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Ya en la habitación del hotel, ambos llegaron parcialmente empapados, muchos de los huéspedes que no eran de lo que competían se le quedaron viendo a Jaekyung por el simple hecho de que no tenía ropa superior puesta.

Ambos llegaron a su habitación. Dan se quitó la camisa de Jaekyung, por el momento era inútil dejarla en algún lado para secarla, el perchero de la entrada ni el barandal del balcón iban a ser opciones... Se quedó pensando un rato en sobre que hacer al respecto, y recordó que había un perchero en el baño, así que entró, tomó dos toallas, y colgó la camisa en el perchero.

Al regresar a la habitación, nota que Jaekyung, dejó el pants que traía en el suelo, quedando nuevamente en traje de baño solamente, que se amoldaba a sus piernas, y trasero, y la parte de enfrente perfectamente.

Le estaba dando la espalda a Dan, y al parecer estaba haciendo sus ejercicios de rehabilitación le recomendó hacer cuando no estuviese dentro del agua, aunque con algo de dificultad.

— Jaekyung, aún tienes el torso mojado, te puedes resfriar...

— Tengo sistema inmunológico fuerte Kim Dan, en mis inicios entrenaba bajo la lluvia, esto no me hará nada- agh — se quejó Jaekyung — Carajo.

— Deja te ayudo — dijo Dan, dejando las toallas de lado y acercándose

— No tienes que hacerlo, puedo manejarlo — dijo Jaekyung volteándose, notando la mirada de preocupación en los ojos de Dan.

— Yo sé bien que puedes, pero quiero ayudarte... Más allá de todo eres mi paciente.

Dan se pone junto a Jaekyung, y con su característico balance de suavidad y firmeza, empezó a guiar al azabache en los ejercicios.

— Gracias... Ah, ahí duele — dijo Jaekyung, haciendo un pequeño pujido de dolor.

— Hmm... Quédate quieto... Y... Listo, ahora sube — indicó Dan después de aplicar un pequeño masaje y de ayudar a Jaekyung abduciendo su brazo, ya subía a más de 100°.

Jaekyung observaba atentamente a Dan, viendo la dedicación en sus ojos. El ambiente era tranquilo, la lluvia era una banda sonora perfecta para la paz de ese momento.

— Sobre... lo que te dije en la playa... Realmente quiero una oportunidad para reenamorarte... Haré lo que sea necesario para ganarme tu confianza de nuevo.

— Seré honesto contigo, todo esto... me asusta... Necesito tiempo para pensar en todo esto...

En ese momento, Jaekyung, sin poder contenerse, se inclina hacia Dan y lo besa. El beso es suave pero lleno de emociones reprimidas. Dan se queda congelado, sorprendido, y cuando Jaekyung se aparta, ambos se miran en silencio.

— Lo siento, no pude evitarlo.

— Esto es mucho para mí, Jaekyung.

— Lo entiendo, no tienes que decir nada por ahora... Solo quería que supieras cómo me siento.

Dan asiente lentamente, aún procesando lo que acaba de pasar. La atmósfera entre ellos estaba completamente plagada incertidumbre, pero también de un entendimiento tácito de que algo ha cambiado.

Dan ahora se hallaba detrás de él, ayudandolo con otros ejercicios, y no pudo evitar fijarse en la espalda de Jaekyung.

Los músculos, aunque no tan voluminosos como en sus mejores momentos, se marcaban firmemente en su piel, esculpiendo una figura de fuerza y masculinidad nivel abrepiernas automático. Cada movimiento de Jaekyung hacía que sus escápulas y dorsales se contrajeran y relajara.

Dan se sonrojó sin darse cuenta. Sentía el calor subiendo por su cuello y expandiéndose en sus mejillas. Sus ojos se quedaron atrapados en la simetría perfecta de la espalda de Jaekyung, en la forma en que sus músculos se movían con precisión cada vez que levantaba los brazos o giraba ligeramente el torso.

Dan trató de apartar la mirada, pero era como si sus ojos tuvieran voluntad propia. Te comprendo, Dancito.

La fuerza que irradiaba Jaekyung, incluso en su estado actual, lo fascinaba. No solo era un físico impresionante, sino la perseverancia y disciplina que representaba.

Sentía su corazón acelerarse, el rubor extendiéndose más intensamente por su rostro. Intentó concentrarse en su tarea, pero cada vez que sus dedos rozaban la piel de Jaekyung para corregir una postura o ajustar un movimiento, una corriente eléctrica recorría su cuerpo.

¿Cuántos años tienes Kim Dan? No es como si fuese la primera vez que ves su cuerpo... No te comportes como un delulu... No sé que signifique... pero no seas un delulu que piensa que ve al hombre de sus sueños — pensó Dan.

Dan respiró profundamente, intentando calmarse, recordando que su papel era ayudar a Jaekyung a recuperarse, no dejarse llevar por sentimientos que aún no comprendía del todo... Ese sentir parecía no tener freno.

Jaekyung sentía una ola de nervios y anticipación recorriendo su cuerpo. La cercanía de Dan, el contacto ocasional de sus manos, todo intensificaba su ansiedad.

Sabía que la conversación que estaban teniendo y la confesión que acababa de hacer podrían cambiarlo todo. Su corazón latía con fuerza, golpeando su pecho con una insistencia casi dolorosa.

Jaekyung intenta mantener su compostura, enfocándose en los ejercicios, pero su mente no deja de divagar hacia las posibles respuestas de Dan... la incertidumbre lo asfixiaba y bastante.

¿Qué haría si Dan aceptaba darle una oportunidad? La idea lo emocionaba y lo aterraba a partes iguales... quería ser mejor para Dan, demostrarle que había cambiado, pero al mismo tiempo temía no estar a la altura de sus propias promesas.

Cada vez que Dan lo tocaba para corregir su postura, Jaekyung sentía una chispa de esperanza y deseo. La cercanía le brindaba paz, algo que no había experimentado en mucho tiempo más que cuando durmió en su cama en Corea y el olor de su almohada lo ayudó a dormir, y de hecho, en su casa de Liverpool dormía abrazando esa almohada.

La sola presencia de Dan le daba una sensación de calma, como si todo en el mundo estuviera en su lugar cuando Dan estaba cerca, se podía quitar su fachada de hombre estoico y rudo que siempre tiene.

La conexión entre ellos, aunque frágil y tambaleante, le proporcionaba una paz que había estado buscando sin saberlo. Sentía que, por primera vez en mucho tiempo, podía ser él mismo sin pretensiones ni barreras.

Jaekyung respiró profundamente, intentando aferrarse a esa paz mientras esperaba la respuesta de Dan. Sabía que, fuera cual fuera la decisión de Dan, su vida había cambiado irrevocablemente en ese momento.

Sea cual sea su respuesta, no me arrepiento de haber sido honesto con él... espero que pueda ver lo mucho que todo esto significa para mí — pensó.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora