seattle —propuso Angie.

—Pon del Cassette que te pase la otra vez, la musica de "Red Hot Chili Peppers" Dani California —pide Jessica totalmente emocionada.

—Perfecto, luego me dicen ustedes las canciones que quieras, amigas. —acepta Angie totalmente a gusto con la elección, mientras mira de reojo a Bella y Mavis.

—Cuenta con ello, aquí falta un poco de Blue Foundation. —añade Mavis.

—Oh, uh... Esa banda también es... Mi favorita —comenta Bella.

—¡Perfecto, entonces ya sabemos la musica que sigue!—contesta optimista Mavis, tratando de llevar la fiesta por la paz, tal como prometió intentarlo.

Una Impronta diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora