Capítulo 67

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Una vez todos han logrado repartir las compras hechas en sus respectivos lugares, Mavis hace un poco de uso de sus dones telekineticos para empezar a hacer la masa de carne especiado del recetario culinario, moviendo sus ideas y mientras va leyendo la receta. Mientras que los chicos se encontraban admirando con diversión e intriga como la impronta del Alfa movía de aquí para allá las cosas, Jacob era el más sorprendido de entre los dos ya que no solía compartir tanto tiempo con los chicos ni con ella.

—Cariño habíamos quedado en que leeríamos la carta, estando todos juntos.

—Y a eso voy... —aclara Mavis, mientras abre también la puerta dejando ver a Cleo, Griffin y Leah para que pasen a reunirse con ellos— No estabamos todos, mi lobito. No sería un buen chisme sino estaban las chicas y el tío Griffin, después de todo, papá no puede estar con nosotros por el trabajo.

Jacob enseguida iba a hacer espacio para su impronta, pero se queda estático al sentir que no se podía mover, Cleo se había sentado en su regazo como si fuera una Diosa, o una chica muy mimada.

—C-cleo... ¿qué haces?—tartamudea nervioso Jacob. Era una pose muy comprometida y que lo ponía muy nervioso, por más que fuera su imprimación, estas cosas no solían pasar exactamente frente a sus hermanos de manada.

—Me siento donde mi concubino está. ¿Quieres que me siente cerca de Jared?—pregunta con una sonrisa dislumbrando malicia.

Jared traga saliva, sintiendo escalofrío. Poniendo cara de angustia al ser nuevamente el blanco al tiro de otro de los suyos por culpa de una impronta.

«¡Malditas mujeres, malditas manipuladoras! ¿No ven que quiero vivir y no morir taladrado por ellos?»pensó martirizado el chico Cameron, nervioso.

Levantó sus manos, ofreciendo rendición y no disputa.

—No me metan en sus asuntos, ya suficiente tiene mi alma con Mamá loba. —decide opinar, para no quedar como todo un asustadizo.

Jacob avergonzado negó, y trató de recomponerse para la egipcia.

—Mejor quédate conmigo, por favor. —pidió el preadolescente nativo, buscando la paz entre su impronta.

Cleo de Nile sonríe con astucia y victoriosa, le da un beso dulce en la mejilla a su cachorro concubino. Palmando suavemente su mejilla.

—Haz decidido bien, buen chico.

Para este momento, Jared y Paul se estaban aguantando las ganas de reír al ver como esas palabras parecían devolverle el alma al pobre de Jake quién se había quedado pálido ante el posible desagrado de la egipcia.

—Bien, bien. Mientras el lomito se cocina y amaso la masa de pizza, quiero poner al tanto a Leah, Griffin y Cleo del motivo por el cuál los llamé con urgencia para reunirnos —menciona con diplomacia y tranquilidad Mavis, mientras las cosas siguen levitando de aquí para allá, estando sentada en el regazo de Sam, mientras revuelve cosas en un bowl.

Griffin se ajusta los lentes extrañado al olfatear el ambiente y sentir el hedor extraño de los vampiros Cullen, al igual que darse cuenta de que proviene de una carta que esta encima de la mesa.

—¿Se trata de la carta que tienes allí?—pregunta con intriga.

Leah frunce el ceño al reconocer el aroma, por lo que pregunta con astucia.

—¿Es correcto que la parejita Nile esté presente? —pregunta Leah, sin mencionar directamente el nombre de quién podría salir afectado— Pediste que no mencionaramos su nombre, y lo tienes aquí entre nosotros. ¿Son estupidos o qué?

—Leah, cariño... —quiso intervenir nervioso Griffin.

Sin embargo, sienten como el ambiente se tensa en cuanto Cleo la mira despectivamente y Jacob parece estar deteniendola mediante un abrazo por la cintura a su impronta.

Una Impronta diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora