Capítulo 90

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Enero- Febrero del 2008

El Milagro de dos vidas

Mavis, con una mano en su abultado vientre, miraba con nerviosismo al Dr. Deuce Gorgon, esperando ansiosa cualquier palabra que pudiera aclarar la situación. Sam, a su lado, mantenía una mano protectora sobre su esposa, sus ojos llenos de amor y preocupación mientras intentaba asimilar la noticia. Estaban en la sala de consulta del hospital Magistralis, un lugar donde la medicina y la magia coexistían en perfecta armonía.

Deuce, con su mirada de serpiente semioculta detrás de sus gafas especiales y traslucidas dejando ver sus ojos verdes sin peligro alguno, observaba la pantalla del ecógrafo mientras Mavis y Sam esperaban su diagnóstico.

—Bien, Mavis y Sam —comenzó Deuce con voz calmada, mirando primero a Mavis y luego a Sam—. Este embarazo es, sin lugar a dudas, único. Y no solo porque es el primero de su tipo que he visto, sino porque estamos hablando de la mezcla genética de dos criaturas sobrenaturales muy diferentes: una vampira original y un hombre lobo Quileute. La ciencia y la magia no han tenido muchas oportunidades de estudiar algo como esto. Es como si sus ADN's estuvieran buscando un equilibrio entre ambas naturalezas, y ese equilibrio ha resultado en... dos bebés.

Mavis abrió los ojos de par en par, y Sam tomó aire profundamente, apretando la mano de su esposa. La sorpresa era evidente en ambos, pero también lo era la emoción.

—¿Dos...? —Mavis apenas pudo pronunciar la palabra, su voz temblando entre la incredulidad y la dicha.

Deuce asintió, observando los rostros de la pareja antes de continuar. —Exactamente. El hecho de que tengas mellizos se debe a la complejidad genética de ambas especies. Cuando las criaturas sobrenaturales se mezclan de esta manera, es común que el material genético necesite duplicarse para estabilizarse, lo que resulta en la concepción de dos bebés en lugar de uno. Este fenómeno se ha observado entre sirenas y humanos o tritones, pero este es el primer caso registrado de un híbrido entre vampiro y hombre lobo.

El doctor continuó explicando mientras señalaba algunas imágenes en la pantalla. —Cada uno de los bebés podría heredar diferentes aspectos de sus padres. Podríamos estar hablando de uno siendo más vampiro y el otro más licántropo, o ambos podrían compartir características híbridas, lo que es lo más probable. Los cambios hormonales en ti, Mavis, podrían ser más pronunciados, con antojos más intensos y específicos. Dado tu estado inmortal, tu cuerpo está manejando el embarazo de una manera muy eficiente, lo que significa que no deberías tener complicaciones graves. Sin embargo, no podemos estar seguros de los efectos que el embarazo pueda tener en los bebés, ya que desconocemos si serán vampiros, licántropos, o híbridos. Debemos estar preparados para cualquier cosa.

Mavis, con sus ojos cristalinos, preguntó en voz baja, —¿Eso significa que no sabremos hasta que nazcan?

Deuce asintió lentamente. —Así es. Es parte del misterio de este tipo de embarazo. No hay forma de predecir con exactitud cómo se manifestará su genética hasta que nazcan. Lo que sí podemos hacer es monitorear de cerca y asegurarnos de que todo progrese de manera saludable. También hay ciertos cuidados especiales que deben tomar en cuenta. Primero, aunque tu cuerpo inmortal está perfectamente equipado para soportar el embarazo, los bebés están creciendo rápidamente y eso puede generar una mayor necesidad de ciertos nutrientes. Los antojos que tengas, por extraños que parezcan, son una forma en que tu cuerpo busca esos nutrientes.

Sam asintió, procesando la información. —¿Y qué tipo de precauciones deberíamos tomar?

Deuce sonrió ligeramente. —Bueno, además de asegurarse de que Mavis esté recibiendo suficiente sangre fresca y alimentos ricos en hierro y otros nutrientes, también deberán estar preparados para cualquier cambio en su humor o energía. Los cambios hormonales pueden ser más intensos debido a la naturaleza sobrenatural de los bebés. Y una última cosa importante: es posible que en algún momento, especialmente en los últimos meses, sientas que tu fuerza disminuye. Es normal, dado que el cuerpo está concentrando todos sus esfuerzos en nutrir a los pequeños. No será peligroso para ti, Mavis, pero puede ser incómodo.

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