PREPARATIVOS

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A la mañana siguiente Logan estuvo en el departamento a las ocho puntual para realizarle la limpieza de las puntadas a Nate quien contó todos los detalles de nuestra cena pasada e invitado haciendo que la expresión de mi amigo cambiase por completo

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A la mañana siguiente Logan estuvo en el departamento a las ocho puntual para realizarle la limpieza de las puntadas a Nate quien contó todos los detalles de nuestra cena pasada e invitado haciendo que la expresión de mi amigo cambiase por completo. Acabó muy rápido con su tarea y le ofrecí un café mientras se mantenía conversando aún con Nate, me fui a la cocina a servírselo y muy pronto estuvo en la estancia mirándome fijamente.

—¿Ahora lo invitas a que venga a cenar?.—inquirió notablemente irritado. Exhalé fuerte y puse mis ojos en blanco.—Cuéntame algo April ¿En que momento se hicieron tan buenos amigos?

—¿Es en serio Logan?, ¿Haremos esto de nuevo?—cuestioné haciéndole frente, no le permitiría una escena más.

—El Audi sigue en el estacionamiento April ¿Debo preocuparme?.—soltó frunciendo el seño de brazos cruzados y recostado en uno de los posa brazos del sofá.

—No. La verdad es que no tienes porqué preocuparte y lamento si esto va a sonar cruel pero no tiene que ver contigo, logan.—dejé claro ofreciéndole la tasa de café que por supuesto recibió y dejó en la encimera.

—¡Genial, ya suenas como él!—se quejó mirándome amargamente.

—No voy a discutir contigo sobre a quién invito o no a cenar a mi departamento.—aclaré tajante y sus ojos se abrieron un poco mientras escuchaba lo que le decía.

—Míranos April, desde que ese tipo apareció no hacemos más que tener estas discusiones.—enfatizó señalándonos a ambos.-¿En qué nos estamos convirtiendo?.

—Escucha Logan, de verás no quiero ser grosera contigo pero tienes que asumir que te estas sobrepasando. Eres mi mejor amigo y actúas como si tuviese que pedirte permiso para tratar con Ethan.—expresé sincerándome con él.

—Ese tipo aparece cada que quiere y no logro entender porque se siente con tanto derecho sobre ti ¿Ustedes están saliendo o algo por el estilo?—curioseo fijándose en mi reacción con detenimiento.

—¡Tío log ven a ver este gol!—llamó Nate desde su habitación desviando la atención de la conversación.

—¡Voy en un segundo Nate!—respondió mi amigo alzando un poco la voz.—Quiero saberlo April.—insistió poniéndose de pie pero centrando nuevamente su atención en mí.

—¿Debo tener tu autorización?—inquirí un poco a la defensiva ¿Por qué demonios tanta insistencia en que le diera explicaciones acerca de mi vida?

Inició el recorrido a la habitación de Nate bufando y sacudiendo la cabeza. Ghail y Logan eran mis mejores amigos, confidentes y consejeros pero este último se había convertido en un juez de mi vida estos últimos días, podía comprender que quisiera lo mejor para mi y que se preocupara, eso no era lo que me irritaba sino su manera de querer imponerme qué y como hacer las cosas. No le cedería el control de mi vida nuevamente a nadie más, él estaba cruzando una línea y no se lo permitiría. Tenía que parar con eso o acabaríamos mal.

Un par de horas más tarde Logan se había ido a cumplir su turno en el hospital. Nate y yo nos habíamos ocupado de hacer una video llamada a Sam para contarle con lujos y detalles todo lo sucedido, por supuesto obviando algunos detalles alarmantes como el haberme accidentado bajo la lluvia en plena emergencia. Sam se había alterado un poco y aún viendo a Nate en perfecto estado, había dicho que volvería en seguida tal como me lo había imaginado pero insistí lo suficiente como para convencerle a regañadientes de que se quedase a disfrutar de sus merecidas vacaciones con su novia Mariam. Después de todo solo les quedaban un par de días para volver y ambos se habían esforzado mucho para lograr sus vacaciones soñadas en Cancún así que solo quería que las aprovecharan al máximo.

Luego de ello y aprovechando que Nate estaba tomando una siesta decidí tomar mi portátil y apoyar a Ghail con tanto trabajo que se había atrasado por el accidente. Estas últimas semanas habíamos estado llenas de trabajo por la próxima inauguración de nuestra segunda boutique, un sueño que al fin íbamos a materializar y nos tenía llenas de felicidad. Nos habíamos esforzado tanto para lograr concretar está segunda sucursal que tener la fecha de apertura tan cerca nos tenía como niñas pequeñas en plena navidad, aun faltaban algunos detalles que finiquitar y yo me estaba encargando de esos preparativos. Nate estaba evolucionando satisfactoriamente y ya era hora de que volviera a mis ocupaciones al menos un par de horas por día.

Con el paso de las horas ya me había encargado de hacer llamadas confirmando el buffet de ese día, la música, los obsequios para los asistentes, entre otras cosas. Había hablado por teléfono con Ghail quien tenía un ataque de nervios porque no había llegado uno de los proveedores a tiempo con unas de las telas para las prendas personalizadas que tenía en mente y estábamos a menos de una semana del evento. Me había costado un poco serenarla pero al final lo había logrado, hacerla entrar en razón cuando lloraba en medio de sus crisis mientras tiraba al suelo todo lo que tenía cerca era uno de mis pocos talentos.

Al finalizar la llamada con Ghail entró una nueva y en seguida me sonrojé al recordar la noche pasada mi clímax en la bañera evocando la presencia de este hombre.

—Buenas noches April.—su voz me erizó acelerando mi corazón.

—Hola Ethan, ¿Cómo estás?—saludé tratando de sonar casual queriendo ocultar la emoción de quinceañera que me producía escucharle.

—Bien, ¿Qué tal estás tú?, ¿Cómo sigue Nathan?—inquirió mientras en el fondo se escuchaba como cerraba la puerta de un auto quizá.

—Estamos bien, Nate está mejorando con rapidez. Gracias por estar al pendiente.—expuse mi agradecimiento aunque sabía cuanto odiaba que lo hiciera.

—¿Crees que esté lo suficientemente bien como para invitarlos a un lugar?—inquirió con un toque de emoción en su voz y mi sonrisa expandiéndose en mi rostro al igual que mi corazón.

TERCER ENCUENTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora