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La lluvia caía a cántaros una vez más, tan intensa como aquella noche en Liverpool. Y por muy intensa que fuera la lluvia, la tensión entre ambos hombres se estaba rompiendo debido al beso tan tierno y deseoso.

Los labios de Dan se derritieron al sentir los de Jaekyung sobre los suyos, no podía explicar por qué pero sus labios eran demasiado tentadores, tenía tal efecto en él que lo único que podía hacer era fluir con ellos.

Para Jaekyung, los labios de Dan eran tan adictivos que si fuera por él nunca se separaría de ellos, despertó cosas en él que nunca esperó. Dan es el primer hombre al que besó con este tipo de sentimientos. Y de ahora en adelante, él sería el único hombre al que besaría.

Mientras las manos de Dan estaban en el cabello de Jaekyung, las de Jaekyung estaban en la cintura de Dan. Tomarlo por esta parte de su cuerpo lo tenía loco, tenía un cuerpo angelical, ahora estaba mejor formado su cuerpo, si bien ya se veia que ganó algo de masa muscular, mantenía esa cintura tan pequeña, tan estilizada, perfecta para que sus grandes manos se posaran ahi

Las manos de Jaekyung se deslizaron hasta llegar al borde del sueter de Dan, deslizandose con cuidado, no había otra prenda abajo del suéter, por lo que estaba acariciando la piel del fisioterapeuta, provocando que este ahogase un pequeño gemido en el beso, solo logrando que el beso subiera un poco de nivel.

Jaekyung, empezó a empujar su lengua sobre los labios de Dan, como si estuviese pidiendo permiso para que esta se introduciese en la boca de Dan, permiso que fue conseguido al sentir como el ojimiel separaba ligeramente sus labios, dándole permiso a la lengua del peleador entrar en la boca del contrario.

Las manos del castaño dejaron por un momento el cabello negro de Jaekyung, deslizándose por el cuello de este, deteniendo sus manos en su pecho, podía sentir cómo el corazón de Jaekyung latía rápido, era la única forma en la que realmente podía decir que todo lo que decía era real, no había ninguna mentira, no eran palabras al viento y ya.

Ese latido rápido y constante daba un nuevo panorama a Dan.

Se había preguntado muchas veces si rodas esas palabras y acciones de Jaekyung desde Portsmouth eran una manipulación, un juego para conseguir lo que quería a como estaba acostumbrado.

Pero ahora, con la mano en su pecho, sintiendo el latido sincero de su corazón, Dan empezaba a creer que tal vez Jaekyung estaba siendo completamente honesto. Que detrás de esa fachada de dureza, había un hombre que realmente sentía algo profundo por él. Algo que creía que solo existiría en un sueño febril.

Jaekyung, por su parte, simplemente se dejaba llevar por el momento.

A medida que el beso se intensifica, sus ojos se entrecerraron ligeramente, permitiéndose saborear cada segundo, cada suave roce de los labios  y la lengua de Dan contra los suyos. El cuerpo de Dan se inclinaba más cerca, y sus manos fuertes pero delicadas lo atraen aún más hacia él. El calor del cuerpo de Dan se filtraba a través de la tela del suéter, creando una sensación de intimidad que nunca había experimentado antes.

Mientras el beso continuaba, Jaekyung abrió los ojos brevemente y lo que sus ojos encontraron, lo iba conmoviendo profundamente: Dan se estaba sonrojando, sus mejillas adquirian ese tono rosado bajo la luz suave del cuarto de lavado.

Si bien es un detalle pequeño, pero para Jaekyung, que ya había visto muchas veces esto, era una mera señal de la vulnerabilidad y la autenticidad que Dan estaba mostrando en este momento.

El hecho de que Dan, quien había sido herido tantas veces, mayormente por la vida y él, y que había mantenido un muro entre los dos, había bajado la guardia, respondiendo a su beso con tal sinceridad, llenaba su corazón de de ternura y deseo.

En ese instante, todo el mundo exterior se iba desvaneciendo gradualmente para ambos. No había pasado ni futuro, solo el presente, el calor compartido y el suave murmullo de sus respiraciones mezcladas y el sonido que generaban los besos. Cada pequeño detalle era una prueba silenciosa de que, por primera vez en mucho tiempo, ambos estaban siendo completamente honestos el uno con el otro.

Justo cuando el beso parecía que iba a conducir a algo más, un sonido agudo y persistente rompe la magia del momento: el bip de la lavadora.

Ambos se separaron de golpe, respirando un poco más rápido de lo habitual. Dan retiró sus manos del pecho de Jaekyung, y las de este de la cintura de Dan, y bajó la mirada, intentando recuperar la compostura mientras un sonrojo intenso cubre sus mejillas.

Jaekyung también snetía el calor en su rostro, y la interrupción del beso lo dejaba con una mezcla de frustración y alivio, y una pequeña ereccón, pero sabía que por ahora no debía apresurar a Dan a nada. No podía hasta obtener su respuesta.

— La ropa ya está seca — dijo Dan murmurando y su voz temblaba de la vergüenza, rompiendo el incómodo silencio que se había instalado entre los dos. Se dirigió rápidamente hacia la secadora, tratando de no tropezar con sus propios pensamientos mientras sacaba la ropa de Jaekyung.

Su mente todavía giraba en torno al beso, la calidez, compás y sabor de los labios del ojigris,  pero intentaba concentrarse en la tarea en lugar de en los sentimientos que habían surgido inesperadamente, sacudiendo su cabeza.

Contrólate Kim Dan, no sigas tus instintos por ahora — pensó el fisioterapeuta.

Jaekyung, todavía de pie junto a la secadora, respiraba hondo para calmarse. Aunque una parte de él quería que ese beso durara más tiempo, sabe que la interrupción fue oportuna.

Con el rostro todavía algo enrojecido, observaba cómo Dan manejaba la ropa, luchando por mantener la calma. Se veía adorable.

Finalmente, Dan le entregó su ropa seca, una excusa para que Jaekyung pueda por fin cambiarse y deshacerse de la toalla que aún lleva alrededor de la cintura.

— Y... Listo... Ya solo falta la maleta, que creo estará lista para mañana — dijo Dan con voz temblorosa, aún demasiado avergonzado como para mirarlo directamente a los ojos.

Jaekyung sintió y tomó su ropa de las manos de Dan, sus dedos rozaron brevemente, y caminó al baño de la casa para vestirse de una vez, y no andar con una toalla nada más. 

[N/A: Estupido y sensual Jaekyung]

Dan, se quedó quieto, sintiendo cómo su corazón aún late con fuerza mientras intenta comprender lo que acaba de pasar entre ellos. Se sentía sucio por querer más de ese beso.

Mientras tanto, Jaekyung, ya en el baño, ya vistiéndose, colocándose por ahora solamente la ropa interior, un boxer negro que marcaba todo por adelante. Una parte de él lamentaba que el momento se haya interrumpido, pero al mismo tiempo, se siente agradecido por la oportunidad de organizar sus pensamientos y emociones.

Ambos están claramente afectados por el beso, el calor de sus mejillas delataban los sentimientos que todavía iban apareciendose en ellos a flor de piel. Aunque la interrupción fue inoportuna, esto lo podían tomar como un respiro para procesar lo que habían sentido, y los dejó con la incertidumbre de lo que podría pasar a continuación.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora