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Jaekyung entró al baño, cerrando la puerta detrás de él.

De todas las habitaciones, el baño era la que más toque rústico tenía. la parte superior de las paredes estaban tapizadas con azulejos de cerámica color verde olivo, y terminando esta porción, eran tablones de madera colocados verticalmente. La regadera, que estaba empotrada a la pared y rodeada por 3 muros tenía tina, y no había ninguna separación más que el cubículo de madera que reforzaba el tanque de cerámica.

La regadera era de acero y las perillas tenían unos indicadores con colores rojo y azul respecto a la temperatura del agua por la que el agua salía si la abrías.

El azabache se quitó la camiseta mojada y la dejó un rato sobre la madera que rodeaba la tina mientras dejaba que se llenara un poco. 

Se quedó mirando su reflejo en el espejo, tomando un momento para examinarse, viendo las gotas de agua deslizarse por su piel, sus músculos seguían definidos pero no tan prominentes como en sus mejores momentos. Su físico aún impresionaba, pero ya no era su arma fundamental, podía conseguir a cualquier chico con este, más aparte las proporciones de su miembro y de la cifra de dinero en su tarjeta. Pero con Dan... esto no sería suficiente.

Se pasó una mano por su cabello azabache, mojado, suspirando profundamente. Se sentía vulnerable. El ganarse a Dan parecía mucho más complicado de lo que creía que iba a ser.

Dan no se dejaría impresionar solo por sus músculos. Necesitaría más que eso, mostrarle quién es realmente, más allá de su apariencia. Pero aún desconocía como. Ya se había mostrado vulnerable con él en el hotel en Portsmouth, pero desvelar al verdadero Joo Jaekyung, al Joo Jaekyung que deconocía y que se encontraba preso en su propia coraza.

La puerta del baño fue tocada, y Jaekyung se apresuró para quitarse la ropa restante y se acercó a la puerta, encontrando a Dan con una toalla en las manos. Ambos coincidieron miradas.

— Ehmm... Aquí está la toalla — dijo Dan, extendiéndose y dándole la toalla — ¿Tu ropa?

— Voy — dijo Jaekyung, quien tomó su ropa, un poco pesada por lo húmeda que estaba, y se la entregó a Dan — Aquí está.

— Gracias, el grifo con rojo es para agua caliente y azul para agua fría — dijo Dan — Ojo, el agua caliente sale muy caliente, así que ten cuidado.

— Está bien... Me ducharé rápido.

Dan cerró la puerta, y el azabache se metió en la tina mientras ajustaba la temperatura para el agua que fuese a salir de la regadera con cuidado, dejando que le relajase sus músculos tensos.

Cuando sal, se secó rápidamente con la toalla que Dan le ha dejado. Volvió a mirar su reflejo en el espejo, decidido a enfrentar este nuevo desafío.

Envolvió la toalla alrededor de su cintura y salió del baño con cuidado.

Llovía a cántaros y poco después de abrir la puerta cayó un rayo. Iluminando intenamente la calle. Jaekyung caminó por la casa, no habiendo rastro de Dan por la casa, quiso explorar un poco.

Veía con detalle la casa, si bien era más de estructuras más modernas en cuanto a diseño de interiores, la casa parecía como si el que la construyó quisiera darle un toque ligeramente más moderno a una casa de campo pero manteniendo su aura de estilo cottage. Empezó a preocuparse un poco porque no veía su maleta en donde la había dejado, y donde estaba había un pequeño charco de agua, y a lado un trapeador. Y Dan no se encontraba por ahí. por lo que siguió explorando la casa.

Encima de la chimenea, habían unas fotos. Las fue mirando una a una, la primera es de Dan con su abuela en la que parece ser su graduación de primaria. ¿Realmente ese era Dan de niño? Le parecía completamente adorable como sus ojos se cerraban al momento de sonreír, provocando que el ojigris sonriese ladinamente.

 La segunda fotografía parecía ser de una época de principios de siglo pasado una de una mujer joven, usando un hermoso vestido blanco de corte de sirena, mangas de encaje, y un tren hecho de otra tela que se deslizaba por la pequeña escalinata que conducía a un altar, su cabello estaba recogido y peinado de una forma sofisticada, resaltando los rasgos finos del rostro de la mujer, el velo empezaba con una hermosa tiara con perlas y unas flores. y este caía con gracia por la espalda, terminando sobre el tren, acompañado de un hombre más alto que ella, vistiendo un traje negro de dos piezas, teniendo un sombrero de copa en una de sus manos, y con un fistol con lo que parecía ser una rosa en el bolsillo del saco, sosteniendo una de las manos de la mujer, donde ambos dejaban ver un par de hermosos anillos en sus dedos anulares.

Jaekyung se quedó mirando a la mujer, tenía unos rasgos tan hermosos que la hacían ver como si fuese la mujer más hermosa de la faz de la tierra... Su rostro le recordaba al de Dan. 

Y por último, una tercera foto, era de Dan, junto con su abuela, pero en un estado más grave, con el pañuelo floreado cubriendo su cabeza, ocupando un hermoso abrigo color vino, y Dan, vestía su plyera blanca y su chamarra gris. Dan estaba de rodillas junto a ella, parecía que estaban en una playa. 

— Esa fotografía fue de cuando llegamos a Gureumhae — dijo Dan, haciendo que Jaekyung se sobresaltara un poco, y girándose.

Dan se encontraba saliendo de la cocina con dos tazas algo grandes. Traía otra ropa ya, un sueter azul (que le dio Matthew) y un pants gris tipo jogger. Se veía tan cómodo.

— ¿Y mi maleta?

— Se mojó... Cuando la iba a tomar para dejarla en mi habitación para que te cambiases allá, estaba empapada, como si la hubieses sacado de un tanque de agua... La dejé secando y la ropa la puse en la lavadora, en un rato la paso a la secadora...

 — Bueno...

— ¿Quieres té? — dijo Dan, extendiéndole una taza al azabache.

— Gracias — dijo Jaekyung, tomando la taza, no sin antes rozar las manos un poco con el fisioterapeuta.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora