Dan y Matthew se acomodaron en un pequeño café del aeropuerto, sus maletas a sus pies y dos cafés calientes frente a ellos.
El ajetreo del aeropuerto era constante, pero en ese momento parecía que el tiempo se había detenido para ambos, esperando el próximo capítulo de sus vidas.
Matthew, tomando un sorbo de su café, rompió el silencio.
— Sabes, Dan, a veces es difícil dejar atrás todo lo que conocemos, pero en Londres, tendrás una nueva oportunidad, una nueva vida... — dijo Matthew, acomodandos eun poco en su asiento — Y cuéntame... ¿Alguna vez has estado en una relación seria?
—No realmente... Nunca he tenido pareja... Hubo alguien con quien llegué a besar... Incluso acostarme aunque había veces que no lo disfrutaba... — dijo Dan tranquilamente, sabiendo que no podía mencionar el nombre de Jaekyung — Me confesé a esa persona, pero me rompieron el corazón... Desde entonces, siento que estar solo es mejor para mí... Me da tiempo para enfocarme en otras cosas, tener tiempo para mí es algo a lo que no estaba... bueno, estoy acostumbrado... Normalmente todo mi dinero y mi tiempo iban para los prestamistas, el tratamiento de mi abuela, y una deuda grande que todavía tengo... Pero espero con ansias el día en que haga el pago final y quede a mano con la persona que me prestó el dinero.
Matthew asintió
— Las relaciones pueden ser complicadas. En mi adolescencia y principios de mis 20s, salí con chicas durante un tiempo. Las relaciones duraban años, pero no eran lo que realmente quería.
— ¿De verdad?
— Sí... Fue tiempos duros para mí... Hubo un tiempo en el que estuve soltero por unos años y decidí intentar algo diferente... Empecé una relación con un chico, con él incluso me llegué a comprometer, pero cuando llegó el momento de dar el gran paso, me asusté. No estaba listo para un compromiso tan grande, y mi trabajo siempre estaba en el medio... Al final, no pude hacerlo, y el día de la boda... lo dejé plantado en el altar.
Dan levantó la vista, sorprendido.
— ¿Lo dejaste en el altar? Eso debe haber sido muy difícil para ambos.
— Lo fue. Me siento mal por ello todos los días... No tengo el valor de pedirle disculpas, la culpa es abrumadora... Creo que en el fondo siempre supe que merecía algo mejor, alguien que estuviera dispuesto a ponerlo en primer lugar, y no fui esa persona.
Dan extendió una mano, colocándola sobre la de Matthew en un gesto de consuelo
— Todos cometemos errores, Matthew, lo importante es aprender de ellos y tratar de ser mejores... Quizás algún día encuentres la manera de disculparte y ambos puedan encontrar algún tipo de paz.
Matthew sonrió débilmente, apretando la mano de Dan.
— Gracias, Dan. Espero que tengas razón — dijo Matthew — En Londres hay muchos chicos guapos que se interesarían en tí... ¿Cuántos años tienes, me repites?
— 29.
— Sigo sin creer que tienes esa edad, tienes una cara muy joven, como de 23, 25 años...
— Me lo han dicho mucho — dijo Dan algo apenado — ¿Y tú? ¿Qué edad tienes?
— Tengo 33 — dijo Matthew, algo apenado — Me siento viejo cuando me doy cuenta cuántos años tengo.
— No deberías, tú tambien tienes un rostro que no aparenta tu edad...
— Gracias — dijo Matthew, dándole un sorbo a su café — Oh, carajo ¿No habrá un día que no me queme el hocico con el café?
Dan rió suavemente.
— Pero en fin, en unas horas sale nuestro vuelo, quise que llegaramos más temprano porque los vuelos internacionales tienen un protocolo más laborioso — dijo Matthew — Y espero que en Londres encuentres lo que estás buscando... Una nueva vida, lejos de las deudas y los problemas del pasado.
Dan asintió, sintiendo una mezcla de esperanza y miedo por lo que vendría.
—Sí, espero que sí. Es un nuevo comienzo para ambos, ¿verdad? —
— Así es — dijo Matthew, levantando su taza en un brindis — Por nuevos comienzos y oportunidades.
Dan levantó su taza, chocándola suavemente contra la de Matthew.
— Por nuevos comienzos y oportunidades — repitió, sintiendo una pequeña chispa de esperanza encenderse en su corazón.
Horas después, el altavoz del aeropuerto resonó
— Atención, pasajeros del vuelo BA 317 con destino a Londres. Se les informa que el embarque comenzará en breves momentos. Por favor, diríjanse a la puerta de embarque número 12. Pasajeros con prioridad de embarque y familias con niños pequeños pueden abordar primero. Una vez más, pasajeros del vuelo BA 317 con destino a Londres, por favor diríjanse a la puerta de embarque número 12. ¡Gracias por su cooperación y buen viaje!
— Ese es nuestro vuelo, vamos — dijo Matthew, tomando su galleta y su maleta.
Matthew y Dan se levantaron, recogiendo sus pertenencias, y se dirigieron hacia la puerta de embarque. El proceso de seguridad y el chequeo de boletos pasaron en un borrón de actividad, y pronto se encontraron caminando por el pasillo que conducía al interior del avión.
Dan, sintiendo la mezcla de ansiedad y emoción, observó las ventanas ovaladas del pasillo. Cada paso lo acercaba a una nueva vida en Londres. Sus pensamientos giraban en torno a cómo sería vivir en un país diferente, con nuevas oportunidades y desafíos. Pensaba en los amigos que dejaba atrás, en su abuela, en la señora Kang, y en cómo Jaekyung había sido una parte tan importante de su vida reciente.
Mientras tanto, Matthew, a su lado, estaba absorto en sus propios pensamientos. Consideraba las oportunidades laborales que podrían presentarse para Dan en el Reino Unido. Con su experiencia y habilidades como fisioterapeuta, había muchas posibilidades. Tal vez en clínicas deportivas, en centros deportivos, equipos profesionales, o incluso en centros de rehabilitación de alto perfil. Decidió que, al llegar a su casa en el Reino Unido, comenzaría a hacer una lista de posibles lugares donde Dan podría aplicar.
Ambos se acomodaron en sus asientos, ajustando los cinturones de seguridad. Dan miró por la ventana, observando cómo el aeropuerto se llenaba de actividad y cómo el sol comenzaba a elevarse en el horizonte. La sensación de dejar todo atrás y adentrarse en lo desconocido era abrumadora, pero también emocionante.
Matthew, notando la expresión pensativa de Dan, le dio un suave codazo.
— Bien... Londres, aquí vamos — dijo Matthew, haciendo que Dan sonriese ligeramente, asintiendo.
El avión comenzó a moverse, y Dan se recostó en su asiento, dejando que la realidad de su nueva vida se asentara en su mente. El camino por delante era incierto, pero con amigos y nuevas oportunidades, estaba dispuesto a enfrentarlo.
Mientras el avión despegaba, Matthew sacó su cuaderno, comenzando a escribir ideas y lugares donde Dan podría encontrar trabajo. La lista crecía a medida que pensaba en todas las posibilidades. Para ambos, este viaje era el comienzo de algo nuevo y prometedor.
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[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)
Fanfiction[La mayor parte de los personajes no me pertenecen, solo los estoy usando para crear una historia. Créditos a sus respectivos creadores] [ESTA SÍ ES UNA HISTORIA JAEDAN] Joo Jaekyung se encuentra luchando contra sus propios demonios internos y las c...