WAFFLES DE CHOCOLATE

145 43 2
                                    

        

—¡Tierra llamando a April!— dijo una voz conocida mientras sumida en mis pensamientos tras el mostrador no lo vi llegar, pero en cuanto reaccioné salí de allí para darle un gran abrazo a uno de los más esplendidos y encantadores amigos que podía t...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Tierra llamando a April!— dijo una voz conocida mientras sumida en mis pensamientos tras el mostrador no lo vi llegar, pero en cuanto reaccioné salí de allí para darle un gran abrazo a uno de los más esplendidos y encantadores amigos que podía tener.

—¡Peter! ¿Cuándo han vuelto? ¿Dónde esta Alex?—inquirí viendo sobre su hombro. Tenía un poco más de dos meses que no les veía porque estaban de luna de miel recorriendo europa, él y su ahora esposo Alex, quién también es un gran amigo y me extrañó no verlos juntos.

—¡Oh nena apenas hemos llegado ayer! Veníamos juntos a saludarlas y a entregarles unos regalos que les hemos traído pero la madre de Alex ha llamado por un inconveniente con George ¿si recuerdas al hermano latoso de Alex, cariño?—asentí y siguió hablando.—En todo caso luego sabré que hizo el niñato pero cuéntame ¿Dónde esta Ghail? ¿Qué sucedió en nuestra ausencia? Y mira que sospecho que tienen mucho que contar ¿Eh?—pellizcó suavemente mi mejilla y enrojecí de una manera anormal sonriendo hasta que me dolieron las comisuras de los labios. Como les había extrañado.

—Ghail se ha tomado el día libre. Anda en los preparativos de la fiesta de bienvenida que hará para Paul, sabes que llega en alrededor de un mese y desea hacerle algo por todo lo alto, hoy tenía cita para ver varios salones de fiestas.—El novio de Ghail tenía 6 meses en Dubai por cuestiones de trabajo, era un arquitecto talentoso y se había ido por un proyecto muy ambicioso que le habían ofrecido.

Me sentía feliz por ella. Los primeros meses que estuvieron separados fueron algo difíciles porque ninguno de los dos estaba acostumbrado a mantenerse alejado tanto tiempo del otro.

Ellos tenían varios años de relación y hacían una linda pareja, ella pelirroja pecosa y exuberante y el alto, rubio, fornido, y con algunos tatuajes que la volvían loca. Ella estaba entregada en cuerpo y alma y verla así representó toda una proeza, formando corazones con sus nombres y cosas por el estilo que alguna vez ella misma llamó cursilerías pero lo que importaba es que era feliz. Aunque los demás no estábamos del todo convencidos respecto a Paul, su actitud de superioridad y al ser un bromista pesado. Hacia que no fuese alguien muy agradable.

—Cierto que ya se nos acabaran las vacaciones de Paul.—bromeó, rodando los ojos y ambos reímos al unísono.

—Pero venga cuéntame ¿como está Nathan y que ha sido de tí este tiempo?.—inquirió jocoso.

—Vale, pero primero lo primero ¿Cómo la han pasado en su luna de miel?.—quería detalles de todo, me encantaban todos los lugares donde habian hecho paradas y soñaba con ir algún día también a conocer Europa.

—Divino, pero mira la hora… Tengo hambre.—exclamó mirando el rolex en su muñeca.—… que te parece si te invito a almorzar y así nos ponemos al corriente.

—Pero antes de que lo olvide; guarda estos paquetes en el depósito. La bolsa fucsia son los regalos de Ghail, la azul son los de Sam y la dorada son los tuyos y del pequeño Nate.—explicó mientras me los pasaba.

TERCER ENCUENTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora