La vida da muchas vueltas, se da pasos hacia el futuro y luego se retrocede unos pasos atrás. Mavis miraba las nubes del cielo con tanta nostalgia reflejada en sus ojos celestes, el tiempo humano pasaba tan pronto a sus ojos que no podía evitar sentir que mientras más tiempo se pasara conviviendo en él mas sentía como si no hubiera disfrutado nada. Ser inmortal daba gustos y disgustos, el gusto podría haber sido conocer a el mundo gracias a su padre, haber recibido la educación humana y haber podido conocer por un tiempo considerado el valor de la amistad humana, el cariño humano y las perversiones buenas o malas que rodeaban al mundo mortal. El disgusto era simple: el tiempo. Disfrutó tanto de la vida de sus amigas como pudo, sin embargo, en cuánto Jess o Angie decidieron expandir sus experiencias fuera del pueblo, su comunicación empezó a limitarse y poco después fue nula, no porque no quisiera estar en comunicación sino porque se dio cuenta que las enfermedades y las experiencias eran las que limitaban el tiempo de disfrute de esa compañía particular. Angie logró sus sueños, a los ventiocho tuvo su propia familia con Eric viviendo en Inglaterra; Jess fue a parar a Brasil, era una diva y emprendedora de una línea de ropa que residía en Roma pero fue en Brasil donde encontró a su amor perfecto, aunque no parecía que su sueño fuera establecer una familia como Angie.
En el pueblo de Forks, Charlie había vuelto a enamorarse de una chica bastante bonita, una mujer que le devolvía las ganas de vivir. Y aunque recordar a su hija Bella fuera doloroso o triste, la mantenía como una estrella del cielo que debió quedarse entre las demás estrellas porque rápido pereció en el mundo mortal. Se supo dos años después, en una ronda del Sheriff por el bosque con el perro de su prometida, había podido encontrar el cuerpo de su primera y única hija; huesos es lo único que pudieron guardar en el féretro, suponían que había sido atacada por un oso. Aunque en ese año, Drac había aclarado el asunto: la humana había sido exterminada repentinamente por obra de magia frente a los Vulturi, nadie sabía quién había sido el responsable de dicho suceso.
Más de esa información no había sido de su interés saber. Las cosas iban tal cual como debía ir, mientras que en la Reserva, las cosas iban cambiando año tras año hacia una evolución sana en la tribu; es decir, Rebecca llevó a cabo sus intenciones y se llevó a su padre a Hawai. Jacob una vez sintió la lejanía de su figura paterna quedó a cuidado de Rachel oficialmente, pero Cleo intervino en esa atmosfera y pidió a su concubino vivir con ella. Rachel aceptó encantada, remodeló la cabaña de su padre para reiniciar la vida con Paul con una atmosfera mas limpia (echaron la casa e hicieron una mas hermosa, perfecta para una familia.)
Sin embargo, en cuánto el cachorro Jacob, pues a sus dieciocho años justo luego de terminar sus años escolares se marchó de la tribu como mochilero junto a Cleo, ambos habían dicho que irían a recorrer el mundo. Aunque a ciencia cierta, sabía que su amiga egipcia llevaría al cachorro a conocer al faraón, era un misterio para muchos pero ella la conocía bien.
Zorah y Jared decidieron volver al templo, se había acordado que en cuanto empezaran a tener hijos volverían a la tierra Quileute. Los ancianos de la Tribu habían cedido su lugar a sus hijos, es decir; el viejo Quil precedió su lugar a su nieto Quil. Harry Clearwater a su hijo Seth. Y Jacob cedió su lugar a Paul. Por lo que, el concejo de ancianos había tomado un nuevo aire.
Paul como cascarrabias mantenía en pie y feroz las decisiones, sin tener la toxicidad que los anteriores tuvieron ante el mestizaje y descendencia híbrida. Seth ofrecía la pureza y la justicia, al igual que detectaba los sentimientos impuros. Y Quil... Pues el mantenía el orden y equilibrio en las decisiones donde Paul o Seth debatían sin descanso, al punto de llegar a pelearse por tener la última palabra.
Podría decirse que la ausencia de Jacob y Jared en la manada se sentía, pero nuevos cachorros fueron apareciendo así como se ve, amigos del Black tal como: Quil, Embry y Seth habían despertado su gen protector a la edad de dieciséis años. Mientras que nuevos cachorros llegaron también Collins y Brandy, que eran la copia en vida del chistoso de Jared y Jacob.
Y nunca se pudo olvidar de ese incómodo momento de reencuentro en su salida del Sanatorio Umbra en Rumania, al ver en una posición comprometida a su Doctor y amigo Deuce, con el hipócrita y raro vampiro Edward Cullen, quienes parecían estar discutiendo algo preocupante. Pero Sam había preferido no intervenir, parecía claro que ellos eran pareja y tal vez Edward era el motivo por el cual Deuce había cambiado su residencia y laburo en Rumania. Pero no era quien para interesarse en esa vida, tan solo esperaba que cosas buenas le ocurrieran a su doc, de ser lo contrario, Sam ya no buscaría de sus servicios para el cuidado de sus cachorros.
Nunca se sabía ni podía contar con la buena vibra en un Cullen que en un principio ya dio la cara de acosador.
—Así como en unos años atrás, te vuelvo a encontrar viendo el cielo...
Mavis voltea la mirada hacia atrás con el mentón altivo, ya que la persona que le había hablado estaba de pie detrás suyo, mientras las manos varoniles se resbalaban en caricias directas a sus hombros delgados.
—Costumbre irreparable —contesta con una sonrisa ligera.
—Y tal que así también sigue tu simpatía, hermosa e igual. —alaga Sam con cabello corto, aspecto de unos treinta y tantos años. Maduro y sexy.
—No me puedo quejar mucho. Es parte de mi genética y de mis padres —bromea Mavis, mientras se deshace de las caricias de las manos callosas de su esposo, revelando su pancita de embarazada al ponerse de pie.— Aún cuando envejezcas lento, sigues siendo tan guapo como la primera vez que te vi, Sam.
—Claro, tengo que ser igual de guapo que mi mujer, ¿Sabes?—alardea con una sonrisa juguetona Sam, mientras la atrae y abraza suavemente. Sintiendo esa dicha en cuanto el vientre lo roza.—Luca ha preguntado por ti.
—Ay mi niño, ha salido igual de mimado que tu —se queja un poco, aunque sonríe divertida ante la sensación de dicha maternal.
—¿Y qué me dices de Luna? Esa niña es toda una sinvergüenza como tu —se queja orgulloso y embobado Sam.
—Nuestros mellizos tienen las cualidades que ganaron con justa razón de ambos, aun cuando sean unos revoltosos híbridos —suspira fingiendo cansancio, pero siente una pataditas en su vientre de seis meses— No sé como haremos funcionar el cuidado de nuestros revoltosos hijos con la bebé en camino, hasta parece que ya está ansiosa por conocernos.
—Serán los mejores hermanos mayores, nosotros los mejores padres por supuesto, y nuestras luces son prueba de que podemos con tres cachorros. —asegura seguro y optimista.
—Con diez años, ya han superado nuestras expectativas. Ya casi cumplen la apariencia de los dieciséis... Han crecido rápido en este corto lapso. —murmura conmovida Mavis, con ganas de llorar— El ciclo de la vida es toda una aventura que deseo dure toda la vida *snif*
—Ay mi cielo...—susurra conmovido. «las hormonas la tienen tan sensible»—Los tendremos por muchos años, de eso no te preocupes.
—No me preocupo, solo que estoy sensible snif —susurra avergonzada— ¿Estás feliz de todo lo que hemos logrado, lobito?
—Estoy feliz por todo, desde que te vi por primera vez mi mundo cambió para mejor...—murmura mientras toma con delicadeza su mentón a su mujer— Dos años después me diste motivos para elegirte como la madre de nuestros hijos, y al cuarto año, se cumplió mi sueño mas anhelado... Tener una familia contigo a mi lado. Nos costó pero no fue imposible.
Mavis conmovida a más no poder, se inclina de puntitas a besarlo. Amada, querida y enamorada tal y como la primera vez que lo reconoció como su Clic, su vida y su amor.
Tal vez se avecinaba nuevas aventuras con su tercer bebé, pero por el momento sus mellizos híbridos crecían sanos y a salvo, al resguardo del gran lobo negro feroz y la super princesa de los Drácula. Y aunque aún no despertaban a sus lobos, pero suponían perfectamente que a los dieciséis años de edad las aventuras tomarían un enfoque sentimental tan fuerte que solo juntos podrían enfrentarlo.
Porque la imprimación llegaría. El amor. Las emociones fuertes y el descontrol verdadero se harían presentes, pero todos sabían que esos dos no harían rebelión a sus padres tan pronto, tal vez en un siglo próximo sí.
Pero por ahora, solo debía disfrutarse de la vida, de dar vida y cuidarla con el máximo furor de lealtad a su familia, que con mucho esfuerzo labró sus frutos, para conseguir la paz, el amor aún con la diferencia de razas.
Porque todos debían aprender que gracias a una impronta diferente, las diferencias se unieron para ser mejores como tribu y protectores a la vida, a la familia y al amor.
FIN
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Una Impronta diferente
FanfictionCRÓNICAS DE AMOR Y MAGIA SOBRENATURAL - TOMO#1 Mavis Drácula emprenderá una nueva aventura, lejos del Hotel Transylvania. Su instinto dicta un lugar perdido del mundo, un pueblo pequeño llamado Forks, Washington. ¿Qué encontrará siguiendo su instint...