Capítulo 71

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Jared se encontraba tomando su taza de chocolate caliente con su mirada perdida en un punto neutro de la mesa baja, sentado en un almohadon bajo en el suelo al igual que Mavis quién disfrutaba de estar hablando con la chica de sus sueños, el encanto de su vida y quién le había explicado que especie era: una kitsune zenko, osea que es buena. Es decir, descendiente oriental de Folklore Japonés, una mujer metamorfa de zorro; es decir, Kitsune significa zorro. Pero el detalle que lo tenía bastante callado era la edad que se llevaban por delante, Zorah tenía novecientos años recién cumplidos, mientras que él tenía solo dieciséis años, todo gritaba PEDOFILIA.

Sin embargo, el único detalle que lo salvaba y probablemente no le causaría mucho problema social era que su impronta no aparentaba la edad que correspondía, si la miraba bien parecía tener su misma edad pero eso lo atribuía a la estatura baja y rostro tierno que ella posee como mujer.

—¿Cachorro te sientes bien?—pregunta preocupada Mavis.

Él traga saliva y un poco de la bebida caliente, perfecta para el clima fresco de Canadá, Alaska. Deja su taza sobre la mesa y se dispone a hablar, aunque aún se sentía muy mareado con las informaciones dadas una o dos horas atrás, quedando saciado de dudas en relación a ella pero las dudas se generaban en torno a él mismo.

—No, la verdad no me siento tan bien como creía que estaría después de informarme mejor...

La kitsune pelirroja frunce el ceño.

—¿Por qué estás tan preocupado? Exudas incomodidad y preocupación, ¿No has entendido algo de lo que he dicho?—preguntó Zorah.

—No, no eres tu... Ahora soy yo quién carece de respuestas para mi mismo —resopló Jared cubriendo su rostro entre sus manos.

Mavis anima a su amiga para que lo consuele con la mirada celeste dirigiendose de ella hacia él en varias veces, como diciendo: ¡Ánimo!

—Si me las dijeras, probablemente pueda ofrecer o sugerir respuestas.

El nativo se descubrió el rostro y baja sus manos a su regazo.

—¿Estarías dispuesta a hacer eso a ciegas y por mi?—preguntó con ojos similares a un cachorro perdido.

Las orejas de la Kitsune se bajaron conmovida por ese rostro.

—Claro, eres mi huésped.

—Bien. Como te dijo Mamá Loba, me he imprimado en ti, osea, la imprimación Es como... la gravedad que te sostiene. Ya no eres tú el que te sostiene, es ella. Nada más importa. Haces cualquier cosa por ella, te conviertes en cualquier cosa por ella... su necesidad importa más que la tuya. Básicamente...—se rasca la nuca al sentirse tonto— me vuelvo dependiente a ti, mi mundo gira entorno a ti. Puedo ser un amigo, un hermano, un protector o pareja romántica, lo que desees lo seré.

Zorah se queda maravillada por la forma en que él describe la imprimación, por lo que se rasca el mentón a modo de pensar con cautela.

—Mavs, ¿Esto puede ser considerado otra prueba contundente del amor a primera vista?

—Es prácticamente eso. Solo que mas intenso, selectivo y que es para toda la vida, es decir: Su Alfa se imprimió en mi, él vivirá hasta el fin de mi existencia. Soy su suya y él es absolutamente mío, podemos engendrar bebés como una familia feliz, es mi clic, mi pareja destinada —expresa un ejemplo más cercano.

—Entiendo...

—¿Solo eso dirás? ¿Acaso no te abruma todo esto? —pregunta Jared nervioso.

—La paz de este templo depende de mi estado de humor, la mayoría de las veces me muestro calmada porque debo serlo pero si lo dejara libre, no podrías comprenderme en lenguaje humano. —aclara Zorah con aura pacífica— Además me adapto a la naturaleza y actualmente has sido adherido a mi entorno, ¿No? Pues debes relajarte Jared, no hay peligro que pueda afectarme.

Los ojos marrones oscuros de Jared brillan tras la seguridad con la que desenvuelve su impronta.

—Pero... ¿Cómo te sientes? ¿Estás de acuerdo con esto?—pregunta necesitado de no sentirse rechazado— Tengo dieciséis años, Zorah.

—Dos años más y serás oficialmente considerado edad legal. Puedo esperar, tengo mis impulsos controlados la mayor parte del tiempo —sonríe astuta— Además, por el momento me ves como una persona preciosa, me admiras lo percibo, te gusto pero hasta que no tengamos tiempo para dar lugar al verdadero romance, creo que la diferencia de edad no será un problema. ¿Lo es para ti?

Jared abre y cierra la boca, desencajado por la sabiduría que desembucha ella.

—Eh...

—Perdona que me involucre, pero lo oí decir hace unas semanas de que quería una impronta con la que pudiera amar, disfrutar de salidas amistosas y carnales, yo creo que lo que propones puede ser correcto pero... Los lobos son muy cambiantes, he aprendido que cuando encuentran a su impronta no pueden ser inactivos sexuales, necesitan tener actos carnales o se la pasan con un humor de perros horrible —comenta Mavis.

Avergonzando en gran medida a Jared.

—¿Ah? Entonces eres un lobo goloso. Sobre la marcha podría encontrar algo...—iba diciendo Zorah con una sonrisa y ojos verdes juguetones.

—¡N-no lo necesito ahora! No hagas caso a Mavis, solo esta bromeando —interviene Jared nervioso.

Mavis ríe tiernamente ante su cachorro, mientras se levanta del futon y luego se dirige hacia fuera.

—Estaré fuera, me gustaría despejarme y dejarles su propia intimidad, regresaré en dos horas probablemente —dice mientras sale, cierra la puerta corrediza y emprende vuelo.

Mamá loba es muy chismosa, eso le pasa por juntarse mucho con chicas chismosas. —se queja el nativo Quileute avergonzado y cruzado de brazos.

—¿La llamas así porque es pareja del Alfa? ¿En qué rango te desenvuelves?—pregunta interesada, optando por la misma posición pero más pensativa.

—Así es, se siente más bien correcto, el llamarla así, ya que si la tuteamos el Alfa se pone muy celoso por su atención, solo sus amigos le dicen Mavs—comenta Jared recordando las veces que había sido amistoso con Mavis.— Y por lo del rango, yo... Uhm creo que sería el segundo beta, Paul emergió primero por lo que se lleva el mismo cargo de misiones que yo o yo de él.

—Entonces eres un lobo fuerte, responsable y ... ¿Qué me falta?—pregunta mirándolo divertida.

—Muy bromista, jugueton, cariñoso... Y protector —añade varias cosas con una sonrisa de gallardo.

—Vamos a complementar bien.

Jared la mira incrédulo e intrigado.

—¿Cómo?

—Ya lo verás, ahora vayamos a evitar que la pequeña vampira se meta en problemas —sugiere escuchando un pequeño atisbo de temblor en la montaña de nieve, justo al punto de la montaña Denali.

—¿Porqué dices que está en problemas? Ella siempre va a estirar las alas...—comenta no entendiendo el punto pero repentinamente parece recobrar una razón alarmante— ¡La boda!

—Supongo que es el evento de mis enemigos errantes han avisado previamente. Vamos, iremos a detenerla a tiempo —dice la Kitsune tomando una forma de un pequeño zorro— Rei, cuida del templo, ¡vuelvo pronto! —se dirigirse a alguien más.

Jared busca al nombrado y se asusta de sobremanera al notar que un zorro blanco se encuentra a su lado, mirándolo divertido, soltando un sonido claro de zorro.

Ve con calma.

Zorah salta y golpea el rostro del nativo con su cola de zorro para despertarlo de su sorpresa.

—¡Vamos!

—Sisi, vamos.

Reacciona corriendo detrás suyo.

«Sam me matará si no la llevo sana y sin rasguños»pensó preocupado Jared.

Una Impronta diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora