[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)

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— Sobre el trato... Lo voy a aceptar...

El sábado llegó... Y eso significaba que Dan iría hasta Liverpool para las sesiones privadas con Jaekyung... Y ya estaba de camino para allá, estaba sentado en el tren, mirando por la ventana mientras el paisaje cambiaba rápidamente de la ciudad a los verdes campos y colinas que rodeaban el camino hacia Liverpool.

Sus pensamientos divagaban, y sin darse cuenta, comenzó a recordar un momento de su infancia, un recuerdo cálido y agridulce.

Flashback...

Dan tenía 10 años, y estaba caminando por un bosque junto a su abuela, mientras el sol filtraba sus rayos a través de las hojas, creando patrones en el suelo. Su abuela llevaba una canasta de picnic (que luego rompieron los prestamistas).

Pequeño y curioso, Dan la seguía de cerca, y le preguntó.

— Abuela, ¿cómo era mi papá?

Su abuela, con una sonrisa nostálgica, se detuvo un momento, mirando a Dan con ternura.

— Tu papá era igualito a ti, Dan, muy intrépido, demasiado travieso y soñaba con tener una vida mejor, trabajar duro y cuidar de tí, de tu mamá, y de mí.

Dan miraba a su abuela con ojos llenos de curiosidad y un poco de tristeza.

— Y... ¿por qué se fue, abuela? Si quería eso no se debía ir — preguntó ingenuamente el pequeño Dan.

La abuela suspiró, buscando las palabras adecuadas. No quería revelarle a Dan el verdadero motivo del porque se había ido, aún.

— Mi niño... hay veces que... que la vida nos lleva por caminos difíciles... Pero estoy segura de que algún día nos volveremos a reunir.

— ¿Cuándo?

— No lo sé Danny... Tomará mucho tiempo para que lo volvamos a ver... Pero si quieres puedes ir escribiendo todo lo que le quieras contar — dijo la mujer — Pero mientras, hay que difrutar de la vida que tenemos hoy y mañana, y ahora, mira frente a tí — continuó, quien junto con el pequeño Dan llegaron a un hermoso claro, donde había un hermoso lago en el que habían unos patos nadando.

Fin del flashback

El sonido del tren al llegar a la estación próxima sacó a Dan de sus pensamientos, trayéndolo de nuevo a la realidad, miró a su alrededor y notó en la pared de que estaba a nada de llegar a Liverpool.

Tan pronto sintió que el tren disminuía su velocidad, el castaño comenzó a prepararse para bajar del tren, el recuerdo de su abuela aún fresco en su mente, dándole una sensación de calidez y nostalgia.

Al llegar a la estación de Liverpool, Dan bajó del tren y comenzó su caminata hacia la casa de Jaekyung. 

El ojimiel iba siguiendo las indicaciones en su teléfono con la dirección que le dió Jaekyung, mientras iba caminando por las calles del lugar.

La brisa marina y el bullicio de la ciudad se mezclaban en el aire.

Observaba las casas y edificios, cada uno con su propio carácter y estilo. Pero la dirección a la que se dirigía lo llevaba hacia una zona más exclusiva, donde las casas eran cada vez más grandes y modernas.

Después de unos minutos más de caminata, finalmente llegó a su destino.

La casa de Jaekyung se alzaba frente a él, imponente y elegante. Era una casa grande y moderna, con líneas limpias y una fachada minimalista. El jardín estaba perfectamente cuidado, con arbustos podados.

Dan se quedó mirando la casa por un momento, admirando su arquitectura y la atención al detalle. Había algunos ventanales que dejaban ver el interior bien iluminado y espacioso. Parecía el tipo de casa que uno vería en una revista de arquitectura, con un diseño que combinaba lujo y comodidad... Algo que le quedaba como anillo al dedo a alguien como Joo Jaekyung.

— Wow, es realmente bonita — murmuró Dan para sí mismo, no lo iba a negar, estaba nervioso por lo que pudiese pasar.

La magnitud de la casa de Jaekyung le hizo darse cuenta de lo diferente que eran sus mundos, pero también le dio una pequeña visión de la vida que Jaekyung ahora llevaba.

Se acercó a la puerta y tocó el timbre, sintiendo un ligero temblor en sus manos. Mientras esperaba, no pudo evitar mirar a su alrededor una vez más, apreciando los detalles y la belleza del lugar. La puerta se abrió y Jaekyung apareció, sonriendo ligeramente al ver a Dan. Solamente tenía un pants gris puesto y sus tenis, estaba sin camiseta... Esa sería una imagen que lo habría puesto nervioso o incluso sonrojado, pero Jaekyung tenía un físico increíble incluso sin su

— Llegaste antes — dijo Jaekyung, haciendo un gesto para que entrara — Es bueno que hayas llegado bien.

— Viviendo en Inglaterra te acostumbras a llegar un poco más temprano de la hora acordada — dijo Dan, asintiendo con la cabeza y cruzó el umbral de la puerta, entrando en la casa de Jaekyung con una mezcla de anticipación y nervios — La casa es linda.

— Lo sé... Me costó un poco hallarla... Siento que es más comoda que el penthouse... Y es más cálida que allá — dijo el azabache, cerrando la puerta detrás suyo — Supongo que sabes por qué la compré.

— ¿La modernidad, tal vez?

— Eso y la piscina... Hace unos días encendí la caldera, no sé si está a la temperatura adecuada para la sesión.

Una vez dentro, ambos hombres caminaron hasta donde se encontraba la casa... Según la descripción de la casa cuando Jaekyung estaba buscando residencia, la piscina es el corazón de la casa.

Está ubicada en una sección techada de la residencia, había una sensación de comodidad, perfecta para cuando alguien quisiese nadar sin importar el clima exterior. La estructura del techo era alta, permitiendo que la luz natural fluyera durante el día y creando una sensación de amplitud y aire libre.

El largo de la piscina era impresionante, siendo ligeramente menos de la mitad de la longitud de la casa, dando mucho espacio para nadar o relajarse en el agua.

A lo largo de uno de los lados de la piscina, un ventanal enorme se extendía de piso a techo, ofreciendo una vista panorámica de un hermoso jardín exterior, meticulosamente cuidado, con plantas y flores que agregaban un toque de naturaleza y color al entorno en un entorno gris por los edificios.

A diferencia del resto de la casa, que estaba iluminada con luces modernas y frías, la piscina tenía una iluminación cálida y acogedora. Las luces doradas y suaves reflejaban en el agua, creando un ambiente relajante y tranquilo. Los bordes de la piscina estaban revestidos con materiales naturales como piedra y madera, complementando la luz cálida y contribuyendo a una atmósfera serena.

Había unas sillas y camastros alrededor para cuando alguien quisiese descansar ahí.

La combinación del techo alto, el ventanal y la iluminación hacía que la piscina fuera un refugio de paz dentro de la casa.

Dan no pudo evitar sentirse impresionado por la atención al detalle y el gusto impecable con el que estaba diseñado este espacio, y se sintió momentáneamente...  libre de tensiones y preocupaciones que había traído consigo.

Ya en la orilla, el castaño se arrodilló para sumergir un poco la mano en el agua, y tal cual esperaba, el agua de la piscina estaba en la temperatura correcta para poder realizar la sesión de fisioterapia.

— Lo está — dijo Dan, para voltear a ambos lados — Bien, comencemos supongo...