PERSPECTIVA DE EUGENE.
Al fin la vida tomaba su curso natural.
Francamente me sentía orgulloso del hombre en el que Ethan se había convertido, pese a su trágico pasado. Siendo sólo un muchacho le había tocado afrontar circunstancias inimaginables, y aún así hoy podía verlo frente a mi en su cumpleaños #32, cenando y disfrutando como hacía mucho tiempo no le veía hacerlo.
Sabía que la señorita April le haría bien a su vida, ella desprendía una energía reconfortante y ecualizadora. Ahora era portadora del bien mayor en la vida de Ethan y eso era algo que jamás me cansaría de agradecer a Dios.
La espera de un bebé, era una bendición para todos, pero lo que ese nuevo comienzo significaba en la vida de Ethan, era la redención que detrás de toda esa coraza, él ansiaba.
Deseé durante mucho tiempo verlo sonreír y que la alegría subiera a sus ojos, como cuando era un chiquillo travieso de 8 años. Y ahora podía verlo sonreír de esa forma y era inevitable que mi mente me enviara a esos recuerdos...
Había trabajado para la familia Montes de Occa desde mis veintitantos; Zacharías estaba por cumplir los quince años, Ethan tenía unos ocho y el pequeño Nicholas era un bebé en pañales de apenas dos años.
Ethan era un niño lleno de vivacidad, a su corta edad lograba desenvolverse con una gracia y seguridad increíble. Estaba lleno de talentos, nadaba como un pequeño delfín y tocaba un sinfín de instrumentos musicales. Era un pequeño amable y considerado con quiénes servíamos a su alrededor. Amado por todos quienes le conocían y en especial por su padre, incluso más que por su madre, quién parecía haber traído hijos al mundo solo para complacer a su esposo, pues era una mujer entregada a su matrimonio más que a su maternidad.
El joven intentó durante mucho tiempo conseguir la aprobación de su hermano mayor, pero Zacharías era un chico muy retraído y malhumorado para su corta edad. Nada ni nadie parecía agradarle. Se lo atribuí a su edad y los procesos de cambio que se daban en la adolescencia.
Sin embargo el tiempo siguió pasando y en él parecía afianzarse cualquier sentimiento menos el de hermano mayor. Parecían desconocidos obligados a convivir. La diferencia de edad aunque notable no le aportó madures en el trato hacía sus hermanos menores.
Los jóvenes Ethan y Nicholas se cansaron de sus desplantes y arrogancia, haciendo caso omiso de su presencia pero el día que Zacharías atropelló "Accidentalmente" el gato del pequeño Nicholas, creo que fue el día que todos comprendimos que allí jamás habría un sentimiento que los uniese. Ethan al ver a su hermano pequeño destrozado al lado del animal sin vida, se fue sobre Zacharías propinándole un par de golpes, pero esté no tuvo piedad y respondió a cada uno de sus embates con malicia, hasta que yo les aparté, no pude creer con la fiereza que había atacado a Ethan malogrando su cara en segundos.
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TERCER ENCUENTRO
RomanceSumérgete en esta emocionante historia que te atrapará desde el primer capítulo con su intenso contenido lleno de romance, erotismo, secretos, inseguridades y mucha pasión. Acompaña a Ethan y April en la travesía que les espera para poder estar junt...