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Dan está llenando el tanque de un auto con la pistola que conectaba con uno de los varios dispensadores que había en el lugar, vestido con su uniforme de trabajo. La estación está relativamente tranquila, con solo un par de clientes llenando sus tanques. Dan sacó la pistola del tanque al ver que en el marcador se detenía en la cantidad indicada por el cliente, el cliente pagó y se retiró.

El rostro de Dan, al igual que apagado, era serio y concentrado, cuando su compañero de trabajo, Shin Jongho, se le acerca.

— Hey, Dan, alguien está aquí para verte.

Dan levanta la vista y ve al entrenador, Park Namwook, esperando cerca de la puerta de la caseta de la oficina de la gasolinera. Dan suspira y asiente lentamente, dejando su paño de limpieza.

— Gracias, Jongho... solo será un momento.

Dan caminó hacia donde estaba el entrenador, quien no había cambiado para nada, Namwook lo espera con una mirada preocupada al ver como lucía, como si le hubieran robado la vida y fuese un muerto viviente. 

— Entrenador Park.

— Hola, Dan — dijo el entrenador — ¿Tienes un minuto para hablar?

Dan asiente, y ambos se alejan un poco de los clientes para tener algo de privacidad.

— ¿Qué hace aquí?

— Dan, vengo a hablar contigo, sé que... sé que este es un momento difícil para ti, pero realmente necesitamos que vuelvas. Nadie puede reemplazarte. Jaekyung...

— Jaekyung puede encontrar a otro fisioterapeuta, no soy indispensable, entrenador — interrumpió Dan mordazmente, con un tono de voz más duro de lo habitual.

Namwook parece sorprendido por la dureza de Dan, pero entiende el dolor que está atravesando.

— Lo sé, Dan. Pero tú también necesitas ejercer lo que estudiaste, y lo que amas hacer... Este no es el lugar para ti. El gimnasio, los chicos, todos buscamos que vuelvar.

Dan se quedó por un momento en silencia, siente una mezcla de emociones: enojo, tristeza y una profunda sensación de pérdida.

— ¿Volver? No lo creo ¿Co las personas que me acusaron de traidor? ¿Como cuando me empezaron a tratar mal no mucho después de que Jaekyung perdiera? — dijo Dan, la voz se le quebró un poco — No, Namwook, ya no.

Namwook da un paso adelante, intentando conectar con Dan a un nivel más personal.

— Todos cometimos errores, te juzgaron muy rápido... Pero no puedes castigarte alejándote de lo que realmente eres, un fisioterapeuta, un sanador. Eso es lo que haces mejor.

Dan miraba al suelo, luchando contra las lágrimas. Recordaba a su abuela, sus últimos días, y el dolor de su pérdida. Levanta la vista, sus ojos llenos de seriedad y dolor.

— La única familia que me quedaba murió, Namwook. Ninguno de ustedes, salvo Choi Heesung, que entrena parcialmente allí estuvo ahí para mí, de ahí en fuera, nadie, porque nadie querría consolar a un traidor... — dijo Dan, con la voz temblando por estar llorando — Ya vinieron muchos a tratar de convencerme de que vuelva, igual mi respuesta seguirá siendo no, así que no manden a más personas a que me pidan que vuelva. Ya no.

— Mi más sentido pésame Dan, de verdad lo siento — dijo el entrenador, asintiendo lentamente, entendiendo la profundidad del dolor de Dan, y dio un un paso atrás, respetando su espacio — Cuando estés listo, el gimnasio siempre tendrá las puertas abiertas para ti.

Dan asintió, y Namwook se dio la vuelta y se retiró del lugar. Dan se quedó mirando por un momento, sintiendo el peso de sus palabras y decisiones, antes de volver a la gasolinera.

Jongho, quien estaba relevandolo por un rato, después de cobrarle a un cliente, lo miró con preocupación cuando volvía al mostrador.

— Dan ¿Todo bien? Dan simplemente asientió.

— Sí... Supongo, hay que seguir trabajando.

Jongho, quien conocía por lo que estaba pasando Dan, solo lo miró, y volvió a la caseta de la oficina.

Dan estaba intentando mantener la compostura mientras se sumergía en sus tareas, tratando de dejar atrás la conversación, al menos por ahora. Sentía una tormenta de emociones dentro de él. Su mente no puede dejar de repetir las palabras de Namwook. Cada palabra, cada disculpa y cada promesa se siente como una daga que le recuerda las heridas aún abiertas y frescas de su traición y pérdida.

Dan lidiaba con más dolor, enojo, confusión, y la sofocante sensación de soledad. Se sentía tenso aunque intentara relajarse, una presión en el pecho haciendo más pesada su respiración.

Se cuestionaba si realmente debería considerar volver al gimnasio. Las palabras de Namwook reverberan en su mente, pero la duda sobre si puede confiar en ellos nuevamente es fuerte. No negaba extrañar trabajar en el gimnasio, habían risas compartidas, momentos de compañerismo, pero también desprecio y burlas por la acusación injusta. Pero su decisión estaba tomada, no pensaba en volver a trabajar para el Team Black nuevamente. Dudaba si estaba haciendo lo correcto al mantenerse alejado de lo que una vez amó y si podrá encontrar paz en algún momento.

Se siente atrapado entre el pasado doloroso y un futuro incierto, sin saber cuál es el camino correcto a seguir.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora