FUCKING STARBOY

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La boutique se convirtió en una ola de risas y conversaciones alegres, los camareros traían bandejas llenas de canapés que encantaban a los invitados que observaban las prendas exhibidas con sumo interés y admiración, lo mejor sin duda era ver a n...

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La boutique se convirtió en una ola de risas y conversaciones alegres, los camareros traían bandejas llenas de canapés que encantaban a los invitados que observaban las prendas exhibidas con sumo interés y admiración, lo mejor sin duda era ver a nuestros invitados explorando la boutique y descubriendo las exclusivas prendas que eran toda una joya. Parecían niños en una tienda de dulces pero con más elegancia, examinaban todo con asombro. La atmosfera se mantenía tan encantadora como relajada que el tiempo parecía no transcurrir. Mantuve cortas y cordiales conversaciones con algunos invitados y clientes quienes no dejaban de comentar su fascinación por todo lo que veían.

Nate se encontraba con Susan y otro par de niños en una salita de juegos que se había preparado para ellos, de modo que no se aburriesen en el evento.

Vi acercarse a mi amiga por uno de los costados con sus mejillas coloradas de tanto sonreír. Me abrazó abanicando su rostro conteniendo las lágrimas.

—¡Lo logramos!—dijo llena de emoción.

—¡Estoy tan feliz, Ghail! Y no puedo creer que Paul esté aquí.

—¡Ni yo! Me sorprendió está mañana en la habitación, casi me mata de un puto infarto. Ese collar está espectacular, no te lo había visto antes.—dijo cuando bajo la vista a mi cuello.

—¡Chicas esto es increíble!—soltó Peter acercándose con Alex quien mantenía una conversación por teléfono pero nos hacia señas de que pronto colgaría.-Solo puedo decir que estoy más que impresionado, todo es asombroso, la ropa es bellísima, el lugar, la comida, ustedes parecen una reinas... es increíble.

—¡Y no olvidemos al pequeño Nate! Todo un galán.—soltó Alex luego de colgar.—¡Son las putas amo de la moda y el diseño! ¡De aquí a París, Londres, Milán y Nueva York cariño!-reímos y brindamos por esos deseos.—April, adoro tu collar, parece una jodida reliquia.

—Eso mismo estaba diciéndole, está hermoso.

—No van a creerme, pero me llegó está mañana en una preciosidad de caja de madera caoba, con certificados de autenticidad y hasta póliza de seguro.—conté aún impresionada.

Abrieron los ojos más de lo normal y sus bocas se descolgaron.

—¡Es un puto Cartier! Es verdadero oro blanco y diamantes, joder, April que suerte.—chilló Alex tocándolo.

—¡Vaya regalo del Montesco! Habría preferido que Paul no viniera si iba hacerme un regalo así.—se rió Ghail tomando un sorbo de su copa.

—¿Por cierto donde esta Paul? Venía a que me contarás ¿como es que está aquí?—inquirió Alex.

—Está afuera, invitó a un amigo y espera por él.-indicó señalando la entrada.—Se apareció de pronto está mañana, te dije que amenazarlo de dejarlo funcionaria.

TERCER ENCUENTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora