Capítulo 41

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La camioneta negra de Sam, era guiada por la indicaciones de su impronta, como copilota

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La camioneta negra de Sam, era guiada por la indicaciones de su impronta, como copilota. Jared iba en asiento de atrás, mirando todo con curiosidad, hace bastante tiempo que no salía de las tierras de la Reserva Quileute por lo que todo le parecía sumamente interesante, aunque claramente debió pedir antes el permiso de su madre para venir a esta salida grupal de amigos, la madre de Jared depositaba la confianza en Sam plenamente, todo gracias a la presencia de Mavis, que los hacía conocerse entre las madres como una pareja muy dulce y responsable. No era mentira, desde que Sam había conocido a Mavis su vida se había equilibrado completamente, antes de todo esto, apenas podía aparentar tener una buena vida pero en cuánto se convirtió en el primer lobo de la nueva generación de protectores Quileute, toda su vida de mierda había cambiado para bien.

En fin, la confianza que Sam tenía era gracias al amor seguro que compartía con Mavis, y consiguiente, el podía ser un lider nato para cuidar y proteger de los suyos con el apoyo justo.

—Esto es tan interesante. No conocía este camino de la carretera en Seattle. —intervino entre las indicaciones de Mavis hacia Sam.

De reojo Sam cabeceó confirmando también su propia incredulidad.

—Para mi también lo es. —atribuyó.

—Supongo es normal, solo los monstruos saben de este trayecto. Mummy fue quién me dio la dirección, realmente no lo conocía antes de llegar a Forks. —admitió Mavis, divertida.

—Perdona que te pregunte, pero... ¿quién es Mummy?—pregunta intrigado Jared.

—Es uno de mis tíos, en realidad se llama Murray. Aunque coloquialmente sería conocido para ustedes por el nombre del monstruo que lo representa, que es: La Momia. —aclara de manera tan formal, intentando instruirlos bien en este mundo que quierase o no, debían saberlo.

Jared abre la boca totalmente sorprendido, sus cejas enalzadas y su corazón va acelerado.

—¡Wow! ¡Yo quiero conocer a la Momia! Ha de ser muy tenebroso y apestas por la descomposición me imagino —Jared comenta eufórico.

—Jijiji. Cada uno tiene sus aromas. Aunque creo que por eso cada tiempo se cambia los vendajes, por higiene. —comenta pensativa, recordando lo manchado que suele venir su vendaje tras cada vuelta a vacacionar.

—Sin duda, tu vida ha de ser una gran fábula. No me imagino estar conviviendo todo el tiempo con monstruos terroríficos —admite Jared, tratando de hacerse a la idea.

Mavis frunce su ceño, inconforme por como piensa el cachorro.

—No son tan malos como los conoces. Aunque los monstruos entre sí se llevan regular, son como personas también solo que de diferentes características —comenta Mavis.

Sam frunce el ceño. No había estado comentando nada, porque él ya lo conocía al mencionado y eran bastante bromista como para evitar lo perturbador de su aspecto.

Una Impronta diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora