La luz del sol se metía en cada rincón de la habitación, pestañeé un par de veces aún somnolienta, no reconocía mis extremidades y mi cerebro luchaba por controlarlas. Me sentía tan exhausta y adolorida, de pronto una lluvia de imágenes se agolparon en mi mente como sí de una tormenta eléctrica se tratase. Eran recuerdos de la noche con…Ethan. Cerré mis ojos absorbiendo los recuerdos como un sueño.“Entramos en mi habitación sin separar nuestras bocas y dando traspiés, estaba oscuro y lo único que nos ofrecía un poco de claridad era un tenue rayo de luna que se colaba a través de la ventana. Cerró la puerta y colocó el seguro y ese insignificante sonido elevó irracionalmente mi excitación.
—Eres preciosa.—repetía una y otra vez en mi boca y en cada parte de mi piel.
Me sentó en la orilla de la cama y se encargó de despojarme del pantalón haciéndolo deslizar por mis piernas, las acarició con vehemencia y dejó un camino de besos en ellas y mi estómago tembló por los nervios, la emoción, la excitación, el deseo y aquello último amenazando con acabar con mi cordura.
Me terminó de quitar la ropa hábilmente, me miraba como quien encuentra agua en medio del desierto. Se arrodilló ante mi y le abrí mis piernas ofreciéndome a él y a su ávida boca.
Se relamió los labios y exhaló fuerte con la respiración pesada—He tenido sueños, pesadillas y alucinaciones con este jodido momento, April.—fue lo último que dijo antes de clavar su lengua en mí, me retorcía del placer con cada una de sus lamidas, succionaba y daba la presión correcta a mi clítoris mientras yo mordía las sabanas y me aferraba a su cabello. Allí y así de expuesta tuve mi primer orgasmo de la noche.”
Abrí los ojos nuevamente y tantee con la mano buscándole. No estaba, me fijé en la habitación y no había rastros de su ropa, sólo la mía permanecía desparramada en el suelo y algunas otras prendas en el sillón al fondo de la habitación. Él se había ido.
Me senté en medio de la cama y comencé a estirar mis brazos y piernas que aún no respondían del todo, traté de desanudar mi cabello que era el reflejo de una noche de sexo desenfrenado.
Suspiré profundamente reconociendo mi cuerpo que estaba lleno de sus huellas y las sabanas impregnadas a su aroma y a sexo. Cada vez que cerraba los ojos lo veía, nos veía. Su imagen estaba grabada en mi retina.
“Nuestros alientos se mezclaban, y las respiraciones eran sonidos ahogados y frenéticos. Me miró lujurioso con sus labios brillando llenos de mi y me besó dándome a probar de mi misma. Se levantó y yo me acomodé sentándome y echando mi cabello hacía atrás, anticipé lo que se venía, su pene en mi boca y eso me derretía. Lo miré desabrochar lentamente su cinturón, mientras me observaba con esa mirada oscura, casi siniestra, mi pecho subía y bajaba con rapidez, su respiración entrecortada, su cabello desordenado, su torso desnudo ¡Santo Dios! Ethan me volvía loca. Me acarició el rostro y luego lo tomó fuerte desde mi quijada e introdujo su dedo índice en mi boca, lo chupé y saboreé como si de su pene se tratase, él jadeó frunciendo el ceño y mordiéndose el labio inferior. Liberó rápidamente su pene y sacando el dedo de mi boca lo introdujo y su olor, su dureza, su temperatura me hicieron agua la boca. Me las arreglé para que aún con más de la mitad no me faltará el aire. Subí y bajé tantas veces como pude y luego me centré en jugar con mi lengua sobre su glande.
—¡Maldición, April, que rico es follarte esa boca imprudente!.—soltó incrédulo entre jadeos enredando mi cabello en una de sus manos. Sentí como apresuró los movimientos y cada vez lo hacía llegar más profundo en mi boca. Era tan pero tan delicioso que ansiaba su derrame.—Sigue así preciosa. Agradéceme así nena.
¡Dios! Morí y resucité en el paraíso con este hombre haciéndome suya era todo lo que sentía cada vez que me hablaba.
Me aferré a él clavando mis uñas en su trasero para que no pensará ni un segundo en alejarse, aumenté el ritmo de la succión y con un profundo gemido que lo hizo poner las manos en su cabeza se derramó en mi boca y era tanto que se me escapaba por las comisuras de los labios, él lo saco con cuidado y seguía como un mástil duro, no había cedido en lo absoluto su erección, con uno de mis dedos tomé lo derramado llevándolo a mi boca sonriéndole sensual…”
El reloj de mi encimera marcaba las 7:43 am, quise tirarme de nuevo en mi cama y quedarme allí enredada entre nuestros aromas y recuerdos pero me esperaba un día ajetreado, además ya pronto Nate despertaría y debía llenarme de energía.
Cuando entré al baño para ducharme me observé en el espejo y algo llamó mi atención, una nota autoadhesiva estaba en uno de los bordes del espejo, doblada a la mitad. La despegue y abrí…
“Llámame apenas te levantes.”
Sonreí como boba frente a la nota pero él podía esperar unos 20 minutos más a que me duchara. Conecté el iPod y la voz de Alicia Keys resonó en el baño con Fallin y sentí sus estrofas tan mías y es que sin duda Ethan me hacía sentir tan bien y otras veces tan confundida…
“Sus besos ardientes abrasaban mi boca y una llama en mi interior me consumía mientras se expandía.
—Eres jodidamente adictiva ¿Lo sabías?—gimió en mis labios sosteniendo mi quijada posesivo e introduciendo su lengua bruscamente. Me dejé hacer tanto como quiso, se apoderó de mis senos dándome lamidas, amasándolos, dando chupones y mordisqueando mis pezones haciéndome gemir y lloriquear pidiéndole más.
—Date vuelta, April, necesito tu culo rebotándome mientras te follo.—pidió perdido en el deseo. Obedecí cuál sumisa ansiando su embestida.
—¡Oh nena si tan sólo supieras lo excitante que luces así!…—graznó manoseando cada centímetro de mi trasero, me acomodé alzando lo suficiente mi trasero para darle todo el acceso posible, él se acariciaba el pene de arriba a abajo dándome un par de nalgadas sin dejar de mirarme, me sorprendió cuando sentí su lengua dándome lametones de extremo a extremo, me sentí desvanecer mientras mis gemidos llenaban la habitación. Él comenzó un rocé diabólico de su glande contra mi sexo hecho agua.
—Por favor, por favor…—gimoteé.
—¿Qué quieres, April? Pídemelo.—exigió con voz pastosa y oscuramente seductora.
—Follame…—no terminé de decirlo cuando de un tirón ya lo había metido, mi cuerpo estaba tan predispuesto y ansioso que enseguida tuve mi segundo orgasmo. Entre mis gemidos y aullidos me pidió que lo mirase y allí estaba entrando y saliendo de mí absorto con una media sonrisa erótica llena de satisfacción…”
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TERCER ENCUENTRO
RomanceSumérgete en esta emocionante historia que te atrapará desde el primer capítulo con su intenso contenido lleno de romance, erotismo, secretos, inseguridades y mucha pasión. Acompaña a Ethan y April en la travesía que les espera para poder estar junt...