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Después de una cena con el equipo en el comedor del hotel, Dan regresó a su habitación, sintiéndose algo cansado pero satisfecho.

La comida había sido excelente y la compañía agradable, se había sentado junto con Alex y el entrenador, pero había una sensación de inquietud en el fondo de su mente que no podía ignorar.

Al entrar a la habitación, Dan dejó caer su bolsa en una silla y se dirigió al baño. Necesitaba una ducha para relajarse y despejar su mente.

Mientras se quitaba la ropa y ajustaba la temperatura del agua, su mente volvía repetidamente a Jaekyung y su comportamiento en la playa.

Jaekyung había estado extrañamente tranquilo. Aunque era cierto que solía mantener una fachada calmada, Dan, en el tiempo en el que vivió con él, había aprendido a leer un poco las señales sutiles de su comportamiento.

Algo en su manera de actuar esa tarde había sido diferente. Jaekyung había respondido a las interminables preguntas de Brandon con paciencia, algo que no solía mostrar tan abiertamente.

El agua caliente comenzó a correr, y Dan se metió bajo la ducha, dejando que el calor relajara sus músculos tensos. Cerró los ojos y dejó que sus pensamientos fluyeran libremente.

— ¿Qué te traes entre manos, Joo Jaekyung? — murmuró Dan para sí mismo.

Sabía que cuando Jaekyung estaba extremadamente tranquilo, generalmente significaba que estaba planeando algo o tratando de ocultar sus verdaderos sentimientos e intenciones.

Había notado sin mucha importancia cómo Jaekyung observaba la conversación entre él y Alex, y cómo sus ojos se oscurecían con una emoción que Dan no podía identificar del todo.

Mientras el agua caía sobre él, Dan reflexionó sobre los últimos eventos. La tensión entre ellos había sido palpable desde ese día en la casa de Jaekyung. Ambos habían evitado hablar del tema, pero la carga emocional estaba claramente presente.

Dan se enjabonó lentamente, permitiéndose disfrutar del momento de soledad. A pesar de la confusión y las preguntas sin respuesta, había una sensación de paz en estar solo con sus pensamientos. Sin embargo, no podía ignorar la sensación de que algo estaba a punto de suceder. Algo que cambiaría la dinámica entre él y Jaekyung de una manera que aún no podía prever.

Terminó de ducharse y se secó, vistiéndose con ropa cómoda para dormir. Se acercó a la ventana y miró hacia el jardín y la piscina del hotel, donde aún podía ver algunas luces y oír risas lejanas. La vista era hermosa, pero su mente estaba lejos de allí, atrapada en el enigma que representaba Jaekyung.

— ¿Qué estás pensando, Jaekyung? — se preguntó Dan en voz alta.

Aunque sabía que las respuestas no llegarían fácilmente, estaba temeroso a descubrir qué estaba pasando realmente. La noche era joven, y aunque su cuerpo pedía descanso, su mente seguía trabajando, tratando de descifrar el misterio que era Jaekyung

Y mientras tanto...

Oscar, después de cenar, y aún sintiendo el peso de la conversación con Sam, caminó hacia la habitación de Valerie.

Necesitaba hablar con alguien de confianza, alguien que pudiera entender su confusión y sus miedos. Tocó suavemente la puerta y esperó.

Valerie abrió la puerta con una sonrisa.

— Oscar, ¿Qué sucede?

— Necesito hablar contigo, Val... ¿Podemos salir a caminar? — dijo Oscar, nervioso y jugando con sus manos.

Valerie asintió, recogiendo su chaqueta.

— Claro, vamos al jardín.

Caminaron en silencio hasta el jardín del hotel, donde la brisa fresca y el sonido del agua de la fuente los rodearon. Toda su aura era tan calmante y perfecta para una conversación.

Sin saber exactamente cómo expresar lo que sentía, Oscar empezó a hablar.

— Sam se me confesó hoy — dijo finalmente, obteniendo una expresión de sorpresa por parte de la rubia — Me dijo que le gusto, tanto por dentro como por fuera... Me siento tan jodidamente patético que le dije que esperara porque...

— Todavía estás superando a Marvin, ¿verdad? — dijo Valerie, quien lo miró con comprensión. Oscar solo asintió, mirando al suelo.

— Sí, y eso es parte del problema... yo no quiero herir a Sam, pero tampoco estoy listo para algo nuevo... — dijo Oscar, con cierta tristeza, y lágrimas — Y... Además, me preocupa que, si empiezo algo con Sam, descuide nuestra amistad... No quiero que nos distanciemos como cuando empezaste a salir con Charlie... No tengo otra mejor amiga que tú, Valerie... Mis padres me odian porque soy gay... Estoy solo, lo sabes muy bien...

Oscar parecía un cachorrito grande con las orejas caídas y la cola hacia abajo... Valerie tomó la mano de Oscar, dándole un apretón reconfortante.

— A ver... Os... Entiendo tu miedo, pero no tienes que preocuparte por nuestra amistad. Independientemente de lo que pase, yo siempre estaré aquí para ti, siempre... No llores porque eres un llorón feo — dijo Valerie secándole las lágrimas a su amigo — Y respecto a Sam... quizás... el empezar a ligar con él te ayude a olvidar, y no pensar ya tanto en ese pendejo... tampicovayas tipo Flash, no tienes que apresurarte en una relación seria... date la oportunidad de conocerlo mejor y ver cómo te sientes.

Oscar la miró, viendo la sinceridad en sus ojos.

— Gracias, Valerie, de verdad — dijo Oscar, abrazando a su mejor amiga — Yo no quiero perder lo que tenemos... Ya me distancié de ti una vez y no quiero que eso vuelva a pasar.

Valerie sonrió, abrazándolo con fuerza.

— No vas a perderme, Oscar, eres mi mejor amigo y siempre lo serás... Y Sam también entiende tu situación... Y he notado que realmente te gusta, dale una oportunidad, pero a tu propio ritmo.

— Gracias, Val, significa mucho para mí que me entiendas... — dijo Oscar, quien se sintió un poco más aliviado.

Valerie le dio un beso en la mejilla y se separó suavemente.

— Siempre estaré aquí para ti, Os, nunca de los nuncas lo olvides.

Ambos se quedaron en el jardín por un rato, disfrutando de la tranquilidad del momento, sabiendo que su amistad era fuerte y que podían contar el uno con el otro, sin importar lo que el futuro les deparara.

[FANFIC/AU] Prometo Hacer Las Cosas Bien: ACTO I (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora